Más plazo para la ejecución de obras, inversiones garantizadas por otras administraciones, incremento de las partidas de los proyectos pospuestos y la creación de otros nuevos. Estos son los criterios en los que se ha basado el grupo de gobierno presidido por Carmen Hernández para cambiar de anualidad, anular o aumentar el presupuesto de los trabajos previstos.

Así, en 2017 hay una anulación de proyecto -el de los puntos de recarga de los vehículos eléctricos-, un cambio al año 2018 -Mercado municipal-, se adelanta dos años -obras de mejora en el Vial Costero-, previsto para 2019 y se ejecuta un nuevo proyecto, el del asfaltado de vías públicas en la ciudad.

El próximo año, el Mercado recibe un incremento de 208.000 euros y pasa a tener 1.208.000 euros y más tiempo para su ejecución. Viene de 2017 el estudio sobre el tratamiento de los residuos sólidos y desaparecen las obras en la Casa de la Condesa, que hará el Cabildo. Se pospone el alumbrado de la piscina olímpica a 2019. En ese año desaparecen los proyectos de Maipez y La Herradura, se incluye el plan director de San Gregorio y hay más dinero para los aparcamientos de Arnao y Melenara.