A la UD Las Palmas no le apetecía jugar en Almería. El equipo amarillo, con las piernas cansadas y la mente en ninguna parte, pasó de todo en los Juegos del Mediterráneo (2-0), donde el equipo local se llevó una victoria con lo justo gracias a los goles de Fatau e Iván Sánchez. Tras la buena imagen ofrecida en Funchal nada, absolutamente nada, se salva en el conjunto amarillo, al que le queda la explicación del cansancio acumulado en las últimas 48 horas y el insoportable calor -32 grados en el comienzo del duelo-.
Pocas conclusiones positivas puede sacar Paco Herrera más allá de los primeros minutos en la pretemporada de Vicente Gómez y Antolín Alcaraz, y de que Willian José, que dejó buenos detalles, difícilmente va a funcionar si no tiene una referencia por delante. Sólo eso en un conjunto -sin Varas, Aythami, Culio ni Viera del presumible once titular- que estuvo muy espeso y le faltó verticalidad.
Pese a todo la UD salió a mandar. Paco Herrera cambió casi por completo el once del viernes, manteniendo sólo a Pedro Bigas, David García y Dani Castellano en el once, seguramente por falta de alternativas ya que Alcaraz no estaba para salir de inicio. Sergi Barjuán ha confeccionado una plantilla para tener también el balón, pero en esa batalla se impuso en los primeros compases la jerarquía de Valerón, Momo y Roque.
Buen comienzo de Willian
A ellos se les unió Willian José, que conectó muy pronto con sus compañeros. El brasileño no tiene problemas de entendimiento cuando se trata de combinar y dejó muestras de su talento. Es un rara avis dentro de la profesión de delantero. Demostró en el Juegos del Mediterráneo que prefiere pedir la pelota en corto a desmarcarse al espacio y dar el último pase antes que rematar a portería, aunque no le falten argumentos para aportar de todo. Así, sin ninguna referencia por delante o extremos que amenacen la espalda de la defensa rival, es muy difícil que el conjunto amarillo haga daño.
En una de esas acciones más propias de un mediapunta habilitó a Asdrúbal con un buen pase al espacio, pero el remate del de Guanarteme se marchó cruzado. Fueron los mejores minutos de los amarillos, pues fueron bajando el ritmo por el calor, las piernas pesadas y el mayor ímpetu del Almería. Sin embargo, el césped, que terminó de replantarse la mañana previa al duelo y era la otra gran preocupación de los de Herrera, mantuvo la compostura. En ese tramo de encuentro Asdrúbal y Roque también disfrutaron de oportunidades que desaprovecharon, una de ellas tras una enorme recuperación de Pedro Bigas, que sigue siendo una de las mejores noticias de la pretemporada.
Pero se le acabó la gasolina a los amarillos a la media hora y nadie sacó el surtidor. Poco a poco el Almería se fue apropiando de la pelota y un latigazo muy lejano de Fatau se coló en la portería de Raúl Lizoain, que pudo hacer más. Se convirtió entonces la UD en un flan, empezó a perder balones y no hubo respuesta. El tedio se apoderó de los amarillos y el Almería siguió generando peligro, con un disparo lejano de Montoro y una buena parada de Raúl en un mano a mano con Chuli como principales ocasiones. A Valerón se le acabó el fuelle y ni Roque ni Momo cogieron el testigo de un equipo anodino.
Más de lo mismo
Entraron Javi Castellano y Tana en la reanudación, pero la UD siguió en la línea del final de la primera parte. Y lo mismo ocurrió tras un carrusel más amplio de cambios a la hora de encuentro, con los que David García y Dani Castellano se convirtieron en los únicos en disputar los 180 minutos de la gira mientras que Alcaraz y Vicente sellaban su primera participación de la pretemporada.
La vida siguió igual pese a que el ataque amarillo era más reconocible. La verticalidad que faltó en la primera parte la intentó arreglar Sergio Araujo con un par de disparos lejanos sin puntería. También le dio tiempo a Vicente y Tana de cuadrar una buena jugada en la que el remate del de Schamann lo rechazó un defensa cuando iba para dentro.
Y en medio de la inoperancia de la UD llegó el segundo del Almería. Fue obra de Iván Sánchez aprovechando el rechace de una gran intervención de Raúl Lizoain. El meta dejó varias buenas paradas en la segunda mitad y evitó un peor resultado despejando remates de Míchel y de Iago Díaz. Con un sabor agridulce se marchó el conjunto amarillo de Almería después de que en Funchal arreglara la mala imagen ofrecida en el derbi.
