La batalla política entre el Gobierno autónomo y el Cabildo de Gran Canaria continúa. Y uno de los municipios afectados es Telde, quien cuenta con 14 puntos de vertidos no autorizados, según recoge el informe emitido por el Ejecutivo regional. Mientras que el Ayuntamiento asegura que los vertidos de la depuradora de Jinámar, "respetan los límites y sus aguas siempre son tratadas, el único condicionante es en los momentos de paradas técnicas", explica el concejal de Aguas, Agustín Arencibia.
Los datos sobre vertidos en Gran Canaria que recoge el Gobierno de Canarias evidencian que la contaminación del mar continúa y uno de los 33 puntos de vertidos que estaban autorizados fue ilegalizado. Se corresponde con el emisario submario del Teatro situado en la capital grancanaria, acaba de ser ilegalizado por superar los volúmenes de aguas residuales permitidos y por la deficiente calidad de la depuración de los caudales. En el expediente añadía que las aguas deben ser lanzadas a 2.000 metros de la costa y a 37,5 metros de profundidad, pero que el emisario submarino está roto por varios sitios, lo que provoca que el derrame se produzca más cerca de la costa de lo que establece la normativa.
Otro punto de vertido autorizado, que está a punto de ser ilegalizado por unas circunstancias parecidad es el de la depuradora de Jinámar, en Bocabarranco (Telde). A no ser que el Consejo Insular de Aguas tome medidas para mejorar las condiciones de depuración y respete el volumen de los vertidos. Otros tres puntos de la Isla se encuentran en la misma situación, debido a los problemas que existen en relación a la cantidad y la calidad de las depuradoras de Bañaderos (Arucas), San Felipe (Guía) y Ojos de Garza (Telde).
La depuradora de Jinámar da servicio a cuatro municipios de la Isla: Las Palmas de Gran Canaria, San Mateo, Santa Brígida y Telde. Desde el Ayuntamiento, aseguran que nadie se ha puesto en contacto con ellos en relación a los vertidos. "No tenemos novedades en relación a la depuradora. El problema reside en que en Gran Canaria siempre hemos tenido mayor dificultad de aguas, con lo que nuestra conciencia es mayor, en Tenerife cuentan con más pozos y manantiales, con lo que su problema es menor. Para nosotros siempre ha sido una prioridad y para ellos no", señala el concejal de Aguas, Agustín Arencibia.
En los comienzos del barrio de Jinámar los vertidos iban al mar directamente, pero con la construcción de los colegios y las instalaciones públicas, se planificó la depuradora. "En un primer momento tenía capacidad para 5.000 metros cúbicos de agua diarios, pero estaba en una zona en la que llegaban más, sobre todo con la presencia del Matadero, cuyas aguas llegaban especialmente sucias", añade Agustín Arencibia.
Ante la situación y al prestar servicio a cuatro municipios se decidió ampliar el servicio. "Se realizó una ampliación de 1.000 metros cúbicos, aún así no se da abasto ante todo el agua que llega, por lo que una parte es desviada a la depuradora municipal de Hoya del Pozo", apunta Agustín Arecibia.
Una depuradora en la que se realizan paradas técnicas para limpiar y adecuar su funcionamiento, "esos son los únicos momentos en los que se vierten al mar pequeñas cantidades de aguas sin tratar", puntualiza Agustín Arencibia. Una versión y unos datos que difieren con los que presentó el Gobierno de Canarias, en los que recogen que "los vertidos superan el volumen anual hasta en cinco veces lo autorizado".
