La rehabilitación del yacimiento histórico que preserva el barrio de La Garita, específicamente del Lomo de los Melones, junto al paseo marítimo y su playa, concluyó hace unos días gracias a la actuación de la Consejería de Cultura del Cabildo de Gran Canaria.
Para ello, la corporación invirtió un total de 11.700 euros de los 90.000 euros que se reservan para la conservación de los elementos patrimoniales de la Isla. Estos fondos se destinaron a la limpieza de la zona, al reforzamiento de los elementos constructivos deteriorados y al cubrimiento con picón protector de aquellos lugares donde había desaparecido parte de este enclave antiguo. Los trabajos los ha realizado la empresa Tibicena Arqueología y Patrimonio. "Es un yacimiento frágil no sólo por el tipo de estructura arquitectónica de los antiguos canarios, sino también por su cercanía al mar; además es uno de los yacimientos más visibles de la Isla. Por ello ha sufrido algunos desprendimientos y destrozos que debimos consolidar para que no siguieran cometiéndose daños crónicos", explica Carlos Ruiz, consejero de Cultura.
Según los estudios que han realizado los técnicos encargados de esta área, este espacio formaba parte de un asentamiento de mayores dimensiones que debió de estar integrado por construcciones de superficie como viviendas, recintos domésticos de distinta índoles y sepulturas varias. Una de estas edificaciones, con una planta cruciforme en su interior, se ha interpretado como un espacio habilitado para la manipulación y transformación de alimentos. Cerca de este espacio, otra reserva arqueológica aguarda encintada para una posible investigación e intervención futura, ya que lo más probable es que se encuentren a su vez restos de actividad de habitantes prehispánicos, pero por el momento no tienen pensado hacer una actuación a corto plazo.
"Es uno de los yacimientos más singulares de la Isla, se han encontrado unos útiles especiales para el escamado y eso nos ha dado cuenta de que seguramente este espacio se destinaría a una actividad más amplia que abastecer al núcleo familiar", explica Javier Velasco, arqueólogo del Cabildo. "Entre el siglo XII y XV, el tiempo que coincide con este yacimiento, hay una ocupación del litoral de Gran Canaria y se intensifica la explotación del medio marino para obtener una producción que serviría como elemento de intercambio para los productos agrícolas", cuenta el técnico. Por su parte, Celeste López, primera teniente de alcalde, aseveró que Telde es uno de los municipios que más yacimientos tiene en Gran Canaria y que "es fundamental ponerlos en valor, porque suponen un elemento de dinamización económica para el municipio y atraen turismo, algo importante en esta época." También añadió lo importante que era que estén a la vista de todos para poder conocer la historia de los antiguos canarios. Sobre la localización, situado al lado de un centro comercial nunca inaugurado, afirmó que no importa si existe un contraste o no, "lo importante es conservarlo."
