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UD Las Palmas 4a Copa Mahou (Final, ida)

Trago amargo en la Copa Mahou

La UD Las Palmas, condicionada por la carga de trabajo, cae ante el CD Tenerife (1-0)

La UD saltó al césped del Heliodoro con su once inicial habitual, pero incluyendo alguna de las recientes incorporaciones, como el defensa Bigas. El israelí Kriaf completó con Jesús gran parte de los minutos. CARSTEN W. LAURITSEN

Valerón y poco más. Eso es lo poco positivo que se puede extraer del paso de la Unión Deportiva Las Palmas por el Heliodoro Rodríguez López para medirse al CD Tenerife en el partido de ida de la Copa Mahou, un duelo soso -tan habitual en verano como el calor-, feo por momentos, violento en algunos instantes y que se resolvió con un gol de Nadjib en el minuto 90 (1-0).

El partido de ida de la Copa Mahou destapó la inquietud que genera la lesión de Ángel López en Paco Herrera. Anoche, ante el CD Tenerife, el técnico probó con el tercer lateral derecho en 24 horas. Si ante el CD Mensajero jugaron en ese puesto Roque Mesa y David Simón, ayer, en una plaza como el Heliodoro Rodríguez López, experimentó con Jesús en el carril de una defensa que, por lo demás, parece tomar cuerpo a la espera de más posibles refuerzos: Aythami Artiles, Pedro Bigas y Javi Castellano.

Si el ensayo tuvo cuerpo de algo más que un simple bolo de verano, fue para Ofir Kriaf. El centrocampista israelí fue titular en la medular, allí por donde Javi Castellano y Culio lucen galones de mando. Bien ante el CD Mensajero, la prueba ante el CD Tenerife exigió más al jugador de Jerusalén, que dio una respuesta más concreta, más precisa, sobre su verdadero potencial y el punto de su carrera en el que se encuentra. Se mostró como un futbolista liviano, de juego correcto, habilidad para tocar y moverse hacia el espacio libre, pero de poca incidencia en el sistema colectivo. Poco, en apariencia, para tener una plaza en una plantilla que en tres semanas empezará a jugarse los garbanzos ante transatlánticos como Atlético de Madrid, FC Barcelona, Real Madrid, Sevilla FC o Valencia CF.

En su segundo test de altura de la pretemporada, tras empatar el pasado fin de semana ante el Sporting de Gijón (1-1), al CD Tenerife salió con brío al terreno de juego, con ganas de pintarle la cara a un rival que ahora le mira desde un peldaño superior en el entramado jerárquico del fútbol español. Empujó el equipo de Raúl Agné y en el minuto tres, tras un saque de esquina, Germán puso a prueba, con un buen cabezazo, a Raúl Lizoain, que respondió de manera impecable: con una estirada abajo, al palo izquierdo, para mandar el balón a córner.

Más ligero, sin la carga del amistoso del viernes en Miraflores ante el CD Mensajero, el CD Tenerife se permitió el lujo de imprimir un punto de más en todo: en juego y en marrullería. Vitolo, sospechoso habitual en este tipo de partidos, dejó el primer aviso a Jonathan Viera justo delante del banquillo de la Unión Deportiva. Y esa acción calentó el ambiente. Con poco fútbol, con el equipo amarillo empeñado en mandar y con el conjunto blanquiazul cómodo a la contra, agazapado a la espera de su oportunidad para meterle mano a su eterno rival en el único momento del curso -por una simple cuestión de categoría-, el amistoso pasó a bronca al siguiente chispazo.

Javi Moyano, pasado de revoluciones, agredió a Culio en el minuto 33 y se armó el Belén. Jonathan Viera saltó en ayuda de su compañero y Vitolo -otra vez- le dejó un recado al delantero de La Feria, acción que hizo saltar a los dos banquillos y que provocó que la Policía Nacional tuviera que entrar al campo para poner un poco de orden donde el árbitro, Carlos Franco, había perdido ya toda la autoridad.

Se diluyó el resto de la primera mitad en medio de cierto ambiente de tensión y del empeño de Jonathan Viera, por el extremo izquierdo, de inventar algo diferente en ataque, una línea en la que Araujo aún anda sin chispa -lejos de su mejor tono físico- y en la que Roque Mesa apareció incisivo por la banda derecha y poco más a la espera de que William José se incorpore a la plantilla y de que club contrate a otro atacante.

El paso por vestuarios permitió a Herrera jugar con todas las posibilidades que da su plantilla. Cambió fichas, pero mantuvo el mismo dibujo táctico de siempre, patrón que, de momento, no se discute. A partir del 1-4-3-3, trazo que sirve como esqueleto y que los futbolistas envuelven para dar sentido al juego amarillo, el técnico dio entrada a Javi Varas, David Simón, David García, Christian Fernández, Hernán, Momo, Nauzet, Héctor y Asdrúbal -sólo se mantuvieron Jesús, que dejó el lateral derecho para pasar el eje de la zaga, y Ofir-.

Tanto meneo no trastocó ni una sola línea del guión por el que había transcurrido antes el partido. A Las Palmas, espesa por la carga de trabajo, le costó horrores hacer circular la pelota con cierto sentido y al CD Tenerife le bastó con esperar para gozar de oportunidades de gol, todas mal resueltas por el equipo blanquiazul -la primera la resolvió Varas y la otra la mandó fuera Pedro Martín- excepto la última: la que no desaprovechó Nadjib tras irse de David García y Jesús (0-1, min. 90).

Sólo brilló la Unión Deportiva cuando Valerón cogió el balón y lo bajó al suelo. Fue poco y sucedió al final, justo cuando el reloj mandó parar y citó a ambos equipos para resolver la Copa Mahou en el partido de vuelta: el 12 de agosto, en el Estadio de Gran Canaria.

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