Si alguien le llega a decir hace un año que estaría con la UD Las Palmas en Primera y usted de máximo goleador, ¿se lo hubiese creído?
No, creo que es algo que ni te planteas. Después de lo que sucedió el año anterior a que yo llegara, era complicado poder creer en ello. Nos mentalizamos que sólo teníamos que centrarnos en cada partido y ahora podemos disfrutar de la Primera División.
¿Y si le hubiesen dicho que iba a ser el que metiera el gol del ascenso de la UD?
Creo que tampoco. A cualquiera le hubiera gustado hacer ese gol. No me imaginaba eso, ni ser el máximo goleador ni tener tanta repercusión acá con este club tan importante en la Liga.
¿Cúantas veces ha visto ese gol repetido?
[Ríe] Un montón de veces. Mis amigos estuvieron enviándome la foto del gol un montón de veces por los grupos de WhatsApp preguntándome que si me lo creía. Esos son los momentos donde agarras toda la emoción que tienes y te das cuenta que has hecho feliz a un montón de gente.
¿Llegó ese gol a Argentina, donde pasó sus vacaciones?
Sí, pero cuando estoy con mis amigos prefiero evitar hablar todo el rato de fútbol. Aunque está presente intento tener otras distracciones cuando estoy con ellos. Lo que sí hacemos es jugar algún fútbol sala juntos con precacución.
¿Qué se dio en Gran Canaria para que explotase definitivamente en la UD?
Que tanto la institución como todas las personas que trabajaron durante el año pasado con nosotros me hicieron sentir muy feliz y muy cómodo. Cuando una persona se siente bien en un ambiente todo sale sobre ruedas.
¿Qúe tiene Gran Canaria de especial en ese sentido?
El cariño de la gente. Es una afición que me ha dado mucho cariño a pesar de que en mi último año en Tigre sólo había conseguido meter cuatro goles. Mi llegada acá fue muy importante. Gracias a la afición he demostrado todo mi nivel.
¿En qué ha cambiado Araujo en todo este año?
En el trabajo. Mi forma de trabajar desde que llegué no tiene nada que ver a lo que hacía en temporadas anteriores. Pero bueno, creo que el año pasado he trabajado mucho incluso cuando estuve tres meses sin marcar un gol. Siempre salía, corría hasta que se rompió el maleficio.
¿Más maduro?
Mucho más. Al principio de Liga no me lo podía creer, pero después cuando me pasó lo que contaba antes, lo de los tres meses sin marcar, me tocó madurar de golpe. Aprendí a no venirme abajo.
¿Fue el momento clave de la temporada esa sequía?
Para mí sí. Sufrí demasiado y la gente no dejaba de darme cariño, de desearme cosas buenas. eso no pasa en todos sitios. En ese momento me di cuenta de que la suerte me tenía que cambiar sí o sí por todas seas personas que confiaban en mí.
¿Alguna persona ha sido especial en este proceso desde que llegó a Gran Canaria?
El presidente. Desde que vine acá me ha dado mucho cariño. Cuando se fue mi papá y me quedé solo en casa, me llamaba, me escribía, se preocupaba de mí día tras día. La institución hizo que me pudiese traer acá a toda mi familia.
¿Se siente agradecido por esos detalles?
No sabes cuánto. Nunca dejaré de estar agradecido a este club. Venía de meter cuatro goles en 20 jornadas y venir acá y poder jugar todos los partidos era algo que nunca me había pasado. Todo ese cariño sólo lo podía devolver con muchos goles.
¿Sentía que era su última oportunidad para relanzar su carrera si no quería quedarse estancado en Argentina?
Sí, el año pasado era mi última oportunidad para hacer el cambio que tenía que hacer. Por suerte, gracias al club, al presidente, a la afición y a mis compañeros lo pude lograr.
Y por fin Sergio Araujo en Primera División.
Estoy muy contento, no sólo por mí sino también por el equipo, porque tras muchos años lejos le tocaba estar ya con los más grandes. Y también con el palazo que se llevaron el año anterior. Además con muchos compañeros que vivieron ese drama y que pudieron superarlo con mucho esfuerzo.
Muchos además, como usted, no saben lo que es jugar en Primera. ¿Cómo está viviendo estos días previos?
Ansioso. Creo que todos los partidos los vivo con mucha ansiedad y sé que eso no es bueno a veces porque empiezas a maquinar muchas cosas en tu cabeza, muchas situaciones que piensas que pueden pasar en el partido. Además, sabes que a la afición le debes de responder desde el minuto uno. Así que muy nervioso, con muchas ganas de que empiece el partido de una vez.
Encima en el Calderón...
Va a estar complicado. Lo que debemos hacer es ser nosotros mismos, valientes, tirar para adelante y aguantar hasta el final del partido.
¿Le han contado ya los veteranos cómo es jugar en el estadio del Atlético de Madrid?
