La concejala de Coalición Canaria desembarcó en Participación Ciudadana con la marcha de Pablo Rodríguez al Gobierno regional y pasar su compañera de partido, Gloria Cabrera a asumir la portavocía y la segunda tenencia de Alcaldía a finales del año pasado. El panorama que se ha encontrado es la baja tensión del movimiento ciudadano, el acomodamiento en los barrios después de décadas de lucha que lo ha ido estancando, pero también ve esperanza en la presencia paulatina de jóvenes en las juntas directivas de los colectivos.
Su experiencia política es corta, pero la va alimentando con el tesón y dinamismo que se marca en su actividad diaria. Reuniones con las asociaciones cuantas veces sean necesarias, todos los miércoles dedicados para atender a los vecinos y también la creación de un servicio para recabar toda la información relativa a subvenciones y proyectos que luego transmite a las asociaciones son sus armas para con un presupuesto exiguo solventar todas las incidencias que se le presentan. Que no son pocas.
Y es que ella hasta hace poco estaba al otro lado de la mesa y sabe de lo que habla. Por eso le preocupa que "nos hayamos encontrado locales del Ayuntamiento cedidos a los vecinos que llevaban cerrados desde hace años. El caso más significativo es del barrio de Las Medianías, que permanecía cerrado desde 2004, aunque ahora cuenta con una nueva junta directiva y empieza a moverse otra vez". Aunque recuerda que en La Majadilla se ha abierto la última asociación de vecinos después de años de espera.
En el último pleno ordinario, Gloria Cabrera presentó una moción para solicitar al Cabildo de Gran Canaria la realización de un diagnóstico sobre la situación de los locales sociales en el municipio, que fue aprobada por unanimidad aunque con el añadido aportado por el portavoz socialista, Alejandro Ramos, de que también se retratara el Gobierno de Canarias, el partido de ambas concejalas.
"El problema es que después de tantos años de reivindicaciones para lograr los servicios básicos en los barrios, una vez que se han colocado la actividad se ha reducido y hay un estancamiento en las asociaciones de vecinos. Por eso es necesario que los jóvenes aporten sangre nueva, más energías y afortunadamente esto ya ocurre en Las Medianías, El Calero, El Goro o Tara, pero esperamos que vaya a más", argumenta Sosa.
La edila nacionalista insiste en que "estaré allí donde me reclamen los vecinos para conocer sus demandas, aunque nuestra intención es constituir las juntas de distrito para descentralizar este área, pero dotándola de contenido. No queremos que se queden en el papel, sino que su función debe ser básica para la constitución del Consejo de Distritos, órgano que servirá para gestionar mejor y por toda la ciudadanía la calidad de vida en los distintos barrios".
Admite que no puede facilitar todo lo que le piden porque "nuestro presupuesto es muy corto y tenemos que atender a los barrios por igual", añade Sosa, quien recuerda que Participación Ciudadana se vuelca en las peticiones que puede resolver. "Cuando los colectivos preparan las fiestas en los barrios les facilitamos sillas, megafonía, micrófonos y otros elementos que sean necesarios, expone la titular de este área.
Su reto es que desde su concejalía no solo se consiga revitalizar el asociacionismo ciudadano, sino que los locales sean punto de encuentro activo de los vecinos.
