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Entrevista a Lucía Benítez Ramos

"Llevo las fiestas muy dentro porque las fundó mi padre y yo le ayudaba"

"Empecé en 1988 en el patronato de fiestas de Los Molinos y estuve más de 12 años organizándolas", comenta la pregonera de La Majadilla

Lucía Benítez, pregonera de La Majadilla. LP/DLP

¿Cuántos años lleva vivien-do en el pueblo de La Majadi-lla? ¿Cómo ha evolucionado el barrio?

Llevo toda la vida en este pueblo, concretamente 43 años y no lo cambiaría por nada. El barrio ha ido cambiando bastante y se nota. En la zona de abajo del pueblo, el barranco, antes no habían muy pocas casas y ahora está todo edificado con numerosos pisos.

¿Y sus habitantes como han ido cambiando?

La verdad es que sigo teniendo los mismos vecinos y amistades de siempre. Es un pueblo muy familiar. De hecho ha venido mucha gente de otras zonas y se han adaptado muy bien al barrio.

¿Cuándo comenzó su relación con las fiestas del barrio?

Empecé en 1988, con quince años, en el patronato de fiestas de Los Molinos. Fue mi padre, Bernardo Benítez, quien lo fundó y yo entre como secretaria, acompañados de 18 vecinos. Las llevo muy dentro. En esos momentos el pueblo se encontraba un poco dividido por temas políticos y no se celebraban las fiestas. Fue mi padre quien viendo la situación decidió tomar medidas y formar el patronato para que la tradición continuara viva y ha seguido hasta la actualidad. El patronato de fiestas se cambió a la comisión de fiestas San Ignacio de Loyola. Pero todo surgió por voluntad de los vecinos y no querer perder esa tradición que tenía lugar una vez al año.

¿Usted continúa en la actualidad en la comisión de fiestas?

No, yo por motivos laborales tuve que dejarlo pero continúo colaborando con ellos, aunque no tanto como quisiera. Hace unos 10 años que lo dejé y han ido entrando vecinos nuevos. Es algo que me gusta pero tienes que invertir tu tiempo y en ocasiones es complicado. Estuve alrededor de 12 años, hay gente que empezó conmigo y continúa porque les gusta y pueden compaginarlo, pero en mi caso es casi imposible.

¿Cómo fue su experiencia dentro del patronato?

Fue buena y estaba a gusto. Como organizamos bien, somos vecinos y nos entendemos, cada uno daba su opinión. Yo me encargaba del papeleo y ayudaba con los escritos. Por ejemplo, antes era típica la feria de ganado que era yo la organizadora y era unos de los actos principales de las fiestas. Hoy en día fruto de la crisis ya no celebra porque no hay subvenciones.

¿Han afectado la reducción de la subvenciones?

Sí, hay muchas cosas que se han dejado de hacer. Las fiestas se hacen gracias a los vecinos y las casas comerciales. Antes se celebraban verbenas en mayo y junio para promocionar las fiestas, ahora ya no se puede hacer, se han reducido a los dos últimos fin de semana de julio. Y las ganancias vienen del chiringuito que ponemos porque no tenemos un local social en el que poder montarlo. Hoy -ayer para el lector- se inaugura el local social que nos cedió el ayuntamiento y que lleva años cerrado, pero no podemos darle ese uso será para guardar cosas.

¿Se han mantenido vivas las tradiciones o han variado mucho las fiestas?

Se han ido adaptando. Antes era típico hacer una tómbola o una verbena del solajero cosas diferentes. Hoy en día, también están muy bien, han cambiado la verbena por una fiesta de final, y la tómbola se ha convertido en concursos de repostería o cosas del estilo. Es bueno y necesario que entre gente nueva que aporte ideas novedosas. Lo que no ha cambiado es la duración que siempre oscila entre los 10 y 15 días.

¿Ha variado la participación de los vecinos en la preparación y la celebración de las fiestas?

Antes había mucha gente pero ahora hay más porque se está uniendo mucha gente de fuera. Es un pueblo pequeño pero por su situación y la duración de las fiestas cada vez viene más gente. Es bueno para el pueblo porque se da a conocer y cada año se va implicando más gente en las actuaciones, por ejemplo. El viernes tenemos la actuación de Charcojondo y Razones de Sobra, con esta variedad se atrae a gente y a jóvenes que se animen a participar y aportar ideas. Además, ellos se encargan de mantener viva la tradición de las fiestas.

¿Cuándo se enteró de que iba a ser pregonera de las fiestas?

Me lo ofreció Paca Santana, una de las integrantes de la comisión de fiestas, el pasado mes de marzo. Al principio le pedí tiempo para pensármelo, y después me dije, ¿por qué no?. También me sorprendió que me lo ofrecieran a mi porque normalmente el pregón lo da gente mayor, pero yo a mi edad también tengo vivencias que contar y estuve dentro del patronato. Al final he ido haciendo memoria y enlazando unas cosas con otras, como me dijo una vecina que fue pregonera, cada vez que me acuerdo de algo lo voy apuntando y después lo voy desarrollando.

¿Qué temas abordará en el pregón?

No es fácil resumir todos los recuerdos de una vida en los veinte minutos que dura el pregón. Hablaré de como era la niñez antes y los juegos que teníamos, todo eso se ha perdido con las nuevas tecnologías ya los niños no salen ni a la calle. También hablo de los inicios de las fiestas en 1988 que tengo el recuerdo fresco porque una vecina las tenía grabadas y cuando las vi se me pusieron los pelos de punta al ver como la gente se echaba a la calle. También hago una pequeña referencia a la crisis y como ha generado el cierre de muchos negocios en el barrio.

¿Qué predominan los nervios o la ilusión?

De momento nervios no tengo. Mis vecinos y mi familia me pregunta, pero no, hasta ahora no. Y si aparecen lo que haré será quitarme las gafas y así no veo a nadie -comenta entre risas-. Voy a contar mis vivencias y es una gran ilusión porque hay gente que solo viene a las fiestas y las ves de año en año con lo que supone una alegría enorme. Te llena de regocijo ver que aunque pasen los años se sigue manteniendo el contacto.

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