Nada nuevo sobre el Sol, nunca mejor dicho, sobre los gustos de los visitantes que alquilan viviendas vacacionales en Telde. La costa del municipio, sobre todo sus playas más conocidas y frecuentadas, desde Salinetas a La Garita, son el destino preferido por los turistas, tanto nacionales como extranjeros, para disfrutar de un litoral de 24 kilómetros de longitud.

De hecho, en solo tres años, desde 2015 a 2017, el aumento de la demanda en este segmento ha subido casi un 78%, de 176 a 313 viviendas. El número de camas en las casas privadas que se ofrecen a los visitantes ha pasado de 829 en 2015 a las 1.221 del ejercicio anterior. Unos datos que reflejan la tendencia alcista que se ha producido en este segmento en el último trienio y que sigue en aumento.

La oferta de alojamiento vacacional convierte a la ciudad en el cuarto destino preferido en Gran Canaria en este segmento, según los datos publicados por la consejería de Turismo del Gobierno de Canarias relativos a 2017. San Bartolomé de Tirajana, Las Palmas de Gran Canaria y Mogán lo preceden en esta clasificación.

En el municipio se publicitaron el año pasado, según los datos de Turismo, 313 viviendas vacacionales, con 1.221camas, con una media de 3,90 camas por vivienda y un 4,45% del total 27.461 registradas en Gran Canaria. En 2015 fueron 176 y hace dos años, 236 viviendas.

En los precios, las viviendas vacacionales de Telde cobran una media de 84,48 euros por vivienda y noche; 87,13 al día por viviendas completas y 65,03 euros por habitación y día. Sin embargo, no solo son las viviviendas vacacionales las que alojan a los turistas que eligen la costa de Telde para sus vacaciones. Así, según las estadísticas del Gobierno de Canarias, el municipio disponía el año pasado de una oferta reglada, esto es de hoteles, pensiones y hostales, de 674 camas, lo que supone un 64,43% del total de las camas turísticas que están registradas en el municipio.

La concejala de Playas del Ayuntamiento de Telde, Gloria Cabrera, ha expresado en varias ocasiones la tendencia alcista que se produce en el municipio como destino de los visitantes que eligen alojarse en viviendas privadas de su litoral en la mayoría de los casos. Los datos así lo expresan: de 176 a 313 en solo tres años y un aumento de 347 camas en ese mismo periodo computado.