No, aún no. Eso lo dejan siempre para los viajes. Ahí estoy seguro que empezarán los consejos. Va a ser una experiencia nueva para muchos de nosotros.
Además tendrá a un compatriota enfrente, en el banquillo, como el Cholo
Es un gran técnico. Ha estado peleando por todos los títulos en los últimos años. La verdad es que no lo escuché, pero siempre a uno le gusta que un técnico como él te conozca.
¿Le preocupa esa falta de experiencia en Primera?
No, creo que es algo a lo que todos los jugadores nos tenemos que acostumbrar. Confío en que estemos preparados.
¿Qué espera en lo personal de este año en Primera?
Pues trabajar mucho, a muerte por este equipo. También intentar lograr el máximo número de goles posibles. Sé que será bastante complicado volver a meter el mismo número del año pasado, pero lo intentaré.
¿Se ha marcado objetivos claros?
Le dije a mi mamá que intentaría jugar todos los partidos posibles y que iba a intentar meter entre 10 y 12 goles. Vamos a ver, es un reto muy complicado, muy difícil, pero el que no arriesga no gana.
Hablaba antes de que le pasó factura aquellos tres meses sin marcar. ¿Está preparado psicológicamente para afrontar muchas jornadas sin ver puerta si eso pasa?
Mi cabeza ahora está en otra sintonía. Sólo pienso en trabajar para el equipo y si viene gol mío, bienvenido sea y si no, pues para que los hagan otros.
¿Cree que la plantilla ha conseguido ya asimilar la dimensión que tiene la Primera?
Creo que, todavía, de boca sí, pero no de sensaciones. Cuando estemos concentrados ahí en Madrid lo vamos a notar y decir: "somos de Primera". Estamos deseando que sea el viaje, la concentración y, por supuesto, el partido.
Presidente, entrenador y aficionados lo han señalado como el hombre franquicia del equipo. ¿Le gusta el reto o le pesa esa responsabilidad?
Me gusta, aunque tengo muy claro que no dejo de ser uno de los más chicos dentro del equipo y también sé que no me tengo que tomar todo como me dicen. En lo único que pienso es en hacer mi trabajo y si no sale, pues a seguir.
¿Cómo se siente con el tridente que apunta al Calderón con Viera y Willian José?
Con Willian creo que nos vamos a entender cada vez mejor. Es cuestión de que nos pongan cada vez más tiempo juntos. Con Jonathan es otra cosa, ya con mirarnos a veces nos entendemos.
Dicen de Willian que le cuesta integrarse. ¿Cómo lo ve?
Muy bien. El grupo lo trata muy bien y cada vez está mejor. Ahora sólo le queda ponerse en forma, por el golpe que tuvo en el último partido en Vallecas. Recién volvió y creo que va a ser importante esta temporada. Le dije que este año tiene que meter muchos goles. Conmigo se lleva muy bien.
¿Cómo está de forma? Herrera le tiró de las orejas en rueda de prensa cuando dijo que había venido un poco gordito
Muy bien. Todo lo que nos dice así el míster me lo tomo de gracia porque sé que él quiere lo mejor para mí. Me lo ha demostrado. Ahora estoy muy bien, de verdad, preparado para jugar.
¿Qué tal con Paco Herrera?
Muy bien. Es una persona a la que siempre le voy a estar agradecido por todo lo que ha hecho por mí. Siempre confió en mí. Desde que llegué después de haber metido cuatro goles en Tigre. Él me puso desde el minuto uno, siempre llamándome, siempre animándome, gritándome, con ganas de que mejore. Como ese padre que siempre está detrás de un hijo con ganas de que haga las cosas bien. Me insistía en que no tirara la toalla, que siempre luchase, en que todo me iba a cambiar.
Ha sido un verano donde su nombre ha estado relacionado con varios equipos, sobre todo con el Palermo. ¿Cómo vivió esos días con el equipo italiano insistiendo por comprarlo?
Estaba en Argentina con mis amigos y le dije a mi papá y a mi agente que no me molestaran, que si tenían que arreglar algo que lo hicieran ellos. Sólo les dije que estaba feliz aquí, en Las Palmas. Por suerte hoy sigo donde soy feliz.
¿Esa felicidad le hizo valorar más la UD Las Palmas que otros equipos?
Sí, pero más que la felicidad es que a este club le voy a estar debiendo cosas. Es el equipo que me dio la oportunidad de poder volver a ser Sergio Araujo, lo mínimo que podía hacer era quedarme acá.
¿Qué le pide a esta temporada en Primera?
No tener lesiones, hacer un gran año, meter goles junto a mis compañeros y festejar al final del curso la permanencia en Primera y poder seguir acá mucho tiempo.
¿Piensa más allá de este año?
No. Siempre que he intentado dar dos pasos antes que uno he solido tropezar.
Un mensaje para la afición.
Que intentaré mantenerme como el año pasado y que si no sale, que nunca duden que voy a sudar todo lo que pueda esta camiseta. Eso está seguro.
