Dar oportunidades es uno de los objetivos que predomina tanto en la gerencia de El Mirador como en la Asociación MeSumaría. Es curioso que Lorenzo Esma, director del centro comercial en Jinámar, haya ayudado a la entidad para conseguir su meta -que ya llevan un año- de incluir a personas en riesgo de exclusión social, y que ahora sean los miembros de esta los que arriman su hombro para un objetivo común. Se trata de un proyecto cuyo fin es dar formación y un puesto de trabajo a diez personas en situación de vulnerabilidad. Una idea apoyada, en este caso, por dos empresas instaladas en el espacio comercial que harán un contrato a los seleccionados durante la época estival. Sin duda, diez oportunidades que acariciarán almas y abrirán puertas.
Esma destaca siempre la responsabilidad empresarial que tiene como gerente de El Mirador. Parece que -tras ceder un local a MeSumaría para establecer su escuela creada para aportar aprendizajes para la vida a ese grupo de la sociedad que peor lo pasa y que menos opciones tiene para salir adelante- se ha quedado con ganas de más y se le ha ocurrido esta forma de beneficiar en varias direcciones.
Por un lado y en primer lugar, los diez afortunados disfrutarán de la formación -para toda la vida- y de ese puesto de trabajo que necesitan; por otro, la escuela da salidas a aquellos que forma e incrementa sus resultados favorables para la sociedad; y, por último pero no menos importante, "se cubre también la necesidad de las empresas, ya que tienen que aumentar sus contrataciones en épocas temporales como en verano o Navidad, entre otras", señala Lorenzo Esma. Asimismo, es "un hilo conductor e impulsor capaz de unir necesidades", agrega satisfecho.
Los docentes de MeSumaría serán los encargados de llevar a cabo la selección de los candidatos y de formar a los diez elegidos, una función que coordina la psicóloga de la escuela, Leyla Portillo. De esta manera, será la encargada de determinar quiénes serán las personas que ocuparán esas diez plazas "ya garantizadas para el verano", fija el gerente de El Mirador. Y aunque se trate "de una experiencia piloto", apunta, "si funciona y todas las partes están contentas, la idea es que continúe durante las Navidades y otras épocas", añade.
"Lo más complicado era garantizar las plazas, porque había que explicar todo a los arrendatarios y hacerles ver que es algo positivo, una responsabilidad empresarial y que pueden estar tranquilos, porque habrá un trabajo previo con garantía de que las personas elegidas estarán preparadas", cuenta Esma mientras asegura una coordinación entre las tiendas y MeSumaría, y espera el crecimiento de la participación empresarial.
Por su parte, Portillo hará el filtro necesario para que las plazas sean ocupadas por esas personas que más lo necesiten y cumplan los requisitos fijados. Asimismo, además de estar en situación de vulnerabilidad -por llevar desempleados un largo periodo de tiempo, tratarse de familias monoparentales, padecer diversidad funcional, tener más de 30 años o ser mujer con más de 45, entre otros- se requiere que los candidatos tengan nociones básicas en matemáticas y "aunque no es obligatorio tener estudios, se valorará que hayan hecho algún ciclo formativo en comercio o moda y experiencia", destaca la coordinadora. Aún así, no serán aspectos definitivos, "porque nuestra función es dar oportunidades también a quiénes no hayan trabajado nunca y lo necesiten", afirma.
Cuenta Portillo que después de la inscripción previa que realizarán todos los interesados a través de una página web habilitada para ello -donde realizarán un cuestionario y aportarán su currículum vitae-, 60 personas pasarán a la siguiente fase que consiste en seis sesiones diferentes donde se realizarán dinámicas de grupo y de donde saldrán 30 finalistas para la entrevista personal que ella misma ejecutará. "De ahí nos quedaremos con 16 y todos recibirán formación, porque necesitamos reservas y damos a más personas la oportunidad de adquirir las enseñanzas", agrega contenta.
Así, se trata de 20 horas de formación, con intención de que se incorporen en sus puestos a finales de junio o principios de julio. "Actualmente hay 387 inscritos en a penas una semana y el plazo estará abierto hasta el 30 de mayo", apunta la psicóloga.
"Es un honor para mis compañeros y para mí formar parte de este proyecto", concluye con la misma ilusión y ganas que Esma es incapaz de disimular.
