La UD Las Palmas y David Simón, que acaba contrato el 30 de junio de 2016, están condenados a entenderse. Después de continuos tiras y aflojas en las últimas semanas, en la mañana de ayer se vivió el primer acercamiento en mucho tiempo. Un carrusel de llamadas telefónicas sirvió, con la mediación de Toni Cruz y Paco Herrera, para calmar los ánimos justo cuando parecía que se iba a llegar a un punto de no retorno.
Las posturas en materia económica siguen estando lejanas, pero se ha desenterrado el hacha de guerra, la primera piedra para llevar la negociación a buen puerto. El capítulo más tenso se abrió el pasado jueves, cuando el club insular comunicó al lateral que no fuera a Pío XII a firmar su ficha, como estaba previsto, ya que no tenía intención de inscribirle en la Liga de Fútbol Profesional, lo que le hubiera dejado sin jugar durante toda la temporada. Sin embargo, 48 horas más tarde el club dio marcha atrás y el jugador firmará a comienzos de esta semana su ficha para ser inscrito, por lo que estará disponible para el entrenador durante todo el curso.
La estrategia utilizada por la entidad insular suponía un arma de doble filo. La decisión de dejarle sin ficha significaba una medida de presión que perjudicaba los intereses del equipo esta temporada y abría la puerta a una batalla judicial en la que todos perderían. El jugador, por un lado, se quedaría un año en blanco, y el club, por otro, se arriesgaba a perder dinero y a una pieza insustituible para Paco Herrera. Si esa postura hubiera continuado hasta el 31 de agosto, fecha límite para la inscripción de jugadores, en el entorno de Simón tenían claro que llevarían al club a los tribunales y con todas las de ganar.
Y es que son numerosas las sentencias en los últimos años que han dado la razón a los abogados de la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles) en estos casos por "impedimento del ejercicio profesional", lo que condena a los clubes a pagar al jugador la totalidad de su ficha, una indemnización y a dejarles con la carta de libertad. Pero esa situación de enroque se ha desbloqueado después de que Toni Cruz y Paco Herrera mediaran en la mañana de ayer.
Así, aunque las diferencias a nivel económico siguen siendo las mismas que la semana pasada, el clima está tranquilo. Se ha abandonado la postura del ultimátum para dar paso a la del diálogo. Y en ese contexto llegar a un acuerdo se antoja más sencillo.
La oferta que tiene sobre la mesa el representante de David Simón es hasta 2018 y la distancia que les separa es ligeramente superior a los 100.000 euros en el total de lo que cobraría el jugador en los tres años. Ambas partes han cedido con respecto a su posición inicial al comienzo del verano, pero no ha habido novedades en las últimas semanas.
Miguel Ángel Ramírez, que pone por delante que "la relación con el chico es muy buena, es solo una cuestión económica", explica que la UD no va a moverse: "Al jugador se le va a inscribir y va a jugar, pero seguirá cobrando lo que pone actualmente en su contrato y nos emplazamos al 30 de junio", indica el presidente. "Las Palmas se ha plantado y ha informado a su representante que se le inscribirá, jugará si el entrenador lo considera oportuno y no va a variar en su oferta", expone el máximo mandatario.
"Él se quiere comparar con jugadores ya contrastados en la categoría pero la UD entiende que la oferta es buena y acorde a los compañeros de su mismo nivel", añade el presidente. Y ahí está el quid de la cuestión. Mientras una parte posiciona a Simón a la altura de un jugador clave en la actual plantilla por su rendimiento el curso pasado, en la otra recuerdan que lleva una temporada en el fútbol profesional. Pero todos quieren llegar a un acuerdo, algo que este domingo está más cerca que hace 48 horas.
