"Tenemos que volver Kate", decía su personaje Jack en el fenómeno televisivo "Perdidos", pero ahora, Matthew Fox asegura que "esa historia ya ha acabado" y que está "centrado en el cine y el teatro" porque le ofrecen más flexibilidad", asegura en declaraciones a Efe en Cannes.

Todavía con la perilla que dicta su personaje en "In a Forest, Dark and Deep", escrita por Neil LaBute y que representa desde hace semanas en el West End londinense junto a Olivia Williams, Fox ha paseado brevemente por la Croisette sin filme que promocionar pero todavía bajo la resaca de la serie que le convirtió en estrella.

"Da gusto volver a ver la playa y el mar", bromea, aunque no se muestra muy receptivo respecto a lo que todavía es su único gran hito como actor.

Preguntado por el desenlace de "Perdidos" (que ha creado un sinfín de grupos de Facebook y bromas como la de "la muerte de Bin Laden es menos creíble que el final de "Lost") el actor reconoce molesto: "Era el final que queríamos desde el principio, y sabíamos que fuera la que fuera nuestra elección no íbamos a contentar a todo el mundo".

Tras el fracaso de "Speed Racer", rodó en una Salamanca recreada en México "En el punto de mira", que estrenó en la ciudad castellana. "No recuerdo nada de Salamanca, me temo, porque estuvimos un día y nos pegamos una fiesta increíble", asegura.

Y, ahora, reconociéndose "un poco cansado" de su papel sobre las tablas, mira a Hollywood con dos películas: "I, Alex Cross", de Rob Cohen, junto a Tyler Perry y Jean Reno, y "World War C", de la que no quiere dar más detalles. Aunque, eso sí, este verano se tomará un respiro "para estar tranquilo con la familia".