El tiempo compartido (compra de una semana en un complejo para disfrutar de dicha semana una vez al año por un espacio de 50 años) es sinónimo de empleo y desarrollo. Esta actividad, de la que dependen más de 10.000 empleos directos sólo en España, destaca por el peso específico que tiene este segmento vacacional para el conjunto del sector.

Así, cadenas hoteleras como el Grupo Anfi, Sol Meliá, la cadena Hilton o RCI (empresa de intercambio vacacional) son actores principales de este negocio, que aglutina 240 complejos. La modalidad también denominada aprovechamiento por turnos tiene en Canarias uno de su puntos más calientes, ya que las Islas con un total de 128 unidades concentran más del 50% del total de los complejos de tiempo compartido en España. Sólo el Grupo Anfi con sus cinco unidades da empleo a un millar de trabajadores. Una cifra que confía en seguir inflando a medio plazo con el desarrollo del proyecto de Anfi Tauro que contempla la construcción de una playa y nuevas unidades alojativas.

El impulso del ´time share´ en la economía se ve reforzado, ya que son unidades `nada incluido´. Es decir, al contrario que un hotel tradicional, la modalidad compartida obliga al turista a salir del complejo para poder cubrir sus necesidades del día a día debido a que estas unidades alojativas no contemplan servicios adicionales. "Hablamos de un turista muy rentable porque está obligado a realizar un gasto que repercute directamente sobre el destino y que se aleja por completo de lo que ocurre en cliente de un hotel ´todo incluido´, donde el turista apenas realiza gastos extras", asegura Dimitri Manikis, directivo de RCI.

El primer requisito que debe regir esta modalidad de negocio debe ser la calidad. El ´time sharing´ sólo funciona si se ofrece estándares de máximo lujo y es perfectamente compatible con el negocio hotelero tradicional y no es en absoluto un competidor. Otra de las ventajas del tiempo compartido es que una familia amortiza la adquisición de la semana a los siete años. Es decir, lo que un turista se gasta en ir de vacaciones con su familia al año durante siete años equivale al coste medio de una semana de tiempo compartido.

´Made in Suiza´

El tiempo compartido es ´made in Suiza´. Esta modalidad turística por la que un cliente compra una semana de descanso al año en un complejo para disfrutarla durante medio siglo de forma ininterrumpida se creó hace más de cuatro décadas en Suiza. La idea se fraguó cuando muchas familias solo iban a disfrutar de la nieve una o dos veces por temporada y no volvían a esas instalaciones durante el resto del año. De esta forma se originó el concepto de Club Vacacional por la que los clientes solo adquirían la propiedad de determinados días al año a cambio de una cuota de mantenimiento anual. Hoy en día, este concepto es conocido mundialmente como una forma alternativa de vacaciones y se ha convertido en un elemento muy importante de la industria del turismo. Una actividad en la que el Grupo Anfi ha sido pionero en Canarias. Este sistema permite que el turista tenga la oportunidad de comprar derecho de aprovechamiento por turnos de una propiedad para un determinado periodo de tiempo y, además, se le brinda la oportunidad de hacer intercambios con otros destinos.