El Gobierno canario se defiende ante las críticas de los empresarios turísticos. Según el Ejecutivo, Gran Canaria y el resto de las islas disponen aún de suelo turístico sin urbanizar para construir más de 400.000 camas que, sin embargo, no ha sido aprovechado por los empresarios para construir los proyectos ya autorizados. El consejero de Política Territorial, Domingo Berriel, asegura que el Ejecutivo no legisla para una isla en particular y que, por lo tanto, la Ley de Renovación Turística es una norma que afecta a las cuatro islas turísticas del Archipiélago por igual. Berriel rechaza las críticas de los empresarios y las instituciones de Gran Canaria y asegura que la ley "ni perjudica a Gran Canaria ni a ninguna isla".

Según Berriel, hay muchas plazas alojativas autorizadas que no han sido materializadas y que la ley permite que se construyan en el suelo que está calificado. "La ley respeta estas camas y no las ha caducado a pesar de que no se han realizado las inversiones y permite que se puedan cambiar los proyectos. La ley no es retroactiva y es a partir de ahora cuando se vincula el nuevo crecimiento a la renovación", asegura el consejero.

El principal objetivo del Ejecutivo es que el sector esté regulado, de tal manera que se modernice y se mantenga en unas condiciones de competitividad que no tiene hoy en día porque "muchos alojamientos están en la ruina y perjudican a los que sí se renuevan", advierte.

La ley fija que el incremento de nuevas plazas turísticas sea a través de la renovación de la planta alojativa mediante incentivos. Según Berriel, el Gobierno utiliza estos incentivos "para obligar a las empresas a renovar a cambio de autorizar nuevas camas", por lo que las nuevas autorizaciones tienen que venir como consecuencia de haber rehabilitado otras. El consejero puntualiza que tanto en Gran Canaria como en el resto de las Islas se podrán construir hoteles de tres o cuatro estrellas con las camas que se quieran, siempre y cuando esas camas procedan de la renovación turística. Asimismo, se crea un registro de camas para los inversores que las quieran comprar.