El tenor grancanario Alfredo Kraus Trujillo (1927-1999) cuenta con una plaza en Telde gracias a un acuerdo unánime en un pleno celebrado tres meses después de su fallecimiento, como recuerda el cronista oficial de la ciudad, Antonio González Padrón. Pero casi dos décadas después, lo que debía ser un homenaje permanente a esta figura de la ópera es un espacio inacabado, abandonado y sin ningún elemento que recuerde esa decisión del Ayuntamiento de Telde en plena oleada de reconocimientos al intérprete grancanario en el año de su desaparición.

Una ausencia que se torna más evidente cuando del 25 al 29 de septiembre se celebrará en el auditorio que lleva su nombre la sexta edición de su concurso internacional de canto, promovido por la Fundación Alfredo Kraus y el Cabildo de Gran Canaria. Pero esta situación, además, no tiene visos de tener una resolución a corto plazo. La empresa propietaria del parquin subterráneo ha denunciado ante el juzgado al Ayuntamiento por lucro cesante y le reclama más de tres millones de euros. La razón esgrimida es que el grupo de gobierno incumplió el acuerdo entre ambas partes por las que no se abrirían cerca de la zona solares públicos para aparcar los vehículos y el parón a su idea de crear un área comercial en la plaza para las sedes de Valora y Aguas de Telde. Un contencioso más que afrontará el Consistorio en los juzgados.

Kraus y su profesora de Telde

Y otro dato para entender este drama -no operístico- sobre la plaza fantasma dedicada al tenor. El acuerdo plenario tenía un fundamento más allá de apuntarse al carro de los homenajes. "Alfredo Kraus tiene una vinculación con Telde que muy poca gente sabe", explica González Padrón, "ya que él y su hermano Francisco eran los alumnos predilectos de Isabel Macario, esposa del poeta teldense Saulo Torón. Ella y dos familiares eran los dueños de la finca del convento de San Francisco y cuando venían a veranear organizaban tertulias literarias y musicales a las que asistieron los Kraus a cantar y también en la iglesia de San Francisco.

Sin embargo, tal es el olvido de las corporaciones que han gobernado el municipio en estos años que prácticamente nadie sabe dónde se encuentra la plaza que debía denominarse hoy en día Tenor Alfredo Kraus Trujillo. Y no será porque esté en un barrio alejado, una vereda en un diseminado o en un lugar de difícil acceso. No es el caso, se encuentra en la trasera de la basílica de San Juan Bautista, en pleno conjunto histórico-artístico y lugar de paso desde el parque urbano de San Juan al barrio administrativo. Construida, aunque sin acabar, en la parte superior de los aparcamientos subterráneos frente al recinto ajardinado, su aspecto evidencia el desapego entre la promesa política y la realidad.

El recuerdo de esta dejadez, de esta desidia, la aviva Roque de Gando, partido presidido por Sebastián Henríquez, una formación sin representantes en el pleno de la corporación municipal que está volcada en conocer en profundidad la realidad del municipio. En este caso, Henríquez muestra su preocupación, compartida por González Padrón, por el incumplimiento de un acuerdo plenario y por el deterioro de la imagen que para el conjunto monumental de San Juan y San Francisco supone el panorama que observan a diario centenares de transeúntes.

"Roque de Gando vino a consultarme datos sobre ese acuerdo del pleno porque yo en su momento elaboré un informe solicitado por el Ayuntamiento para adjuntarlo al expediente del homenaje que se le pretendía realizar colocándolo una calle o una plaza. Le expuse todo lo relacionado sobre este asunto", corrobora Antonio González, quien como cronista oficial de la ciudad muestra su disconformidad con este compromiso de homenaje a Kraus refrendado en papel, pero no con la obra indicada.

En el informe sobre la biografía del tenor se pone a decisión del Ayuntamiento qué tipo de espacio público se le destinaría y "después de presentarse varias propuestas, se aprobó con el voto unánime del pleno que se le dedicara la plaza que en aquel entonces se estaba haciendo y se sigue siendo ahora, casi 20 años después, en la trasera de la basílica de San Juan", asevera.

González Padrón recuerda que se aprobó que a la plaza "se le pondría el nombre de Tenor Alfredo Kraus Trujillo y si no se le podía levantar un monumento, se hiciese una especie de pequeño monolito, pequeño espacio en su homenaje. Salió en los medios, se aplaudió la iniciativa, pero qué pasa, no solamente no existe la plaza colocada encima del aparcamiento de San Juan y que parece que tenía que terminar la empresa del aparcamiento, pero han pasado varias y nada se ha hecho".

De hecho, ni siquiera está nominada y "la ciudadanía no sabe que existe una plaza dedicada al tenor y que no aparece en el nomenclator de la ciudad porque en Telde todo el mundo está callado con este tema porque nadie sabe nada".