El calor de la hoguera de San Juan será este año menos asfixiante, pero más respetuoso con el medio ambiente. La noche del 23 de mayo, víspera de la festividad de San Juan Bautista volverá a reunir a los teldenses, primero en la plaza pública del barrio y posteriormente, sobre las 23.00 horas, en el barranco Real de Telde, pero con novedades respecto a otras ediciones.
Juan Martel, concejal de Festejos y de Seguridad, asegura que "este año queremos erradicar la costumbre de vecinos de venir al barranco a quemar y a tirar cualquier cosa para que luego el Ayuntamiento se encargue de recogerlo, pero eso no es el espíritu de esta tradición". El edil centrista anuncia, de hecho, que la hoguera de este año se ubicará en la zona habitual en el barranco en una o dos cubetas confeccionadas por el personal de la propia concejalía y a su término -se prevé que en una media hora ardan las maderas colocadas- se depositarán las cenizas.
Martel argumenta que "será el Ayuntamiento el que realice la hoguera con maderas, solo maderas sobrantes, controlada y que pretendemos que no sobrepase los dos metros de altura, pero creemos que así se respeta la tradición, además de cuidar el entorno del barranco".
Una preocupación medioambiental que, según el titular de Festejos, debe extremarse por las malas prácticas realizadas en años anteriores y que han perjudicado al barranco Real. "En esta edición de las fiestas y nuestra idea es que se mantenga en adelante, prohibiremos que se lleve al barranco lavadoras, neveras y otros desechos para quemarlos, ya que el año pasado, por ejemplo, tuvimos que utilizar un tractor para retirar los restos y de eso no se trata esta fiesta". Recuerda que la tradición de las hogueras era algo familiar, sencillo y sin tanto impacto ambiental. "Debemos devolver a sus orígenes esta costumbre, cuando se asaban piñas y papas en torno a un fuego", recalca.
El edil apunta que "en los últimos años se ha sobredimensionado la hoguera y esto no es bueno para la conservación del barranco. Primero, porque quemar cualquier cosa y dejar las cenizas afecta al estado de los acuíferos, sin olvidar que cuando llueve mucho, el agua arrastra lo depositado en el barranco hacia otros parajes". Por eso y para que nadie alegue desconocimiento, se colocarán carteles en el barranco para informar de la prohibición.
Caso aparte es el de las hogueras particulares, también habituales en la víspera sanjuanera y que en el año pasado se contabilizaron unas 40. Para evitar incidentes, Festejos y Seguridad han organizado un dispositivo con voluntarios de Protección Civil en los seis distritos en los que está dividido el municipio.
El edil de Festejos adelanta que "llevaremos vehículos preparados para la extinción del fuego, aunque aún no hemos concretado de cuántos efectivos dispondremos esa noche".
No obstante, Martel añadió que "el próximo 23 de junio también se celebra en la playa de Melenara, además del barrio de San Juan, actos por la víspera de la festividad y allí también debemos destinar el personal necesario para garantizar la seguridad de los asistentes. Todo claro, mientras la meteorología no impida su realización, pero aún no podemos saberlo".
