Este domingo dio comienzo la decimosexta edición de Gran Hermano y estuvo cargada de sorpresas y secretos. El primer programa atrapó en sus sofás a más de 3,4 millones de espectadores, lo más visto del día con su mejor 'share' desde 2009.

Y es que no fue para menos ya que esta edición promete traer muchas sorpresas. Madres e hijos falsos, parejas que se comprometen en la casa e, incluso un bebé. Allá vamos con lo más destacado del primer programa.

Nada más empezar el programa nos encontramos con la primera novedad. Gran Hermano estrenaba casa de arriba a abajo. La anterior fue derribada y volvieron a construir una de cero, pero manteniendo el estilo moderno: sala de entretenimiento con billar y karaoke, jardín con jacuzzi. Eso sí, el jardín es secreto, tan solo tres concursantes de la edición saben que existe.

Porque esta edición va de secretos. De los 16 concursantes que participan, tan solo uno no tiene secretos, el resto esconde algo y los habitantes de la casa tan solo tiene 48 horas para descubrilo. Y si alguno mete la pata y desvela el secreto que guarda se le descuentan 1.000 euros semanales.

Compromiso en directo

La gala dio comienzo por todo lo alto con un flashmob protagonizado por Mercedes Milá. Y nada más empezar nos encontramos con la primera sorpresa. ¡Presenciamos un compromiso en directo! En un principio era ella, Ivy la única que se iba a quedar en la casa. No obstante, el amor y la noticia de que se iban a casar hizo que las cosas cambiaran. Los enamorados se comprometieron en directo y el novio se quedó, algo que nos pareció que no le hizo mucha ilusión a ella, ya que por su cara creímos que quería disfrutar de esta experiencia en solitario. Sin embargo, ahora tienen que ocultar que son pareja y están comprometidos. Ayer la casa se vistió de largo para celebrar la boda de Carlos e Ivy, que se dieron el 'sí quiero' en directo con el perro incluido.

Otra de las sorpresas de la noche la dio una recién estrenada mamá. La concursante acababa de dar a luz y la llamaron para participar. Un dilema para ella que el programa resolvió dándole una habitación especial al recién nacido que tan solo tiene un mes de vida y la madre podrá visitarlo diariamente para alimentarlo y estar con él.

El siguiente secreto también estuvo protagonizado por una madre y una hija de Pamplona que están muy unidas. Nadie sabe que son familia y que están las dos en el programa. Para jugar al despiste aún más no solo hay que esconder este secreto sino que se ha buscado un sustituto para liar aún más la situación. El seleccionado ha sido Suso, que se ha convertido en "hijo" de Maite.

Además de todos estos bombazos también está entre los concursantes un chino de Granada, Han, que a pesar de saber español durante estos dos días debe hablar en su idioma materno para confundir al resto de compañeros. Algo que no gustó nada al concursante ya que como expresó, y demostró, le gusta mucho hablar. De hecho, sin haber empezado el concurso ya decía que no podía aguantar más.

Pero aún falta lo mejor y es que hay hasta un concursante invisible que todavía nadie conoce y los concursantes no saben de su existencia. Muti tiene 22 años y viene de Sevilla. Fue el primero en entrar en la casa y se mostró encantado con su nuevo hogar. Estos no son los únicos secretos de la casa. También hay una pareja que no puede desvelar que tienen una relación (Yoli y Jonathan). En total 16 concursantes, cada uno con un secreto.

Una edición llena de secretos, pero ya lo avisó Mercedes Milá: "no creáis todo lo que os cuente, ni penséis que todo lo que vais a ver es verdad. El juego de las falsas apariencias ya ha empezado, nada es lo que parece".