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"Caminar por la Sima era dificultoso, si pisamos algún cuerpo, pido disculpas"

Una veintena de entrevistados relata en el documental 'La Sima del Olvido' el uso de esta zona de Jinámar como lugar de exterminio por la represión franquista

Josefa Pérez, vecina de Tamaraceite, durante su intervención en el documental. FOTOGRAMA DE 'LA SIMA DEL OLVIDO

"Caminar sobre ella era dificultoso, movíamos las piedras y aparecían nuevos cadáveres; si pisamos algún cuerpo, pido disculpas". Así explica el espeleologo Jesús Cantero, con una decena de bajadas a la Sima de Jinámar en su haber, su experiencia en el documental La Sima del Olvido, de Juan José Monzón. El de Cantero es uno de los variados testimonios, muchos inéditos, que se recogen en los 100 minutos que dura esta película, que se proyecta mañana, a las 19.00 horas, en los multicines Monopol, en Las Palmas de Gran Canaria. Un estreno absoluto que se pretende extender a muchos más lugares.

Dos años y medio de recopilación de datos, investigación histórica e incluso la bajada a esta oquedad del horror es lo que le ha supuesto a Monzón su empeño para que esta zona y los hechos que ocurrieron en ella no se olviden. "No buscamos culpables ni responsables de la represión, solo que se conozca lo que sucedió y no se pierda su recuerdo en el tiempo", apunta mientras insiste en el carácter divulgativo y pedagógico de su trabajo. De hecho, hay un formato más breve, de 29 minutos, para exhibirlo en centros educativos. Ya se han iniciado contactos con los ayuntamientos para que lo incluyan en su programación cultural y ha sido el de Telde uno de los primeros, ya que en diciembre anunciará su exhibición en la ciudad.

Es un documental de autogestión, en los que el autor ha hecho frente a todos los gastos, aunque la consejería de Cultura del Cabildo de Gran Canaria se ha volcado ahora en su difusión y será la que financie los subtítulos en inglés para facilitar que la Sima del Olvido y lo que en él se cuenta llegue al mayor número de público posible. Ayer fue su presentación en la Casa Palacio, donde tanto Carlos Ruiz, consejero insular de Cultura, como Francisco González, presidente de la Asociación Canaria de Víctimas del Franquismo, destacaron la labor de recuperación de la memoria histórica realizada por Monzón. "Un antes y un después en la lucha por la memoria democrática en Canarias y todo el Estado español", sentenció González.

La obra de Juan José Monzón, profesor vinculado al Foro Canario de Víctimas del Franquismo, no es un documental de memoria histórica al uso, asegura. "No presentamos imágenes antiguas, sino que usando los cuatro elementos -tierra, agua, fuego y aire- se va hilvanando el relato, que tiene muy presente la simbología canaria", explica, donde la veintena de entrevistados -familiares de las víctimas, historiadores, arqueólogos, ecologistas, escritores y técnicos del Cabildo- describen qué es la Sima desde el punto de vista histórico, pero también de la ecología y otras disciplinas. La recuperación medioambiental de este campo de volcanes es otro de los fines del trabajo de Monzón.

Y, de paso, se rompen algunos mitos en torno a un lugar maldito, abandonado a su suerte y para el que se urge una recuperación para preservarlo lo antes posible. De hecho, en el documental, que cuenta con el testimonio del presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, este admite la deuda que tanto la sociedad canaria como sus instituciones tienen con la Sima. Por ello, su compromiso para que el próximo año se realice un estudio que permita limpiar y exhumar este lugar, además de rescatarlo para la ciudadanía.

Testimonios como el del espeologo Jesús Cantero, que a duras penas podía contener su emoción al recordar su bajadas a este infierno creado en Telde; de Josefa Pérez, vecina de Tamaraceite, quien recuerda cómo vio "siete u ocho hombres, algunos eran guardias civiles y otros iban de paisano, que me dijeron buscaban a Eufemiano Fuentes, que había desaparecido" o del historiador Agustín Millares, que recuerda que los falangistas no surgieron de un día para otro, sino que se hizo cantera desde las Juventudes de Acción Popular y otras organizaciones ultraderechistas. Los historiadorse Aarón León y Sergio Millares Cantero también aportan datos sobre la realidad surgida en Canarias a raíz de la sublevación militar del 18 de julio de 1936, con una represión brutal y sistemática que acabó con cientos de vidas y la desaparición de los cadáveres en la propia Sima o en los pozos de Tenoya.

El caso más conocido y que en la película se aportan datos inéditos es de Pollo Florido, un ciudadano de Telde al que sacaron una noche de su casa el 1 de abril de 1937 para llevarlo a la comisaría de la calle Luis Antúnez. Nunca más se supo de él, aunque una muñequera como la que utilizaba la encontró en una de sus bajadas al fondo de la Sima Jesús Cantero, "quien la dejó allí por respeto", explica Monzón. De hecho, se presenta un documento donde un juez reconoce que Florido lo sacaron de su casa.

Un modelo represivo que se tiene el triste honor, añade Juan José Monzón, "de haber exportado después a la Península, a la Alemania nazi y a la Italia fascista, ya que Canarias fue como un laboratorio de métodos de tortura que luego se usaron en esos lugares".

En el Archipiélago no hubo propiamente guerra, ya que desde el primer momento las tropas golpistas se hicieron con el control, lo que propició una represión muy dura, metódica y con impunidad, como relatan alguno de los historiadores entrevistados.

El autor del documental, que se entrenó con el grupo de espeolología Pernoctadores, también bajó al fondo de la Sima de Jinámar. No encontró, como ya sabía, cadáveres porque "en 2009, con la búsqueda de Yéremi Vargas y Sara Morales, se bajó y se recuperaron huesos de los esqueletos que se pueden contemplar en El Museo Canario, donde también filmé".

Basuras de todo tipo sobre los derrubios que sepultan probablemente, afirma, cadáveres de represaliados por los falangistas, ya que en la Sima, que tiene una pendiente de 45 grados, se intentó cerrarla con explosiones en 1945 para ocultar la barbarie, pero no lo lograron y su limpieza y exhumación permitirá conocer la magnitud de estos asesinatos. Unos crímenes que no se perpetraron con los volquetes de los camiones, "que no podían subir hasta la Sima, como se ha demostrado. Se llevaban a las víctimas caminando hacia allí, luego se les pegaba un tiro en la sien o se les empujaba cuando estaban de espaldas y muchos de esos cuerpos son los que deben estar sepultados entre toneladas de derrubios, no fueron a parar a la Marfea, como se ha dicho, porque la Sima no conecta con ella".

Los interesados pueden acudir mañana, a las 19.00 horas, a los multicines Monopol para ver este documental con una duración de una hora y 40 minutos y cuya entrada es libre. No se quedará aquí el periplo del trabajo de Monzón, ya que, además de buscar la colaboración de los ayuntamientos para que lo incluyan en su programación cultural, su difusión en los centros educativos -en un formato de 29 minutos-, sino que ya participa en distintos festivales cinematográficos en México, Perú y Argentina. Además, cuando se añadan los subtítulos en inglés, la intención es que La Sima del Olvido amplíe su distribución por las salas y foros internacionales para que no se olvide nunca el horror.

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