Todas las guaguas de Global cuentan con un chip de localización que es capaz de indicar en todo momento el lugar en el que se encuentra el vehículo y además puede determinar la velocidad a la que circulan. Así lo señaló ayer Juan Francisco Trujillo, consejero de transportes y movilidad del Cabildo de Gran Canaria.

Igualmente, la Ley Canaria del Transporte obliga en su artículo 88, dentro del capítulo de las medidas de control, a la instalación y utilización de tacógrafos a todos los vehículos dedicados a los transportes públicos y privados complementarios de viajeros. Se trata de un aparato homologado de control y registro de la velocidad, distancias recorridas, tiempos de conducción y marcha de los mismos, y tiempos de descanso. "Será lo primero que mire la Guardia Civil para realizar sus informes", apuntó Trujillo.

El consejero insular ha recalcado que todos los vehículos de la empresa pública de transportes cumplen con la normativa vigente. De la misma manera, indicó que toda la plantilla de guagüeros cuentan con el CAP (Certificado de Aptitud Profesional). Según la legislación española vigente, se trata de un test obligatorio para aquellas personas que quieran conducir vehículos para los que sea necesario estar en posesión de los permisos de conducción de las categorías C1, C1+E, C, C+E, D1, D1+E, D o D+E. El examen, que consta de 100 preguntas, cuenta además con un apartado específico para aquellos futuros conductores de vehículos de viajeros. Previamente, los futuros chóferes deben pasar un curso con una parte teórica y otra práctica. Este certificado se debe renovar cada cinco años.

Trujillo explicó además que los conductores de Global no están obligados a cumplir de manera estricta los horarios establecidos. "Ni se les premia, ni se les castiga, están sujetos a las condiciones que ofrezca la carretera en esos momentos", señaló. Quiso añadir que en la tarde del martes ninguna de las guaguas que utilizan en su recorrido la autopista del Sur entre la capital grancanaria y el municipio de Telde cumplió con los horarios, pues la cola kilométrica que causó el suceso colapsó la circulación durante más de dos horas.

Según pudo saber el consejero de transportes, todos los heridos se encuentran fuera de peligro. En el accidente del martes sufrieron daños de diversa consideración ocho personas. Las heridas de mayor relevancia las sufrió la esposa del hombre fallecido, Antonio L. D., quien fue trasladada al Hospital Insular de Gran Canaria por una herida craneal de carácter grave.

Los cuatro pasajeros de la guagua afectados fueron trasladados a las clínicas San Roque y Santa Catalina. Se trata de una mujer de 83 años, con fractura de cadera de carácter grave; una turista de 43 años, con traumatismo de cadera moderado; un varón de 63 años, que sufrió una cervicalgia leve; y otro hombre de la misma edad con traumatismo craneal leve.

Por otro lado, el conductor de la guagua se encuentra en buen estado de salud. Según Trujillo, durante las primeras horas tras el accidente sufrió una crisis "lógica" de ansiedad, como consecuencia de los hechos ocurridos en los instantes previos en la GC-1. Además, a lo largo del día de ayer se sometió a las distintas revisiones médicas pertinentes, con resultados satisfactorios.

El consejero de Transportes, quien acudió el martes a los centros sanitarios a donde se trasladaron los heridos, recalcó ayer a este periódico que lamenta "enormemente" lo ocurrido. "Es una desgracia que estas cosas ocurran para la movilidad de Gran Canaria, es un accidente totalmente relacionado con la casuística, con una maniobra para evitar males mayores, porque podría haber sido mucho peor de lo que ocurrió", apuntó Trujillo. "Cabe destacar la profesionalidad con la que actuaron los distintos servicios de emergencias", continuó.