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La cantera

Un invernadero de Primera

Los futbolistas formados en las Islas son capitales en el nuevo salto a la élite; de las 24 fichas que tiene la UD, 16 tienen la firma de jugadores nacidos en Gran Canaria y Jonathan Viera, traspasado del Standard, el último en volver

Todos los canteranos de la UD que iniciaron la concentración en el sur de Gran Canaria.

En el verano de 2010, la UD Las Palmas hizo una mirada instrospectiva. Después de cuatro temporadas consecutivas de fracasos en la Segunda División tras su regreso a la categoría de plata, el equipo amarillo reflexionó. Había poco dinero en las arcas de Pío XII. El mercado de verano anterior había traído a ocho futbolistas de peso para intentar asaltar la Primera División. Eran el guardameta Assmann; los defensas Beranger y Pignol; los centrocampistas Diego León, Cejudo y Josico y los delanteros Javi Guerrero y Guayre Betancor. Además, Sergio Kresic, el entrenador del último ascenso, era el hombre que dirigía el proyecto para intentarlo otra vez.

Aquello no salió y la UD se encontraba en otra encrucijada y sin poder enfrentarse a un desembolso económico importante. Ahí apareció de nuevo la cantera, que abanderó el proyecto con Paco Jémez a la cabeza. En esa camada de futbolsitas que hasta hacía un año competían en Tercera estaban Vitolo, Jonathan Viera, Vicente Gómez, Aythami Álvarez o Randy.

Ése fue el germen de la recuperación de la identidad del equipo amarillo. La cantera volvió a tomar el mando de una entidad que caminaba sin rumbo y que hoy, con la resurrección de la canariedad está en Primera. Un cambio de categoría que no se ha traducido en un cambio de idiosincracia: la cantera sigue siendo la bandera del club.

La muestra de ello han sido los pocos movimientos en este mercado de la UD Las Palmas. Pocos refuerzos para que el equipo siga manteniendo sus raíces canarias. Apenas cinco caras nuevas, de momento, en el plantel para que el equipo se prepare para competir en la que muchos denominan la mejor liga del mundo.

La política de repatriaciones de los últimos años con hombres contrastados como Nauzet Alemán, Ángel López, Momo, Aythami Artiles, Jonathan Viera o el mito del fútbol grancanario, Juan Carlos Valerón, llegaron para poner a la UD Las Palmas en Primera División y lo han conseguido. Pero no sólo jugadores grancanarios con una trayectoria consolidada en el fútbol nacional han sido los únicos en volver a casa. La apuesta por recuperar a otros jóvenes valores de la casa que habían emigrado también salió bien. El caso más significativo es el de los hermanos Javi y Dani Castellano. Los gemelos volvieron a Gran Canaria tras cinco temporadas fuera del club y después de una salida convulsa al filial del RCD Mallorca. Ambos fueron imponiéndose en las alineaciones de los distintos entrenadores que pasaron por el banquillo de la UD. Sus condiciones crecían y con ellas, el nivel del equipo subía un poco más cada año.

Por debajo, seguían madurando más futbolistas que con el paso del tiempo se han hecho con un peso muy importante en la plantilla. Ahí aparece Hernán -debutante en la goleada que encajó la UD en Alcorcón en la temporada 2010-2011- que tras brillar en el filial consiguió un hueco casi fijo en el primer año de Sergio Lobera como técnico del equipo.

Lo mismo que sucedió con Asdrúbal Padrón y Tana en la segunda temporada del técnico maño. El de Guanarteme cayó de pie en el Gran Canaria con un gol ante el Eibar en su debut. Una relación con la portería y la grada que se ha estrechado cada vez más. A Tana, la fortuna con las lesiones no le han acompañado. Mermado físicamente, su participación ha sido cada vez menor. Este verano ha convencido a Herrera, aunque su nombre, por su escasa implicación en los planteamientos del técnico, siempre es el primero que sale si hay que hacer hueco en la plantilla para más refuerzos.

