¿Qué balance hace de sus primeros meses en Gran Canaria?
Creo que bien, muy positivos, aunque sé que aún quedan muchas cosas que mejorar. Pero, repito, muy positivo en lo personal.
Y en estas primeras tres jornadas de competición, ¿cómo ha sentido al equipo?
Igualmente bien. El conjunto ha respondido bien a las exigencias. Lo único que puedo hablar en el apartado individual es que me quedan cosas que mejorar.
Habla de mejorar, ¿qué cosas? ¿En qué sentido?
Varias, varias... Hablo más que nada por mi persona, del equipo no puedo decir nada porque ha rendido bastante bien. Pero me conozco y sé que a mí me queda para poder dar más.
¿Esperaba tener tanta participación en el equipo desde el comienzo de la competición?
Bueno, cuando vine para acá estaba a la espera de todo. Tampoco contaba con no jugar los primeros partidos. Estaba abierto a todo lo que sucediera. Si tocaba jugar, pues a jugar y si no, pues a tratar de ganárselo. No hay excusas.
Si había alguna duda con usted, llegaba en el apartado físico. ¿Cómo se ha notado?
Mejor, mucho mejor. Es cierto que me costó bastante al principio porque me había perdido casi toda la pretemporada y lógicamente jugó en contra en los primeros partidos. Pero bueno, no me gusta mirar para atrás. Es lo que hay y con eso toca rendir al máximo posible.
¿Ha desaparecido su miedo a las lesiones?
Trato de no pensar en ellas, en que no vuelvan a estar en mi vida y de momento no me puedo quejar. Afortunadamente me encuentro bastante bien.
¿Cómo cree que ha caído en este vestuario?
Bien. Desde el primer día eso ha sido impresionante. Este es un muy buen grupo, que te hace sentir como uno más.
Se siente integrado entonces...
Sí por eso no ha habido ningún problema, son geniales.
¿Y en Gran Canaria?
Bien, bien, aún faltan algunas cosillas, viene la familia también. Pero poco a poco vamos estando mucho más cómodos por aquí, en parte gracias a las facilidades que da el club.
¿Le ha dado tiempo a comprobar en la calle la trascendencia de la UD en la sociedad de Gran Canaria?
Todavía no. La verdad es que he salido poco, casi nada. Estoy ultimando todas las cosas respecto a lo que es el club y tratar de estabilizarme también en la Isla. Por eso no he podido salir mucho.
¿Dista mucho cómo se vive el fútbol en Inglaterra a cómo se siente en España?
Bueno, creo que desde el punto de vista del hincha es muy parecido, lo que por ahí sí que te lo demuestran más. En Inglaterra puede que en la calle se lo tomen más a la ligera, que sean más frívolos. En síntesis, ambos dentro del partido te demuestran su afecto y aquí en la calle te lo hacen sentir más.
¿Y el nivel de la competición?
Buena también, no es muy diferente excepto por el clima [risas ]. La verdad es que hay mucha pariedad. Cuando elegí venir para acá fue en parte por eso, por el buen nivel que tiene el fútbol español.
Viendo el nivel que muestra el equipo, ¿se parece a lo que usted tenía en mente antes de llegar o tenía dudas sobre cómo iba a rendir un recién ascendido?
No tenía dudas, pero sí que fue una grata sorpresa el nivel de los jugadores que tenía el equipo. La verdad que me ha asombrado y creo que podemos hacer grandes cosas.
¿Es tan calmado fuera del campo como parece dentro del mismo? ¿Son actitudes que traslada de un lado a otro?
Uno trata de estar siempre así, calmado, a no ser que encuentres un motivo que te altere. Por el momento, no tengo ninguno y espero que todo siga así.
Sus inicios fueron complicado. De adolescente trabajaba como albañil...
Es verdad, tuve un comienzo duro, que no complicado. Son etapas de la vida. Agradezco haber pasado por eso, porque me enseñó un montón de cosas. Miro para atrás y agradezco haber pasado por eso, de verdad. Son cosas que te forman como persona e influyen en mi carácter como jugador y como persona fuera del campo.
¿Piensa en esos momentos todavía? ¿Los tiene presentes a pesar del éxito?
