Alexandra Graf, que nos atiende entre frenéticos desplazamientos de ida y vuelta de Madrid a Agaete que le permitirán pasar las navidades con su familia mientras ultima episodios, es también profesora de actuación en la escuela privada madrileña Escuela Interactiva. Graf tiene previsto dirigir este mes su primer curso en las Islas sobre interpretación en series de televisión, en colaboración con la Escuela de Actores de Canarias. El curso, que cerrará su plazo de inscripción el día 10, está dirigido a actores y actrices, con y sin experiencia en series.

¿Qué novedades traerá Luna. El misterio de Calenda en su segunda temporada?

Muchas. Habrá emociones y aventura, pero sobre todo más comedia. Además, tenemos incorporaciones de actores consagrados como Álvaro de Luna y de caras conocidas como Álex Hernández, aunque siguen habituales como Belén Rueda, Fran Perea, Daniel Grao y Macarena García, que este año fue premiada como la mejor actriz en el festival de cine de San Sebastián por la película Blancanieves, de Pablo Berger. Nos vendría genial que repitiera en los Goya.

¿Cuáles son las virtudes de la serie para ganarse al público en un entorno tan competitivo?

Para empezar está diseñada para llegar a todo tipo de público. Eso explica que abarque tramas diferentes que se entrelazan en el desarrollo: momentos de misterio, investigaciones policiacas, tramas de amor, de relaciones personales, familia, de amistad. Todo envuelto en un punto de comedia, como dije antes. Los que la hacemos somos profesionales con amplia experiencia, creemos en el proyecto e intentamos aportarlo todo para hacer de ella un éxito. Confiamos en que el público sepa valorar el esfuerzo.

Usted dirige capítulos que se reparten entre varios directores. Es un trabajo donde la eficiencia prima sobre otras consideraciones, por ejemplo imprimir una marca de autor.

Cada director se hace cargo de un capítulo de principio a fin. Mientras uno prepara su grabación otros están ya grabando los suyos. Al ritmo que se hace una serie es imposible que la haga un solo director. Hay que preparar, grabar, montar y sonorizar. Y la grabación no puede parar en ningún momento. No pretendemos destacarnos como autores. Somos un equipo. El reto es trabajar alineados, manteniendo un estilo común. Los planes se cumplen para ajustarse al presupuesto. Visto el asunto más de cerca, entre nosotros sí que notamos diferencias de estilo, aunque en pequeños detalles. Pero el público no puede notar diferencias. La serie siempre está por encima de los que la dirigen.

¿De cuáles de sus trabajos se siente más orgullosa?

Intento estar orgullosa de lo que hago. En esta profesión los proyectos son muy diferentes. Hay algunos con los que tienes más afinidad, pero no puedes hacer exactamente lo que quieres. Siempre entra en juego un millón de variables que no controlas. Una vez que estoy embarcada en uno solo pienso en que hay que hacerlo lo mejor posible.

Las series de televisión han revolucionado el sector audiovisual desde hace más de 15 años. Es un hecho que el divorcio entre público y cine español no se da entre público y series españolas de televisión. ¿Por qué cree que sucede esto?

Entre 2007 y 2011 sí se puede decir que ha habido divorcio entre el público y el cine español. 2012 al final no ha sido tan nefasto como se esperaba gracias al fenómeno de Lo imposible, más las buenas recaudaciones de Las aventuras de Tadeo Jones y Tengo ganas de ti. De las aproximadamente 150 películas que se hacen al año pocas de ellas son comerciales. El cine español no se hace pensando en el público, así que no debemos extrañarnos si el público no acude a verlo. Las series españolas, en cambio, se diseñan para gustar a toda la familia. Es curioso y significativo comprobar cómo las películas que mejor han funcionado también son aquellas que han tenido una importante campaña de marketing detrás financiada, en su mayoría, por cadenas de televisión.

¿Cuál es la diferencia entre interpretar para cine y en una serie de televisión?

Los tiempos son diferentes. En televisión todo es mucho más rápido. Hay poco tiempo para ensayar y preparar a fondo los personajes. Por ello, es fundamental contar con unas herramientas y un conocimiento del medio. Es lo que permitirá al actor o a la actriz sentirse cómodo y centrarse en su trabajo con cierta tranquilidad. Es de los temas que se tratarán en el curso que preparo con la Escuela de Actores de Canarias. También haré un repaso de todos los elementos que tienen que tener en cuenta, como aspectos relacionados con la continuidad, el sonido, la ubicación de las cámaras, o las marcas y movimientos en el momento de grabar una secuencia. Contaremos además con la presencia de Tonucha Vidal, una de las principales responsables de casting de España por su trabajo junto a Luis San Narciso para Globomedia. También esperamos contar con Pablo Barrera, productor ejecutivo y director de Globomedia.

¿Cuál es el camino que deberían emprender actores y actrices que aspiren a trabajar en producciones audiovisuales?

El nuevo marco del cine español, por los cambios presupuestarios y métodos de financiación, va a reducir la producción de películas para salas. Pero las series seguirán. Les diría que no escatimen en formación. Es su futuro. Y que trabajen sin perder la esperanza. Hay mucha competencia, es cierto, pero si se es perseverante y se confía en el propio talento al final seguro que podrán entrar en algún proyecto.

Cadenas que cierran, otras que plantean ERE de miles de empleados, las grandes privadas en constantes cambios y nuevas alianzas. ¿Qué opina de la actual coyuntura de la televisión en España?

Asistimos a una nueva forma de entender la televisión. A través de la TDT se han ampliado el número de canales, por lo que las audiencias quedan más repartidas y consiguientemente se reducen los ingresos por publicidad. También afecta el factor económico por la crisis (menos inversión en publicidad que es igual a menos ingresos para las cadenas), el factor político inevitablemente y la presión de las grandes privadas. La fusión de Antena 3 y La Sexta por un lado y Telecinco y Cuatro por otro ha dado otro vuelco dejando en manos de cada vez menos agentes los contenidos que se ofrecen a los espectadores. Si a esto le sumamos la irrupción de Internet, que ha generado nuevos hábitos de consumo, comprobamos que la dimensión del cambio es muy importante.

Y la Televisión Canaria, ¿qué opinión le merece?

No conozco los entresijos de la gestión. Sé que está cuestionada, como muchas autonómicas, pero mi opinión es que debe hacerse un esfuerzo por mantenerlas siempre y cuando ayuden a tejer un sector audiovisual local y estén pensadas por y para el público de la región, sin caer ni en la manipulación ni en el paternalismo. Habría que plantearse volver a lo que en esencia significa que sean televisiones públicas. Lo que no puede permitirse es que se conviertan en herramientas al servicio del gobierno de turno.