Algo más de un centenar de jóvenes, muchos de ellos menores, fueron desalojados el lunes por la noche de una fiesta de fin de curso que se celebraba en una finca de Lomo Catela por agentes de la Unidad Nocturna de la Policía Local de Telde, después de las denuncias por el excesivo volumen de la música recibidas a las 22.14 horas en el Centro de Comunicaciones. En su interior, como comprobaron los seis policías desplazados al lugar, se encontraban una "gran cantidad de jóvenes, entre los que se hallaban un considerable número de menores", según consta en el informe policial. La mayoría de los asistentes a la fiesta, organizada por wasap, según explicó a los policías la persona a la que el resto señalaba como responsable del evento, llegaron desde la zona sureste en dos guaguas contratadas para la ocasión.

Asimismo, se relata en el escrito, "tras realizar una inspección ocular del lugar se puede observar varias botellas de bebidas alcohólicas vacías, gran cantidad de refrescos, así como restos de comida y un equipo de música y mesa de mezclas de sonido". No obstante, durante su inspección, los agentes no observaron en los jóvenes síntomas aparentes de estado de embriaguez, "si bien se realizaron algunas pruebas de alcoholemia entre los asistentes que abandonaban el lugar en sus vehículos, arrojando todos ellos un resultado negativo".

La misma persona indicó también a los agentes que contactó con la propietaria de la finca y que había realizado el alquiler de la finca "en efectivo a la propietaria, siendo la cantidad del mismo 250 euros, no extendiéndose justificante de pago alguno", según consta en el informe de la Policía Local. No es el primer caso al que acuden los efectivos policiales a esta finca, "ya que según datos obrantes en el Centro de Comunicaciones, se han estado produciendo hechos similares en esta misma finca de análoga similitud al que nos ocupa".

Antes de entrar en la finca, los efectivos desplazados a Lomo Catela tocaron en reiteradas ocasiones en la vivienda indicada desde el Centro de Comunicaciones y se le comenta al vecino que les atiende las denuncias telefónicas recibidas por el excesivo volumen de la música, "manifestando el mismo que se estaba celebrando una fiesta de varios jóvenes por la orla de fin de curso, aunque él no se reconocía como promotor de la fiesta". Sin embargo, los agentes le solicitan la autorización para el evento, pero manifestó que no sabía nada al respecto. También le solicitaron autorización para entrar en la finca, donde se encontraron el panorama descrito en su informe posterior.

Una vez realizadas todas las averiguaciones, se procedió a "dar por finalizada la fiesta, toda vez que carecía de los correspondientes permisos, la presencia de menores y que tampoco se encontraba presente la propietaria del inmueble, procediendo por parte de los jóvenes a solicitar la presencia del transporte para ser trasladados del lugar a sus domicilios (Ingenio y Cruce de Arinaga)". Los agentes acompañaron a los jóvenes hasta el lugar de recogida, a la entrada de Lomo Catela, donde dos guaguas trasladaron a 50 y 44 pasajeros, respectivamente, y algunos padres a otros menores en sus vehículos.

Por último, durante la intervención se confeccionaron varia actas, una de entrada en domicilio y tres de localización de menores, además de un reportaje fotográfico que ahora tendrá su traslado a la concejalía de Disciplina Urbanística para que inicie el procedimiento previsto en la legislación.