La caída coyuntural del mercado nacional, a consecuencia de la crisis, será compensada con la llegada de turistas de otros mercados. Este ha sido el esperanzador mensaje que los sectores político y empresarial de Canarias han lanzado al cierre de la Feria Internacional de Turismo (Fitur) celebrada esta semana en Madrid. Esos otros emisores son los mercados emergentes, con Rusia y Polonia a la cabeza, y los mercados tradicionales: británicos, alemanes y nórdicos. Pero pocos hablan de los nuevos mercados que Canarias no ha sido, hasta ahora, capaz de captar pese a encontrarse en nuestra área geográfica de influencia. Mercados como Francia o Italia, calificados de "difíciles" por los responsables de promoción.

Si es verdad que el factor de proximidad es uno de los criterios de selección del destino que pesa en el turista que busca descanso, sol y playa; también lo es que Canarias tiene, en un análisis de las distancias y tendencias de los modelos turísticos, mercados potenciales más amplios de los que está pudiendo atraer.

Al analizar las distancias que le separan de sus centros emisores, sorprende el hecho de que los principales clientes de las Islas no han variado prácticamente desde el inicio de la industria, hace más de medio siglo.

Alemania, Reino Unido y los Países Nórdicos tienen una presencia constante y creciente en Canarias entre 1970 y 2010. Estos turistas han sido fieles con este destino atlántico de una a otra generación. El medio millón de alemanes que llegó a las Islas en 1970 superó largamente el millón en los 90 y hoy se sitúa en 2,3 millones. Por su parte, los 345.000 británicos de los setenta se multiplicaron por cuatro en los noventa y se volvieron a duplicar en 2010. Y los nórdicos se han mantenido por encima del millón durante más de tres décadas.

El tirón de las excolonias

Sin embargo, los 105.000 franceses que viajaron a Canarias en 1970 se han mantenido en torno a esta cifra desde entonces. Mientras, los italianos han tenido una limitada e irregular querencia por estas islas, pasando de los 17.000 visitantes de 1970 a 163.000 de 2010. Lo cierto es que estos dos países tienen playas propias, y en el caso de Francia una especial querencia por sus excolonias árabes y africanas.

Alemania sin embargo es continental y tiene largas relaciones históricas con Canarias. Los vínculos son aún más arraigados en el tiempo con Reino Unido, que además no puede sacar partido a sus costas por razones climatológicas. Lo mismo ocurre con las frías regiones nórdicas europeas.

Pero más allá de las razones del estancamiento de estos mercados, los datos señalados abren el interrogante de a qué porcentaje de los nuevos turistas que cada año surgen en el mundo puede interesarle un destino como Canarias, y por qué. Y qué estrategias, más acordes con el dinamismo de los mercados, deben dirigirse a captar a estos potenciales clientes: "Francia e Italia son mercados difíciles, pero no se han trabajado lo suficiente. Se puede hacer mucho más de lo que ha hecho hasta ahora", apunta al respecto el empresario Santiago Puig.

Un especialista en promoción señala que en ambos países apenas se han realizado campañas de imagen, y desde luego ninguna sostenida en el tiempo. También el Gobierno autónomo reconoce, en su plan promocional, las dificultades que representa la actividad promocional en estos mercados, pero no apunta nuevas líneas de actuación para afrontar los cambios que les están afectando. Porque la prolongación de la inestabilidad que vive el norte de África está haciendo que los turistas procedentes tanto de la Europa Occidental como de la Europa del Este se sigan desviando hacia otros destinos, abriendo todo un abanico de posibilidades para fidelizar mercados que hasta ahora han sido esquivos con Canarias.

Los rusos y los polacos representan en el nuevo milenio lo que supusieron los alemanes del Este en la década de los noventa: "Si en el año 89 no cae el muro de Berlín habríamos entrado en una situación trágica en las Islas, porque hoy una parte importante de los turistas que vienen a Canarias proviene del lado de allá de la cortina de hierro", reflexionaba al respecto el empresario germano Wolfgang Kiessling.

Clases medias en crecimiento

Y en los últimos tiempos se está produciendo la llegada creciente de visitantes provenientes de otros países de esta área geográfica que, como Rusia o Polonia, están teniendo un crecimiento significativo de sus clases medias. Situados a una distancia de entre seis y diez horas de viaje de las Islas, comienzan a romper la barrera de la distancia, como han hecho los escandinavos desde hace décadas, para decidirse por Canarias frente a otros destinos de sol y playa más cercanos.

Además, el turista ruso se caracteriza porque viaja a lo largo de todo el año, lo que resulta muy interesante para un destino no estacional como el Archipiélago, y es el turista que más gasta con 160 euros por día frente a los 119 euros de media. Sin embargo, la compaginación de turistas de distintas nacionalidades no es siempre fluida, y la relación entre los rusos y alemanes ha creado algunas fricciones hasta el punto de que algunos hoteleros han optado por establecer cupos para equilibrar el número de ambos clientes.

Más discutibles resultan los esfuerzos promocionales encaminados a captar clientes de Estados Unidos, que ha sido una recurrente tentación a lo largo de la historia reciente del turismo canario y otra de las propuestas que se han puesto sobre la mesa en Fitur. La primera feria del año también puso en evidencia las dificultades de encajar cada mercado, sus conexiones y las promociones.

¿Turismo africano en Canarias?

África es una asignatura pendiente en Canarias también desde el punto de vista turístico. Representa tan solo el 5% del total del turismo mundial, por lo que su potencial de crecimiento es enorme, de tal forma que la propia Organización Mundial del Turismo está haciendo especial hincapié en la promoción turística en África. Puesto que el turismo va a ser una de las claves del desarrollo del continente africano, ¿qué mejor puerta de entrada que las Islas? ¿Quién mejor que Canarias para exportar su know how?

Tímidamente van surgiendo iniciativas de cooperación económica entre el Archipiélago y su territorio más cercano. Así, en la región de Souss Massa Draa se están llevando a cabo diversos proyectos de desarrollo turístico canario-marroquíes.

El presidente de la asociación alauita de Desarrollo del Turismo Rural, Hassan Aboutayed, resumía el pasado año el objetivo de la red de innovación turística que se ha puesto en marcha con socios de ambas regiones: "Agadir es una nueva ciudad, con hoteles y playas como en Canarias, con ansias de aprender de las Islas y también de interactuar con ellas en el sector turístico, tal y como sucede en otros sectores como la agricultura o la pesca".

Pero aún hay más. ¿Podrían las estadísticas turísticas de Canarias incluir un nuevo epígrafe para registrar la llegada de turistas árabes a las Islas? La realidad es que varios países de África occidental han logrado un crecimiento económico sostenido en los últimos años, y también en este continente crecen las clases medias que buscan la experiencia del viaje turístico.

Así, la élite marroquí está viajando ya, además de a Francia, a Túnez, Argelia y Andalucía. ¿Podrían sentirse atraídos por el destino Canarias? "Estamos potenciando de manera importante los vuelos con África. Y tenemos convenios con las diversas regiones marroquíes para promocionar la ruta con Agadir, que está teniendo una ocupación espectacular. De hecho, el 25% del total de estos pasajeros son marroquíes que vienen a comprar aquí", explica Pedro Agustín del Castillo, presidente de Binter.