El trabajo del filial

En ese trabajo de cantera, la recuperación de Las Palmas Atlético ha tenido una importancia capital. Sin él, las dos grandes sensaciones de la pasada campaña, Roque Mesa y David Simón, no serían hoy los futbolistas que son. Probablemente, por su trayectoria hasta alcanzar una ficha del primer plantel insular, son unos de los casos de más constancia en la UD. El futbolista de Telde pasó por los filiales del Levante y Tenerife antes de llegar al club de Pío XII para jugar en el filial. Después debutó fugazmente con el primer equipo y buscó una salida en forma de cesión al Atlético Baleares que culminó con dos años en Las Palmas Atlético para sobresalir y convencer a Herrera el pasado verano.

Desde 2008 hasta el último curso, David Simón estuvo trabajando para intentar convencer a los diferentes entrenadores que tenía en el filial para hacerse con un hueco, primero en su equipo, y depués para saltar al Gran Canaria. Un salto que dió con 25 años el verano pasado. Instalado en el carril derecho, consiguió ser el mejor lateral derecho de la competición, una distinción personal que le otorgó La Liga en el mes de junio.

Además, la labor de captación del club ha traído a la Isla otros jóvenes valores del fútbol canario como los tinerfeños Jesús Valentín o Carlos Gutiérrez.

Unos futbolistas que antes de llegar a la UD Las Palmas también disfrutaron de la labor sorda de otros equipos de la Isla. Desde el Barrio Atlántico al Huracán, pasando por el Arguineguín o la cadena del Puertos Las Palmas.

Los emigrantes

Además de los 16 futbolistas de su provincia que tiene el equipo amarillo, el resto de la Primera División también cuenta con talento exportado desde Gran Canaria. Otros siete futbolistas criados en gran parte en los campos de la Isla jugarán este año en la máxima categoría del fútbol nacional. Muchos de ellos, con un papel trascendental en sus respectivos equipos.

El caso más notable es el de Vitolo. Reclutado desde el Árbol Bonito por Germán Dévora cuando El Maestro era director de la cantera amarilla, el extremo del Sevilla es un fijo en los planes de Unai Emery. Ahora inicia su tercera temporada en el club andaluz, donde ha convencido a entrenador y grada. Partícipe en los dos últimos títulos de la Europa League que ha logrado el Sevilla, sus notables actuaciones llamaron la atención del seleccionador Vicente del Bosque al final de la temporada pasada. Un trabajo que le ha valido para ser internacional con España en las dos últimas convocatorias.

El otro gran referente es Jesé Rodríguez. La progresión del grancanario se cortó hace dos años con una grave lesión de rodilla en la Champions League. Con pocos minutos el año pasado, el gran reto que tiene por delante es volver a ser el futbolista eléctrico que deslumbró antes de aquella rotura de ligamentos de la rodilla que le hizo pasar por el quirófano en dos ocasiones.

La representación grancanaria fuera de la UD no acaba aquí. El Deportivo de La Coruña aún tiene entre sus filas a Manuel Pablo. El lateral derecho de Bañaderos -que cumplirá 40 años en enero- es toda una institución en Riazor y está casi con seguridad ante su última temporada en Primera División. Allí está acompañado del portero Fabricio Agosto. El guardameta criado en la cantera del desaparecido Vecindario, fue el culpable de que muchos puntos se quedasen en el casillero del equipo gallego durante el curso pasado, cuando el Dépor peor lo pasaba.

La nómina de grancanarios se amplía este año con la llegada del Betis y Rubén Castro, el Sporting con Mandi y Sandro con dorsal del primer equipo del FC Barcelona. El delantero insular del club catalán está ante su gran oportunidad para consagrarse en la Liga BBVA y en el mejor equipo del mundo tras la salida de Pedro Rodríguez al Chelsea de José Mouriho. En total, siete ejemplos más del invernadero de buenos futbolistas que tiene Gran Canaria para la Primera División.

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