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La Curva de la felicidad

Lo primero que hicieron los abonados de la parte baja del sector que estaba de estreno fue ponerse a la altura del césped

La Peña Germán Dévora mostró un tifo en la salida de los jugadores. Q. CURBELO

Dicen los más fieles al recinto de Siete Palmas que lo que distingue una buena de una mala entrada en el Estadio de Gran Canaria es la imagen de la grada Curva. Si la Curva está llena, si la Curva está feliz, el campo de la UD Las Palmas presenta un buen aspecto. Y ayer la grada Curva estaba más feliz que nunca. Estaba de estreno.

El acercamiento del primer sector de la obra que acabará en enero de 2016 se culminó en el día de ayer. Asientos nuevos, baños nuevos, cantinas nuevas y mejoras en la accesibilidad para los discapacitados instauraron un nuevo ambiente en el Gran Canaria. Las sonrisas se apoderaron de los abonados que ocuparon unos asientos de estreno. "Estaremos como en el Estadio Insular", comenta Toñi Domínguez, representante de una familia fiel a ese sector desde hace 16 años.

Lo primero que hicieron los aficionados de la parte baja de la Curva fue ponerse a la altura del césped. "Esto no parece el Estadio de Gran Canaria", coincidían mientras no paraban de hacerse fotos para presumir en las redes sociales. Estaban encantados por ver el partido más cerca de lo habitual. "Por fin sentiremos más de cerca a los jugadores, lo echábamos de menos", explica Alberto Curbelo, seguidor de 44 años que lleva un lustro animando al equipo amarillo en el recinto de Siete Palmas pero que se ha desplazado esta temporada por el precio y por vivir la experiencia de estar más cerca del césped. Y, de paso, tanto él como el resto de abonados de ese sector pudieron disfrutar de un accesibilidad mejorada y unos baños más decentes.

No fue nada más que la culminación de la primera fase de la remodelación de un campo que a partir de enero mostrará su mejor cara. Una sola pincelada de un cuadro que pinta muy bien. Pero de momento sigue en construcción y la imagen al exterior no es la más adecuada. Y es que precisamente el plano de televisión coincide con la obra de la grada Sur, que también promete pero no deja de ser un panorama desolador.

Coincide, además, con otra de las novedades que presentó el recinto, unas vallas publicitarias con la tecnología 'LED-time' que además llega acompañado de un marcador más colorido. Los nuevos tiempos, por fin, llegan al Estadio de Gran Canaria junto a la Primera División. Se ha hecho de rogar, pero los aficionados empiezan a sentirse más cerca del ambiente que vivían en el Insular.

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