El despacho receptor de loterías de la carretera general de Jinámar tuvo ayer vino espumoso para celebrar los 113.674 euros obtenidos por un único certante en el sorteo de La Primitiva del pasado sábado, pero el afortunado no estuvo en el descorche de la botella, que con el calor reinante a mediodía era muy bien recibido por los presentes.

Maite Cáceres, vecina y amiga de Laura Lucas, empleada del local, se acercó a disfrutar de que la Fortuna vuelva por Jinámar. Pero fue clara: "No se vayan a creer que he sido yo quien me he ganado ese dinero porque ahora estaría en el banco", alegaba entre risas y sirviendo en vasos de plástico el contenido de la botella, que se vació como por arte de encantamiento.

Fue la celebración de un nuevo premio, el décimo desde su apertura hace varias décadas y el tercero en cuantía, solo superado por los 44.407.281 euros del Euromillones del 27 de abril de 2012 o los 472.349 euros del Pleno al 15 de La Quiniela de fecha 1 de mayo de 2006. Esto al menos en euros, ya que Laura Lucas mostró una noticia publicada por este periódico y enmarcada sobre el premio de 200 millones de pesetas (120.000 euros) caído en Jinámar por La Quiniela hace unos años.

"Tenemos una clientela fiel, de toda la vida aquí, son personas humildes que juegan a los sorteos que ofrecemos y en los últimos años hemos sido afortunados con varios premios", comenta Lucas, mientras atiende a un grupo de clientes que se suma a los que durante ayer por la mañana no dejaban de entrar bien para apostar o para comprobar sus aciertos. Y aunque no era una cantidad tan elevada como el premio celebrado, uno de los clientes se embolsó más de 70 euros por su quiniela.

"El ganador no ha aparecido todavía, por lo que no sabemos si es una apuesta de máquina", comentaba Lucas, mientras con o sin acertante entre los presentes, el cava corrió con alegría igualmente.