La energía eólica llega a Telde y lo hace con un proyecto ya en fase de expropiación de los terrenos y otros tres que se encuentran en tramitación. La empresa Renovertis SL, con una inversión de 4.293.907,60 euros y una potencia de cuatro megavatios será la primera en construir un parque eólico en el municipio, en la zona industrial de Salinetas, en la parcela 74, muy cerca de la autovía GC-1 en dirección a la capita grancanaria y el norte insular.
El aerogenerador, del modelo E-126 de la marca Enercon, tendrá una altura de 149,5 metros, con 127 metros de diámetro de rotor, entre otras características técnicas. También supondrá su construcción obras en la GC-117 y diferentes conexiones con servicios de compañías como Aguas de Telde, Endesa o Vodafone.
A esta iniciativa de Renovertis se le une el proyecto de Gas Natural Fenosa Renovables de ubicar tres campos de aerogeneradores, de dos megavatios cada uno y aún en tramitación ante la Dirección General de Industria y Energía del Gobierno de Canarias. Con la denominación de La Sal, Sal II y Sal III, que se ubicarán en la zona alta de Ojos de Garza, en el camino del Cardonal, serán junto a los ocho previstos en el vecino Agüimes, los parques eólicos que instalarán la compañía este año en Gran Canaria. Como el resto de los adjudicados dentro del cupo abierto por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo hace tres años, tendrán que estar en funcionamiento antes del 31 de diciembre de este ejercicio.
De momento, es el previsto en Salinetas, en un solar de titularidad pública y privada situado detrás de la empresa Cocal y una gasolinera de Repsol, en la autovía GC-1 en dirección norte y muy cerca del barrio de Las Huesas, el pionero en poner a Telde en el mapa de las ciudades que apuestan por las energías renovables. Entre los cuatro parques el municipio ofrecerá 10 megavatios de potencia.
La Dirección General de Industria y Energía ha publicado en relación al aerogenerador de cuatro megavatios que se construirá en esa parcela de la zona industrial de Salinetas, un anuncio sobre la solicitud de autorización administrativa para la declaración de utilidad pública y evaluación de impacto ambiental de este parque eólico. Al Ayuntamiento de Telde, uno de los afectados por la expropiación forzosa, le llegó el aviso el 12 de abril para su estudio y el 18 de este mes se hizo público el anuncio del departamento autonómico.
Así, a la administración local se le expropiará 1.718,34 metros cuadrados de servidumbre y línea de evacuación y otros 3.436,68 de ocupación temporal de la línea de evacuación mientras se ejecutan las obras. El uso principal de este suelo de titularidad municipal es de el de vía de comunicación de dominio público.
El resto del suelo que se expropiará pertenece a un particular, con 422,70 de servidumbre y 845, 40 de ocupación temporal, y otros dos están en investigación para conocer a sus propietarios. Entre ambos, por los mismos conceptos que los anteriores, se expropiarán 117 y 234 metros cuadrados, respectivamente. Estos dos últimos tienen uso de suelo urbano, aunque no están edificados, mientras que el del otro dueño que se expropiará es de uso agrario. La parcela total tiene una superficie de casi 47.000 metros cuadrados
La duración estimada de la obra es de cinco meses y se requerirá un máximo de ocho trabajadores, según se prevé en el proyecto, a espera del plan de seguridad.
En el proyecto entregado a la Dirección General de Industria y Energía del Gobierno de Canarias, Renovertis SL, se especifica, entre otras características del aerogenerador, además de su altura de 149,50 metros, un rotor con un diámetro de 127 metros, que el tamaño de su pala es de 59,7 metros, dividida en dos secciones, su área de barrido es de 12.668 metros cuadrados y el material de fabricación de la pala es resina epoxi, madera de balsas y con una velocidad puta de 77,1 metros por segundo.
En la descripción del aparato que suministrará los cuatro megavatios de energía, se indica que los aerogeneradores E-126, el que se pondrá en Salinetas, tienen un transformador y la celda de media tensión dentro de la torre de los mismos. De este modo ya no se necesita un centro de transformación exterior. Esta característica permite la mínima intervención sobre el suelo del emplazamiento porque cuando está instalado no requiere de edificaciones aledañas. El riesgo de que se produzca un incendio se considera muy reducido ya que el depósito, que está cerrado herméticamente, tendría que abrirse debido a un fallo interno para que entre el oxígeno.
