El juicio contra diez guardias civiles y dos empresarios marroquíes por supuestos sobornos en la aduana del Aeropuerto de Gran Canaria entra en su tramo final. Esta mañana han declarado como testigos ocho agentes que participaron en el operativo montado en 2008 para desarticular la trama, entre ellos un guardia encubierto que estaba en un cuarto contiguo a la oficina donde se hacían los controles y que vio "en tiempo real" a un pasajero entregar a uno de los acusados "cien euros", tras declarar el viajero divisas por importe de 344.000 euros y de 75.000 euros en dos formularios por separado.

"El árabe dijo que eran 344.000 euros, terminó y añadió que eran otros 75.000 euros. Luego sacó un billete de 100 euros, lo dobló debajo del pasaporte y se lo entregó al agente Morata sin que contara el dinero", asegura el testigo. Su declaración es la más relevante de la jornada porque el guardia civil estaba en un cuarto habilitado por Aena para grabar las actuaciones de la Unidad Fiscal del Aeropuerto, tras autorizar la investigación el Juzgado de Instrucción número 1 de Telde, que abrió las diligencias porque un empresario mauritano había denunciado mordidas por importe de 2.000 euros en la aduana.

En ese cuarto secreto facilitado por el ente público Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena), estaba ubicado el ordenador al que iban a parar las imágenes emitidas vía wifi por una cámara instalada en el techo de la sala.

El aparato fue colocado por técnicos enviados desde Madrid por Asuntos Internos de la Guardia Civil, pero un problema técnico motivó que las imágenes no fueran claras y se colocara una segunda cámara.

Además, para evitar fallos en el volcado de las imágenes, se mandó también a ese agente, que presenció en directo el intercambio de dinero entre el pasajero y el guardia civil, esto es, mientras la cámara procesaba las imágenes que eran almacenadas en el disco duro del ordenador.

El agente informó por radio a sus superiores, que ordenaron un seguimiento al viajero mauritano y finalmente fue detenido por la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria. Luego fue trasladado a la Comandancia de la Guardia Civil y le intervinieron los dos formularios S1 con el dinero declarado en la Unidad Fiscal del Aeropuerto. La Fiscalía formula acusación por cohecho y falsificación de documento oficial, pero las defensas niegan que exista tal falsificación porque nadie ha verificado si los importantes de las divisas declaradas coinciden realmente con el dinero que llevaba el pasajero. La tesis del ministerio púbico es que se hacía la vista gorda a cambio de "dinero para café".

El juicio continúa mañana con la reproducción de algunas grabaciones que quedan pendientes y con la ratificación o no de las conclusiones provisionales, según informó el magistrado-presidente del tribunal popular, Secundino Alemán. Para el miércoles está previsto que la fiscal Teseida García y las defensas emitan sus informes finales, quedando entonces sólo pendiente el veredicto del jurado, que podría comenzar a deliberar el jueves.