Clemente Asencio tiene 67 años y es vecino de la fase dos de Jinámar desde hace 35, "cuando los parques y los centros comerciales no estaban hechos y no había agua ni luz en los bloques, lo que nos obligaba a subir garrafas hasta las viviendas y a poner motor -los que podían- para tener electricidad", señala el teldense. Han pasado más de tres décadas y asegura que ha visto transcurrir el tiempo, los mandatos de gobierno y la evolución del barrio. Así, es consciente de que hubo un tiempo en el que se sintió una evolución, "pero, ahora, esto está cada vez peor", afirma. Ha sido testigo de "como mínimo cinco accidentes, y uno de ellos, hace menos de tres años, en el que murió una niña de unos 12", relata con angustia mientras recuerda el exceso de velocidad al que circulan los conductores por la calle Manuel Alemán Álamo. "Sólo pido que pongan guardias muertos o alguna otra medida que controle esto", alega seguro sin olvidar otras demandas por y para el barrio.
El exmarino lo tiene claro, "tenemos centros comerciales, espacios de restauración, tiendas de ropa, farmacias y peluquerías, es decir, de todo menos la ayuda de la alcaldesa de Telde". Defiende que "nos tienen abandonados" y que hace poco que llevó un escrito al Ayuntamiento, "firmado por los empresarios de la zona", donde pedía la colocación de los badenes en los dos pasos de peatones que hay en la calle, así como mejoras de limpieza y mantenimiento en la fase donde vive.
Además del peligro a la hora de cruzar por la vía mencionada "donde van hasta 100 kilómetros por hora cuando sólo se puede ir a 40", fija, cuenta que existen otros aspectos "más simples" que tampoco se tienen en cuenta. "Hay un aparcamiento aquí mismo que tiene unos baches enormes, tanto que si pasa un coche bajo se queda en el lugar", apunta sin olvidar mencionar "la necesidad de más limpieza y cuidado; una cubeta donde depositar los escombros que los vecinos tiran en un descampado cercano y que tienen todo esto destrozado; y ocho cacharros de picón para mantener fresca la tierra de los seis parterres que cuido, porque tienen tierra colorada, de mala calidad, y se seca enseguida".
A pesar de que reafirma que ha intentado que lo escuchen en el Consistorio, Eloy Santana, edil de Vías y Obras, confirma que ha recibido el escrito, pero que Asencio "no ha contactado conmigo directamente". Además, alega que "los guardias muertos no se pueden poner, porque se necesita hacer previamente un calmado del tráfico en la zona y no es competencia del Ayuntamiento sino del Gobierno de Canarias, tanto en esta calle como en Fernando Sagaseta".
Asimismo, el edil se compromete a "intentar reunirme con el gobierno canario para ver qué se puede hacer y meter mano en la vía, sin olvidar lo grande que es Jinámar y que Telde no tiene poder para eso. Aún así, el asfaltado de todo el barrio se incluyó en el plan integral para el mismo, presentado hace poco". En cuanto a la limpieza y el resto de solicitudes, "me reuní con la plataforma que defiende todo esto y nos comprometimos a podar unos árboles que restaban visibilidad y a mover contenedores que dificultaban la misma en los pasos de peatones, así como la limpieza en parques y jardines, pero el Ayuntamiento no tiene picón, y no se pueden poner cubetas porque vendría gente de otros lugares a echar aquí sus vertidos, y lo ideal es que los vecinos de Jinámar acudan al punto limpio que hay en Telde". "La realidad es la que es", señala a la vez que da a conocer su predisposición a sentarse con Clemente para "ver qué se puede hacer".
Por su parte, el vecino apuesta por tomar medidas "cuánto más rápido mejor, porque habrá una desgracia mayor". Así, "hace cuatro meses" presenció el último accidente en el que "un motorista salió disparado". Critica que "estamos solos y no deben olvidar que los de Jinámar también somos teldenses y pagamos nuestros impuestos". "El único que ha hecho algo por este barrio es Alejandro Ramos -del PSOE- que no sólo ha pintado y embellecido la zona, sino que ha arreglado la rampa que une los bloques y ha puesto farolas que iluminan el lugar", concluye agradecido. Ramos habla de unos 50.000 euros invertidos en los arreglos de esta segunda fase de Jinámar y estima que "con unos 50.000 más se puede arreglar gran parte de lo que piden, porque es lo que lleva asfaltar y la pintura ya la tienen", agrega.
El exedil de Vías y Obras resalta que "lo que necesitan es que los cuiden más", algo que Asencio, sin necesidad de hablar, pide a gritos. Santana se ha comprometido a mover ficha y, quizás, se trate de una historia con final feliz.
