En julio, cuando se sorteó el calendario del nuevo curso en la Liga BBVA, en la Unión Deportiva Las Palmas se hiceron muchos cálculos. A nivel general, se estimó el número de puntos que había que sumar para asegurar la permanencia. En particular, otros hicieron cuentas sobre tramos concretos de la temporada y, de todos esos intervalos breves de partidos, entre algunos miembros del club amarillo centraron el foco en las seis primeras jornadas y fijaron un objetivo entre ambicioso y optimista: plantarse en el Camp Nou con siete puntos. Hoy (15.00 horas, Movistar+), dos meses después de aquellas conjuras y tras trece años fuera de la élite, llegó ese día: la UD, con cinco puntos en el casillero -dos menos que las previsiones de los más eufóricos de aquellas mañanas estivales- vuelve a una plaza grande para medirse a un Barça que, pese al disgusto del otro día en Balaídos ante el Celta (perdió 4-2), deja en el aire la estela de los mejores momentos de su historia.

Regresa Las Palmas al Camp Nou, donde rascó un meritorio empate la última vez que pasó por allí (1-1, en marzo de 2002 y con Orlando Quintana y Orlando Suárez en plan estelar), con un doble desafío: hacer frente al campeón de Europa, un equipo que cuenta en sus filas con fieras como Leo Messi, Neymar, Luis Suárez, Iniesta, Rakitic, Busquets, Piqué, Mascherano, Alves o Jordi Alba; y, de paso, no pagar los platos rotos por el naufragio azulgrana en Vigo, un palo que ha generado dudas y críticas alrededor del nuevo proyecto 'culé'.

Después de alcanzar la excelencia al final de la pasada campaña, en la que el equipo entrenado por Luis Enrique apiló en su sal de trofeos los laureles que le acreditaban como campeón de Liga, Copa del Rey y Liga de Campeones, la exigencia y la intensa pugna con el Real Madrid marcan el paso de un Barça que en lo que va de ejercicio ya ha celebrado un título -la Supercopa de Europa-, se ha dejado por el camino un galardón -la Supercopa de España, ante el Athletic de Bilbao- y ha propagado señales de debilidad en las cinco primeras jornadas del campeonato en Primera División.

Al FC Barcelona, de repente, le sobran las porterías. El campeón sufre en defensa -ha encajado cuatro goles en tres partidos diferentes este año, ante Sevilla FC, Athletic de Bilbao y Celta- y le cuesta, aunque parezca imposible con la nómina de futbolistas que tiene, perforar las porterías contrarias. Un dato, que roza lo increíble, da fe de ese problema: en los partidos de la Liga BBVA ya disputados -ante Athletic, Málaga CF, Atlético de Madrid, Levante UD y Celta- ha sido incapaz de marcar antes del descanso. Con 12 puntos, el equipo catalán es quinto en la clasificación, a uno de distancia del Real Madrid -su gran rival en la carrera por el título-.

Con la segunda jornada de la Liga de Campeones a la vuelta de la esquina -el Barça, tras empatar en Italia ante la Roma en la primera jornada de la competición continental, recibe al Bayer Leverkusen-, Luis Enrique no parece dispuesto a realizar muchas rotaciones ante la Unión Deportiva. Despejar dudas parece el objetivo del técnico asturiano antes de afrontar uno de los tramos más exigentes del nuevo curso. "Si roto y ganamos será una maravilla y si perdemos será una cagada", ad-virtió el entrenador del FC Barcelona ayer ante la posibilidad de dar descanso a algunos de los jugadores más habituales en sus alineaciones.

A la espera de desvelar si Luis Enrique reservará o no a alguna de sus estrellas, el posible once del Barça impone. Con Ter Stegen como titular en la portería a la espera de que Claudio Bravo tenga el alta médica, Jordi Alba -baja en Vigo- regresa al lateral izquierdo de la zaga 'culé', una línea que podrían completar Adriano -en el lateral derecho-, Piqué y Mascherano -como centrales-. En la medular, Rakitic -suplente en Balaídos- podría regresar al centro del campo para acompañar a Busquets e Iniesta. Y en ataque, con la posibilidad de que el grancanario Sandro Ramírez tenga minutos durante el duelo, Messi, Neymar y Luis Suárez aparecen en el horizonte como la gran amenaza para la Unión Deportiva, un equipo que se presenta feliz en el Camp Nou.

La victoria sobre el Sevilla FC, un triunfo impecable por el juego desplegado y balsámicos por la tranquilidad que genera, permite a Las Palmas presentarse en la Ciudad Condal con cierto desahogo. Tanto que Paco Herrera, ante el tercer partido en siete días -tras medirse a Rayo Vallecano y al último campeón de la Europa League- podría hacer rotaciones si el estado físico de alguno de sus jugadores amenaza con lesión. De entrada, en la lista de convocados aparecen Javi Garrido -por primera vez en lo que va de campaña- y Nauzet Alemán. Se cae de la citación Vicente Gómez.

El técnico de la Unión Deportiva, con tanto camino por delante, tiene un reto inmediato para con su equipo: dar forma a un bloque y, a partir de ahí progresar y desarrollar la posibilidad de cambiar pequeños matices en sus alineaciones. Roque Mesa, tras ampliar y mejorar su contrato, presenta molestias musculares y es la principal duda de un once que se cita con la historia ante el mejor Barça y que podría estar formado por Javi Varas; David Simón, Alcaraz, Aythami Artiles, Bigas, Dani Castellano; Hernán, Wakaso o Culio; Roque, Jonathan Viera y Araujo.