Debutó en Primera luciendo aplomo y serenidad ante un ataque de pánico del Atlético. ¿Qué análisis hace de su estreno en el Calderón ante el Altético, que se resolvió en ese golpeo de Griezmann que tocó en la barrera?
Es un sueño cumplido, siempre he querido que llegue el momento y es muy especial. Pero también fastidiado por el resultado, hay que quedarse con el lado positivo. El equipo hizo las cosas muy bien ante un equipo como el Atlético de Madrid, que hace que te exijas mucho. Al final se llevaron la victoria con un gol, en un acción fortuita, porque toca en la barrera y el Atlético se quedó con los tres puntos. Estás fastidiado pero a la vez ilusionado y orgulloso del trabajo completado ante un gran rival.
¿Qué fue lo que más le sorprendió: el ambiente (45.000 almas en el Calderón) o la intensidad del bloque colchonero?
Esperábamos ese ambiente, sabíamos muy bien a quién nos enfrentábamos. A uno de los grandes de la Liga. Pero sobre todo al cambio de Segunda a Primera, un salto de categoría que se aprecia en el nivel y en la exigencia de esta competición. Estamos en esa fase de adaptarnos rápidamente al escenario.
Herrera aplicó una novedad táctica al jugar con tres centrales y funcionó. ¿Se sintió más cómodo? ¿Es una fórmula válida para el resto del campeonato?
Quedó más que confirmado, que ante un equipo como el Atlético, con esa forma de jugar tan intensa, tuvimos que defender muy bien. Y se hizo de una forma notable, sin cometer errores. Nos salió muy bien, apenas nos crearon ocasiones salvo la falta del gol -de Griezmann-.
Lució aplomo y estuvo muy sereno, luciendo veteranía en un pulso atómico, ante un Atlético que se ha gastado 126 millones de euros en refuerzos. Desvele el secreto. ¿Modificó algún aspecto de su preparación técnica?
Me lo tenía que tomar como un partido más. Como ya habíamos preparado el encuentro desde hace varias semanas, estaba tranquilo. Todo es importante, pero es fundamental estar sereno y demostrar al equipo que lo estás.
Debutó con la UD en noviembre del 2011 ante el Huesca en El Alcoraz y afronta su quinta campaña consecutiva de amarillo (34 duelos). ¿El del Vicente Calderón es el encuentro de su vida?
Por ahora se puede decir que sí, el debut en Primera con el Atlético en el Calderón es para recordarlo toda la vida. Espero que lleguen más, que no sea el último gran recuerdo. Y desde el trabajo y el sacrificio, que sean muchos más.
Sus padres Gabriel Lizoain y Loli Cruz estuvieron en las gradas del Calderón. ¿Qué representó para usted contar con el aliento de su familia?
Fue especial. Era la primera vez que fuera de casa estaba toda mi familia. Y en ese sentido fue emotivo. Es bonito que ellos vayan a verte, sentirlos y verlos ahí, te motiva.
El domingo, segunda jornada ante el Levante en el Gran Canaria y habrá debate en la portería. Usted cumplió con nota en el debut pero Javi Varas regresa tras su sanción. ¿Se ve de titular?
Al final el que decide es el entrenador. Estoy para pelear. Y entreno para jugar todos los partidos y que luego él -Paco Herrera- tome la decisión. Esta semana tendrá el debate y será lo que decida. Entreno para jugar todos los partidos posibles.
¿Modificó alguno de sus rituales antes de saltar al césped?
No soy de rituales, la mentalidad va cambiando y te lo dan los años y la experiencia. ¿Manías? Ninguna.
¿Qué hizo con la camiseta?
Una me la quedé y la otra me la quería quedar también pero la intercambié con el meta del Atlético Oblak. Y fue curioso, tras darme la suya me pidió la mía. Le pregunté: ¿Pero la quieres? Y me dijo que sí. Pues toma, se la cambié a Oblak.
Tras la primera batalla, ¿qué margen de mejora tiene la UD?
Es como dice, solo ha sido el primer partido. El ritmo y la adaptación a Primera precisa de un proceso. Es lo que nos falta, con el transcurso de los partidos lo vamos a lograr. Todo saldrá bien en esta pelea por la salvación, que es el objetivo.
David Simón, Dani, Javi, Roque o Hernán también debutaron. La cantera amarilla al poder...
Se ha visto, ocho grancanarios en el once inicial ante el Atlético. Y entraron Vicente y Momo después. Es la prueba del nivel que hay, lo podemos hacer bien en Primera con la cantera. Aquí hay mucho talento.
