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UD Las Palmas Pretemporada 2015-16 (El análisis)

Herrera calificó de "jubilados" al plantel de la UD para motivarlos

El técnico, tras la derrota en Almería, busca un punto de inflexión

Herrera, en el centro, al inicio de la pretemporada, custodiado por su segundo Ángel (d) y el preparador físico Rafa Cristóbal. Q. CURBELO

Una UD de Primera y jubilados. Del éxtasis del 21-J al primer cisma del verano del plantel de la galaxia. "Es como si fuéramos un grupo de jubilados", valoró el técnico Paco Herrera, tras caer el pasado domingo ante el Almería (2-0). Es la segunda derrota de la pretemporada -la anterior fue ante el Tenerife en el Heliodoro en la Copa Mahou- y el estratega del ascenso dijo basta. Un tirón de orejas en toda regla. Objetivo: marcar un punto de inflexión. Es la cronología de la gloria del gol del Araujo a la primera polémica.

Añora el espíritu guerrero de la pasada pretemporada, cuando los amarillos aplastaban a sus rivales. "No somos el equipo del año pasado; aún estamos lejos (...) Parecemos un equipo de jubilados; ése es mi trabajo y reto -revertir la situación-. Y lo voy a conseguir", dijo en Almería. El discurso ha calado, y hoy Herrera (a las 10.00 horas) se reencuentra con sus pupilos.

El preparador trató ayer de matizar sus palabras. "Nos vamos a enfrentar a un miura -el Atlético de Madrid el próximo 22 de agosto- y hay que despertarlos. Nadie se queda con que lo vamos a conseguir, tengo 12 días, todos se quedan con la frase de los jubilados (...) Un amigo me dijo que en pretemporada casi siempre es el momento que los entrenadores nos cabreamos muchísimo", explicó ayer en los micrófonos de Radio Marca.

Inofensivo y cariñoso

El catalán, de 61 años, el preparador más longevo de Primera, pretendía corregir "la actitud" de sus pupilos. "El único jubilado soy yo; el año pasado daba gusto vernos. Ganábamos 0-5 con intensidad y ritmo. Y yo sé por qué lo digo -lo de jubilados-. Es positivo, es para despertar a la gente. Hay que transmitir cosas, en privado se puede. Pero cuando haces ruido; despiertas un poco más. Todos me conocen, mando mensajes, pero soy inofensivo. Soy muy cercano y cariñoso".

Restan doce días para el inicio de la competición y Herrera, tras tres semanas de pretemporada (en la que se han completado seis amistosos ante la Selección del Sur, CD Mensajero, Tenerife, Laguna, Marítimo de Funchal y Almería), buscó el momento preciso para mandar este wasap de fuego al plantel.

"Ante el Marítimo -de la Primera categoría lusa-, hicimos un partido muy serio y luego no conozco a mi equipo. Pero saco la valoración positiva, en doce días vamos a darle la vuelta". El cuadro isleño retoma el trabajo en una semana clave de la preparación. Mañana se cita con el Tenerife (21.00) en el Gran Canaria, en la vuelta de la Copa Mahou, y el sábado toca visitar al Rayo en Vallecas. El domingo, ante el Tetuán Mogreb de la primera categoría del fútbol marroquí, y dirigido por el extécnico Sergio Lobera, se pondrá el punto y final a los ensayos.

Falta de chispa justificada

La UD ha sido el último conjunto de la liga de las estrellas en iniciar el trabajo físico y de carga. Los amarillos cuentan con dos semanas menos de preparación que el resto de sus rivales en la lucha por la salvación.

Esta circunstancia justificaría en parte las dos derrotas ante dos conjuntos de la categoría de plata como los señalados Tenerife y Almería.

A esta falta de rodaje se suma una pretemporada accidentada. Tras completar los primeros diez días en el Sur de la Isla en la primera parte del 'stage', la UD no pudo completar un duelo amistoso ante el Llagostera por problemas logísticos. Esta falta de previsión fue cuestionada por el propio entrenador y parte del vestuario amarillo. "Nos han faltado amistosos, siempre es positivo calibrar tu nivel competitivo, pero al final se ha hecho un gran esfuerzo y el trabajo está siendo sobresaliente", valoró Jonathan Viera, el mimbre más en forma del plantel y que dejó su sello de magia ante el Marítimo con un golazo.

Aún en la fiesta del ascenso

Herrera fue más allá y aseguró que detecta cierta relajación en el plantel. Es el precio de conquistar el paraíso. "Estoy convencido de que nos vamos a salvar, sufriremos pero lo conseguiremos (...) Cuando mandas el mensaje es porque no podemos permitirnos relajarnos. Estamos viviendo la fiesta, lo he sentido, como si todavía estuviésemos celebrando el ascenso. Hemos terminado dos semanas más tarde, llevamos un retraso de entrenamientos; hay que ponerse las pilas".

Motivador nato, Herrera busca con estos dardos tocar la fibra y el orgullo de un vestuario ganador. Un grupo que se encuentra reforzado con las altas de Javi Varas, Bigas, Antolín Alcaraz, Willian José y el lateral zurdo Javi Garrido -que hoy firma su primer entrenamiento-.

Silencio y cabreo en el grupo

La famosa frase de Herrera sobre los jubilados no ha sido recibida de buen grado por sus jugadores. Parte del vestuario, asume que se trata del espíritu motivador, de un técnico curtido en mil batallas. "Se las sabe todas, y siempre busca el bien del grupo", valoraba un peso pesado. Otros futbolistas desconocían que les había mencionado tras la derrota ante el Almería del catalán Sergi Barjuan. "Estoy fuera de todo; me encuentro con mi familia. Ni me he enterado. ¿Seguro?", detallaba un centrocampista, que fue titular en los Juegos Mediterráneos. Herrera activó la bomba y la 'crisis de los jubilados'. Un volcán en el vestuario de la leyenda y los héroes del 21-J.

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