Pegado a la línea, respirando y expirando para subir y bajar la banda mientras cuida a su par. Además, ahora se le exige que sepa centrar, que tenga vocación ofensiva y si puede, algo de gol. Así pasa, normalmente, un lateral derecho su vida, al lado de la cal escuchando el jaleo del público, sacando de banda y recibiendo las órdenes de su entrenador. Un costado del campo tradicionalmente fértil para la UD Las Palmas, que ha encontrado en David Simón su último carrilero diestro de presente y futuro.
El canterano recoge ahora un puesto que en la última era Manuel Pablo y Ángel López han llevado a su máxima expresión con sus internacionalidades con España. En apenas dos años como profesional, Simón se ha ganado la confianza del entrenador y el cariño de la afición. Algo que también ha conseguido con varios de sus antecesores en el carril derecho de la UD, varios de ellos piezas de algunos de los mejores onces del club en sus 66 años de vida. Es el caso de Ernesto Aparicio. El exfutbolista y exmasajista del equipo amarillo guarda con Simón una coincidencia: ambos debutaron en Primera División en Madrid ante el Atlético. "Mi hijo me dijo: '¡Papá, qué coincidencia! David Simón está debutando con la UD Las Palmas como tu en su momento", explica. De eso han pasado casi 57 años. Aquel día de 1958, el viejo Metropolitano descubrió a Aparico el mundo del fútbol de más alto nivel.
"El niño este me gusta mucho, es de lo mejorcito. Serio, correcto, sabe anticiparse al jugador contrario. Yo no lo conocía hasta el año pasado, pero la verdad es que es todo un acierto que pueda seguir en la UD Las Palmas", narra.
En 1969, en plena época gloriosa de la entidad, Martín Marrero recibió la llamada de la selección española de fútbol. Antes, Tonono, Guedes, Castellano y Germán habían allanado en camino. Afincado en Tenerife -su isla natal- este verano, invitado por Tonono, director de captación de la UD, tomó la palabra en el vestuario del Juvenil amarillo tras un torneo amistoso. "Puse a Simón como ejemplo por su nivel de seriedad y su capacidad de mejoría en los últimos años", admite Marrero, que también añade que "en ocasiones" le recuerda a su forma de jugar. "Hay momentos donde me siento reflejado en él. Ha tenido la suerte de encontrar a un entrenador que ha confiado en él; me encanta", sentencia.
Gerardo Miranda es otro de los examarillos que logró ser internacional en esa posición. "Creo que hay poco que decir, es un jugador importantísimo con un presente y un futuro brillantes", recalca. Si hay algo que le sorprende a Miranda es que nadie apostase por él antes para estar en el primer equipo. "Es raro que nadie se fijara en él antes porque se le veía con soltura desde el año pasado", afirma el exfutbolista de la UD Las Palmas y FC Barcelona. Ahora se congratula por su renovación. "Es un hombre de la casa de los que no se pueden perder", concreta el ex lateral.
Stephane Pignol fue testigo directo de las primeras sesiones de Simón en la dinámica del equipo amarillo. "El trabajo que hacía era muy bueno, pero nunca encontró esa oportunidad", señala. De su ascensión a la cumbre, Pignol insiste en la perseverancia del lateral, renovado hasta 2019. "Tuvo que pasar momentos de frustración", pero supo ser constante y demostrar que valía", afirma el francés.
