El belén canario de José Sánchez, en el que también participó su sobrino Jose Miguel, cumplió ayer 50 años de historia. Bajo un manto de espesas nubes negras que machacaron con lluvia todo el municipio durante el día, el nacimiento homenajeó con más de 2.5000 piezas la ciudad de Telde. Los vecinos aprovecharon para sacar, por fin, sus paraguas de colores tras haber esperado durante días el agua que barriese todo el polvo que el viento sureño había traído a la Isla. Con lluvia, algo de fresco y una oscuridad propia del mes de diciembre, se inauguró de una vez por todas la esperada Navidad en la ciudad.

Frío, jerseys, regalos y familia. El mes de diciembre llega con la tradicional cercanía y calor de los más allegados: cenas familiares, compras navideñas y noches más largas sobre el sofá y bajo la manta, mientras la televisión procura emitir las míticas películas de esta época. La lluvia, que ya se esperaba tras los azotes de los vientos cálidos del sur que acompañaban de tierra del Sahara, no pudo hacer nada para impedir la inauguración del más famoso belén típico canario.

Como si el tiempo y las circunstancias se percatasen de ello, el comienzo del mes más cercano y familiar de todos que se ambientó con ese invierno que aún no ha llegado, coincidió con la inauguración del tradicional belén canario y el alumbrado de luces navideñas. Y aunque la lluvia no cesó durante todo el día no fue impedimento suficiente para que la ciudad se llenase de gente ansiosa y expectante por el comienzo de las fiestas de invierno del municipio.

Un gran forro escondía en los pasados días el interior del belén, elaborado por el famoso belenista teldense y su sobrino, que podría ser el futuro sucesor de su familiar puesto que es posible que este sea el último nacimiento canario presentado por el mayor de los Sánchez. Sin embargo, quizá por ello las ansias de un nuevo belén, que siempre ha acompañado los recuerdos navideños de todos los teldenses, eran mayores, además del enorme soporte de 12 metros de largo y cinco metros de ancho que atisbaba la gran obra maestra que aguardaba en el interior.

Encendido del nacimiento

Finalmente, sobre las 20.00 horas, llegó el momento de la verdad. Un centenar de personas se aglomeraron en la Plaza de San Gregorio, frente a la Iglesia, donde siempre se coloca el soporte del belén. Junto a estos se encontraban los propios belenistas, emocionados por el momento, la alcaldesa de Telde, Carmen Hernández y la concejala de Cultura, Marta Hernández. Antes de proceder al comienzo de la aventura navideña, tanto la alcaldesa, como la alcaldesa y el propio Pepe Sánchez quisieron expresar su alegría y comentar a los presentes lo importante de este acto, no en sí por el belén o la Navidad, sino por el significado de las fiestas navideñas, que eran una oportunidad para acercarse no sólo a la familia y amigos, sino a todos los vecinos y conocidos que necesitaban apoyo y solidaridad en estas fiestas, y asimismo perpetuar esta proximidad y desinterés durante todo el año.

Clinc. La alcaldesa pulsó el botón y el belén entero se iluminó. Las 2500 piezas, renovadas desde el año pasado, irradiaron junto a la decoración, el fondo, los detalles y las casas. Algunas de ellas se movían para darle más realismo al tema y otras quietas brillaban por sí misma. Una nueva casa creada por el sobrino del belenista aguardaba a la familia protagonista; José, María y Jesús. Los camellos de los Reyes Magos más alejados, acercándose paso a paso para entregarle los presentes al rey de los judíos. La navidad ha llegado a la ciudad.

El belén de medio siglo de antigüedad tomó como referencia la ciudad de Telde. En él se replican casas, plazas y monumentos típicos del municipio, además de otras zonas emblemáticas de la Isla y del archipiélago que el artesano guarda cariño. Las famosas casas canarias y los monumentos que componen el belén son elaboradas por Pepe Sánchez con materiales resistentes como la madera, no como el corcho del que están hechos otros belenes. De este modo se conservan mejor durante los años y pueden volver a darse uso.

"Son casas muy auténticas", contó orgulloso el belenista hace unas semanas a este periódico. Su tarea, que es digna de la admiración de todos los teldenses y foráneos que se acercan para observar el más mítico belén del municipio, produce curiosidad y orgullo. Por ello, en el Salón de actos de La Sociedad La Fraternidad en San Gregorio inauguró hace una semana una exposición sobre la vida y obra de este artista artesano, que tiene ya 80 años. Esta pertenecerá abierta hasta el día 31 de enero y su objetivo consistirá en mostrar el trabajo del artesano entre los años 1967 y 2017. Y junto al belén los coros infantiles Derke y Soront amenizaron la tarde con villancicos.