Los 14 votos favorables del grupo de gobierno y de Ciuca-Unidos por Gran Canaria frente a los 13 del resto de partidos sacaron adelante la aprobación inicial de los presupuestos del Ayuntamiento de Telde para el próximo año. El pleno extraordinario celebrado ayer para dar el visto bueno a las cuentas locales presentadas por el equipo que preside la alcaldesa, Carmen Hernández, confirmó lo que ya era un secreto a voces en los mentideros de los partidos: el voto favorable de Ciuca, aunque desde el fondo del salón de actos, algunos miembros del público soltaron un sonoro: "¡Cómo, que Ciuca aprueba los presupuestos!"

Y un protagonista involuntario, a su pesar, Juan Martel, concejal de Seguridad. La mayoría de la oposición se basó en su enmienda, luego retirada, para ponerla de ejemplo de la filosofía de unos presupuestos que no satisfacen ni a los socios de gobierno. En el debate posterior, con Martel callado, se procedió a una suerte de subasta sobre quién daba más a la policía, mermada en medios y personal.

La sesión, que duró dos horas, aproximadamente, se desarrolló en un ambiente más cortés que en la convocatoria del pasado 27 de octubre, pero hay palabras que parecen haberse convertido en tabúes para según quienes las oyen. Así, la mención de escuelas infantiles, plan de ajuste o servicios sociales hacen revolverse en sus asientos a determinadas formaciones del plenario, pero esta vez no se apeló al uso de palabras gruesas para defender unas posturas ya sobradamente conocidas en el salón de actos.

Juan Antonio Peña, portavoz de esta formación, en una primera intervención corta y concisa, quiso explicar que esta Ciuca ya no es la némesis de Nueva Canarias ni de su antiguo líder, Francisco Santiago. La venganza o sombra perseguidora, como define de Real Academia Española de la Lengua (RAE) a este término griego, no es la señal de identidad de esta nueva generación de la antigua plataforma ciudadana.

En su argumento antes de la votación a favor del único punto del orden del día, Peña releyó parte del discurso realizado el 23 de junio de 2015, primer pleno ordinario del entonces flamante grupo de gobierno, en el que exponía y volvió a hacerlo ayer que su partido había nacido el 20 de marzo de 2015, sin ataduras del pasado y con una vocación de oposición constructiva, de consenso para sacar adelante al municipio. Consenso que entiende el portavoz de Ciuca-Unidos no consiste en estar todo el mundo de acuerdo, sino que nadie no esté en contra de un punto que favorezca a la ciudad. También tuvo espacio para la autocrítica, al señalar que "no puedo explicarles a los ciudadanos cómo el grupo de gobierno no sirvió para crear una mayoría fuerte ni por qué la oposición no creó una nueva mayoría".

Juan Antonio Peña apeló a una votación responsable, libre y en defensa de la ciudadanía para justificar el voto positivo a las cuentas locales. "Estamos convencidos de que no podemos castigar a los ciudadanos con el bloqueo político".

Antes, la concejala de Economía y Hacienda, Celeste López, había presentado los presupuestos generales del Ayuntamiento, los primeros que presenta el grupo de gobierno en este mandato, como "sociales, responsables, que atienden a la seguridad ciudadana y son realistas". La titular de la gestión económica municipal fijó tres objetivos de las cuentas para 2018: atender y mejorar la realidad social de Telde, sentar las bases de la recuperación de la ciudad y la recuperación de la confianza de otras administraciones -la judicial, sobre todo- en el municipio.

López destacó que el 83% del presupuesto está comprometido por pagos de contratos, crediticios y sentencias judiciales, pero recalcó su apuesta por las personas -incremento de las partidas de Servicios Sociales, en vivienda, participación ciudadana o protección animal, entre otras-, la actitud de buena pagadora de la corporación local con los proveedores y expropiados, además de la atención a la protección de la ciudadanía con una inversión en la Policía Local que triplica las partidas de este departamento -casi 150.000 euros frente a los poco más de 50.000 del presupuesto anterior-, sin olvidar la protección en las playas de Tufia y Ojos de Garza o la inversión en seguridad vial.

Esther González, concejala no adscrita afín a Podemos, criticó que estos primeros presupuestos del mandato no recojan partidas para la violencia de género, incrementen el sueldo de concejales y asesores. Además, afeó al grupo de gobierno que no aprobara ni negociara ni con ella ni el resto de la oposición las enmiendas presentadas y que existieran numerosas partidas en las concejalías sin destino concreto. Dio su voto negativo a las cuentas e ironizó que cómo podía el gobierno municipal considerar una gran inversión pasar de 2,3 a 2,5 millones de euros a Servicios Sociales y confió en que el gasto anunciado en seguridad vial se cumpla.

La portavoz del Partido Popular (PP), Sonsoles Martín, acusó a la alcaldesa y su equipo de querer imponer los presupuestos, "de pasar como una apisonadora", pero no contemplan partidas para el empleo, los servicios sociales no solo no han subido su inversión, sino que han bajado la del presupuesto elaborado por los populares. Tuvo el recuerdo de las escuelas infantiles, de la falta de consenso del gobierno, "que no levanta el teléfono para llamar y negociar" y recordó a Hernández que usaba la misma frase en estas cuentas que ya usó su antecesora en el cargo, María del Carmen Castellano, para definir sus presupuestos como la regeneración del municipio. Su voto también fue negativo.

Alejandro Ramos, portavoz del Partido Socialista y hasta diciembre socio de gobierno, indicó que el rechazo de las enmiendas de todos los partidos -menos la de Martel- es "ridiculizar la aportación de los representantes de los ciudadanos" a estas cuentas. Los calificó de injustos, recaudatorios y que "hacen buenos en algunos puntos al que aprobó el PP en 2015". Ramos, imitando, quizás sin saberlo, al guiñol de José María Aznar, espetó un "viva el vino" para calificar lo que cree es la filosofía del grupo de gobierno. Su voto fue negativo.

La intervención de Juan Francisco Artiles, portavoz de Más por Telde, también exsocio de gobierno, tuvo un singular recordatorio a Ildefonso Jiménez, antiguo concejal y dirigente de Nueva Canarias que causó sorpresa inicial. Luego, fuera del pleno, justificó que trajo a colación a Jiménez como una víctima de su expartido. Y ahí lo dejó, además de mandarle un fuerte abrazo a un edil ya alejado de la primera línea política.

Sobre los presupuestos, Artiles les puso una nota de 11 sobre 10 y los tachó de ficción frente a la realidad de Telde, al tiempo que afeó que el gobierno local proponga unas cuentas que nada tienen que ver con lo que pregonaba estando en la oposición. Criticó que pasaran el rodillo, pidió menos chantaje emocional hacia los medios de comunicación y aseveró que son unos presupuestos equivocados para Telde. Recordó de dónde se sacará el dinero para el Fdcan y puso en duda diversas partidas. El voto, contrario.

Agustín Arencibia, quien ejerció como portavoz porque Celeste López defendía los presupuestos, matizó las críticas recibidas y recordó la filosofía progresista del ejecutivo local, la precariedad económica que aún padece el municipio y pidió generosidad y responsabilidad a la oposición para aprobarlos. No lo consiguió, como tampoco el alegato final de la alcaldesa, que reiteró que Telde no se soluciona en cuatro u ocho años, pero que las cuentas locales sientan las bases del despegue de la ciudad. En alusión a Ramos, afirmó que no son un "brindis al sol" y agradeció tras el voto favorable de Ciuca, el apoyo de este partido.