En una industria como el fútbol, donde priman los resultados, de vez en cuando aparece alguien que, de repente y sin que nadie se lo espere, en un lugar perdido del mundo y casi siempre reclutado para rescatar a algún club que anda metido en problemas y que lleva siglos atrapado en un tono tristón, decide llevar la contraria para levantar la voz y decir que no, que el estilo de juego no puede ser algo irrelevante cuando se trata del balompié y de ganar. Esa es, en trazos de brocha gorda, la historia de amor que surgió hace cinco años entre Paco Jémez y la Unión Deportiva Las Palmas, un romance que acabó en ruptura, pero en el que los buenos recuerdos -como suele pasar con los amores perdidos- florecen el día del reencuentro, tal fecha como hoy, una jornada en la que el equipo amarillo recibe al Rayo Vallecano (19.30 horas, Canal Plus Liga).
A la cita, la cuarta de la temporada en Primera División, la Unión Deportiva llega con un punto de euforia por encima de la media tras el empate que firmó el pasado domingo ante el Celta (3-3). En Balaídos, y tras jugar 80 minutos en inferioridad por la expulsión de Javi Varas -baja hoy por sanción-, el conjunto que entrena Paco Herrera desplegó tanto carácter como tramos de buen juego y ahora, una semana después, está en condiciones de creerse que sí, que es de Primera División.
La insolencia, el fútbol vertical y descarado, sienta bien a Las Palmas que hoy, ante un rival de perfil similar, parece que mantendrá el mismo plan que tan buen resultado dio en Vigo: defensa de cuatro hombres -Simón -recién renovado-, Alcaraz, Bigas y Dani Castellano, un doble pivote en la medular formado por Culio y Hernán y con Araujo y Jonathan Viera en punta. A todo eso se le podría sumar Wakaso, que apunta a titular por primera vez en el curso escorado en la banda izquierda -movimiento que podría dejar a William José en el banquillo amarillo-.
Colista con un punto
Con el Rayo Vallecano regresa Jémez al Estadio de Gran Canaria y todo orbita alrededor de la figura del entrenador del Rayo. Porque con Jémez, en 2010 y cuando nadie daba un duro por un proyecto repleto de canteranos, empezó buena parte de todo lo que ahora se disfruta en la UD Las Palmas. Con él debutaron en el primer equipo futbolistas como Vitolo -hoy internacional absoluto y figura en el Sevilla FC campeón de la Europa League-, Jonathan Viera, Vicente Gómez, Hernán, Aythami Álvarez, Juanpe, Tyronne, Randy y gozaron de continuidad y minutos otros como Ruymán o Armiche.
Destituido como entrenador de Las Palmas en febrero de 2011 tras una goleada en Los Cármenes ante el Granada CF (5-2), Jémez hizo carrera como técnico de prestigio lejos de aquí a partir de la misma idea que hizo vibrar a la afición amarilla durante meses: el estilo de juego no puede ser algo irrelevante cuando se trata del balompié y de ganar. Y así, dando forma a un Rayo insolente, se ha convertido en una de las sensaciones de la Liga.
A la cita de hoy, el Rayo se presenta como colista -con un punto- y con las bajas de Cobeño, Tito, Zé Castro -lesionados- y Ebert -sancionado-. Bebé podría ser la gran novedad en el once franjirrojo.
