Varios vestidos para dominarlos a todos. En su regreso a Primera la UD Las Palmas prepara una imagen camaleónica después de ascender con la posesión de balón por bandera y un 4-3-3 innegociable. Paco Herrera aspira a convertir a sus pupilos en un equipo con mil caras. Lo del Vicente Calderón fue solo el principio. Ante el Atlético de Madrid planteó el entrenador catalán un dibujo con tres centrales y dos carrileros, esquema que no se repetirá el domingo (21.30 horas) en el Estadio de Gran Canaria contra el Levante. La UD juega dos ligas y para cada una de ellas se va a poner un traje diferente. Como mínimo.
Lo avisó el entrenador durante la semana pasada. En la máxima categoría la exigencia es mucho más elevada y en determinados estadios, como el Calderón, ser fiel a un solo estilo es pegarse un tiro en el pie. Adiós romanticismo, bienvenida efectividad. En ese abanico de apuestas que defienden los entrenadores de Primera para buscar la permanencia, Paco Herrera no quiere ni el sello preciosista y a veces suicida de Paco Jémez ni el pragmático de Joaquín Caparrós. El entrenador catalán busca el término medio como método de supervivencia. Con las variantes que le ofrece su plantilla se lo puede permitir.
A tenor de las declaraciones de Paco Herrera en rueda de prensa tras el duelo, la defensa de cinco jugadores es una cuestión pasajera. Un caparazón por cuestión de necesidad para cuando se aproximen los depredadores. Para las citas contra Real Madrid o Barcelona el plan ya está cantado. No surtió efecto en forma de resultado y faltó pegada, pero sí quedó claro que la UD está preparada para defenderse bien cuando lo necesite.
Y en ese frente estaba la principal duda con la que partía la pretemporada amarilla. La fragilidad defensiva es un lastre que arrastraba desde la segunda vuelta del curso pasado y mejorar en esa parcela era un paso obligatorio para lograr el objetivo. Y en el Vicente Calderón quedó demostrado que la UD lo ha conseguido. Antolín Alcaraz y Pedro Bigas son refuerzos de garantías y la portería amarilla puede estar segura. Hay nivel, carácter y seriedad para plantar cara a los más grandes.
El ataque, sin preocupaciones
Como consecuencia de esa búsqueda de la fiabilidad atrás, la UD se quedó casi en blanco en ataque. Pero la lectura del encuentro que hacen en el equipo es muy positiva porque no hay ninguna duda en sobre la capacidad de sus atacantes. Jonathan Viera y Sergio Araujo son los baluartes del conjunto amarillo y lo intentaron pese a que estaban aislados. Se da por hecho que con otro sistema y ante otros rivales tendrán más fácil marcar las diferencias.
Así, para que el plan del Calderón diera resultado faltó más implicación de los carrileros y los interiores en el juego ofensivo, un detalle que queda por pulir para las próximas ocasiones. David Simón y Dani Castellano están cualificados para desplegarse más y mejor, pero en el Calderón les faltó fuelle ante dos gigantes como Juanfran y Filipe Luis, que encontraron problemas para superarles.
Las características de David Simón y Dani ofrecen muchas alternativas a Paco Herrera, pues los dos pueden encajar en una defensa de cinco y en una de cuatro. También los jugadores del centro del campo facilitan la labor del entrenador ya que Roque Mesa, Culio, Hernán o Vicente Gómez pueden ocupar diferentes roles y adaptarse a las bandas, a la mediapunta o al doble pivote.
Así, teniendo en cuenta que en la mayoría de partidos, empezando por el del domingo, saldrá con cuatro defensas, de mediocampo en adelante el abanico de opciones que se le abre al entrenador es muy amplio. Roque, Hernán, Culio y Vicente, como Nauzet Alemán y Willian José, parecen estar en primera línea de los planes del entrenador, en los que Javi Castellano, Sergio Araujo y Jonathan Viera son indiscutibles.
Entre todos ellos, y con Asdrúbal, Momo y Valerón también en la recámara, elegirá Paco Herrera en función del contexto. Ya en Vallecas dejó entrever un 4-4-2 con Willian y Araujo juntos en ataque y Roque compensando el centro del campo por la banda derecha. El 4-3-3 daría más opciones a Nauzet Alemán, mientras que un 4-2-3-1 haría hueco a Valerón o Vicente, que se sienten más cómodos por delante de un doble pivote. Paco Herrera tiene donde escoger.
