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Telde aprende danza con técnica rusa

La primera bailarina Julia Makhalina de San Petesburgro imparte clases magistrales

El Teatro Mariinsky se traslada a la Escuela Municipal de Danza de Telde, con la primera bailarina Julia Makhalina a la cabeza. Y rodeada de un elenco de lujo con Alexandra Iosifidi, Margarita Rudina, Yulia Tikka, Eva Nasadovich, Filipp Parkhachev, Alesey Nasadovich y Maxim Chaschegorov, bailarines premiados internacionalmente. Ellos son los encargados de pautar, mostrar y corregir a las 20 alumnas que se inscribieron para aprovechar una oportunidad de oro.

Los nervios eran patentes en los instantes antes del comienzo de la clase, aunque con las primeras instrucciones se disiparon. El grupo de bailarines del Ballet de San Petersburgo eran los encargados de dar las primeras pautas en las barras. Entre plié, demi-plié y relevé, Julia Makhalina corregía la postura de algunas alumnas y de sus propios compañeros. Pues los mismos bailarines que deslumbraron el domingo sobre el Alfredo Kraus y que colgaron el cartel de no hay billetes en Madrid y Londres, continúan ensayando y perfeccionando su técnica.

"El ballet es dejar fluir la parte superior del cuerpo y aferrarse a unas piernas rígidas que sostengan el peso". Es así como Makhalina se desliza sobre la tarima entre cada instrucción y aprovecha para incidir en la colocación de los brazos de las chicas.

Unas clases que son fruto del Centro del Desarrollo Cultural Ruso y su directora Olga Romazenko, que brindan una oportunidad de oro para las jóvenes que exhaustas, pero contentas buscan dar lo mejor de sí mismas en cada subida y bajada. La clase se compone de tres partes, una primera de barra, una segunda pautada en el centro de la tarima y una tercera parte de saltos.

Avanza la clase, el esfuerzo se nota y aunque tiemble todo el cuerpo las alumnas no desisten. Son conscientes de la oportunidad con la que cuentan y buscan aprovecharlo. La clase acaba y con ella las tareas pendientes para las jóvenes. "Hay que trabajar el dehors - poner los pies a 180 grados -", alecciona Makhalina.

Un proyecto y una clase que supone una expansión cultural y un hito pedagógico que buscan asentar. "Esta es la primera vez que un grupo de alumnas participa en una actuación y después, acuden a una clase. Nos gustaría que continuara y hacerlo en más ocasiones", apunta Romashchenko, directora del centro de desarrollo cultural ruso y Olesya Lylak, la representante del centro en Canarias. Ellas ya trabajan para ampliar colaboraciones de cara al futuro.

Unas clases que continuarán hoy y mañana en el teatro Juan Ramón Jiménez de Telde. Tres días para disfrutar, aprender y ver de cerca a algunos de los mejores bailarines rusos.

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