Sí, siempre. Creo que las cosas positivas no se deben olvidar nunca y yo veo esa etapa como algo así. Mentalmente me dejó cosas positivas, por lo que más que verle cosas negativas al tema, pienso que sin ello no sería el jugador que soy hoy.
¿Cómo le descubren?
Siempre hay gente que se mueve y que te pregunta si te interesa de veras el fútbol. Al principio, uno se tira a ver qué pasa, cómo suceden las cosas y yo no tenía pensado el tema futbolístico como profesión, pero aquí estoy.
Fiorentina, Beira Mar, Brujas y Wigan. Ahí se encuentra con Roberto Martínez. ¿Qué importancia tiene él en su carrera?
En la transición de Bélgica a Inglaterra bastante. Fue por eso que también elegí ir al Wigan. El entrenador era de habla hispana y gran parte de la plantilla también. Eso me ayudó bastante a que me adaptara rápido al fútbol inglés. Me hicieron sentir muy bien en una tradición futbolística diferente y en una cultura nueva para mí. Era un país desconocido por completo.
¿Ha sido clave encontrarse con él en su carrera entonces?
Conectamos bien. Me gustaba su forma de trabajar y le valió bastante mi forma de jugar con el estilo que él quería implantar. Por suerte estuvimos varios años trabajando juntos.
Y coincidió con el grancanario Abián Serrano, por aquel entonces en el filial del Wigan. ¿Le contó algo de la UD?
Sí, ahí nos conocimos. Hablamos de los orígines de uno y por supuesto que sabía que era de acá. Sabía como era el club, la vida aquí, sus vivencias... Aún mantenemos el contacto. Cuando vine para acá me felicitó. Cualquier cosa que necesitemos se soluciona con un telefonazo.
¿Qué recuerdos le quedan de su siguiente parada, su paso por el Everton?
Futbolísticamente tuve pocos partidos. Fue una etapa donde me persiguieron las lesiones.Pero a nivel de club, de equipo, de compañeros, guardo unos recuerdos fantásticos. A nivel profesional de juego, fue frustrante.
¿Y de Goodison Park?
Muy lindo. Cuando juegas de local es vibrante con todo el público animando. Es un ambiente único. Los campos son siempre lindos mientras la hinchada esté ahí.
Mientras tanto, la selección paraguaya con el Mundial de 2010. ¿Cómo calificaría ese momento?
Inolvidable. Tocó pasar momentos muy lindos con la selección, pasamos momentos únicos no sólo de fútbol sino en el grupo. Era una alegría encontrarnos en cada concentración, con los compañeros. Ojalá puedan formar un grupo así algún día y que vivan aquellos tiempos.
¿Piensa mucho en el penalti que detuvo Casillas a Cardozo en cuartos de final del Mundial?
Igualmente la historia fue linda. Podía haber pasado esto o aquello, pero nunca habíamos llegado a esa instancia. Hubiese sido más lindo todavía, pero mira contra quién jugamos, contra el futuro campeón [España].
¿Y meter un gol en él?
¡Buah! Inexplicable y más todavía en el partido de debut contra el vigente campeón, que era Italia. Son momentos únicos, cuando pasan los años te vas dando cuenta de lo que significó.
¿Volvería a la selección?
Tengo que mirar personalmente por mí, tener cuidado con las lesiones. Siempre me dio alegrías y lo he dado todo, pero en este momento estoy centrado en el club, en olvidar mi etapa de lesiones y contar con continuidad.
Lo primero, el Rayo. ¿Cómo ve el partido?
Esencial, como todos. Cada partido tenemos que tratarlo como único porque sabemos a lo que aspiramos, a mantenernos. No podemos andar haciendo sumas.
¿Qué han hablado esta semana para preparar el choque?
Tratamos más de corregir nuestros defectos y aprovechar nuestras virtudes. Lo más importante somos nosotros.
¿Qué prefiere: dos o tres centrales? ¿Se siente cómodo con los cinco defensas?
Como profesional tengo que decirte que con los que sean tengo que cumplir. Eso lo decide el entrenador. Bueno o malo para mí tengo que cumplir, nos tenemos que adaptar a todo. Durante el campeonato tendremos que adaptarnos a jugar de varias formas.
