El argentino Lionel Messi estará de baja unos dos meses por una rotura en el ligamento colateral interno de la rodilla izquierda. El jugador argentino se lesionó ayer en el minuto 3 del partido de Liga contra la UD Las Palmas cuando iba a disparar el balón y chocó con un rival. En el minuto 9 solicitó el cambio.

Fue trasladado a la clínica Cruz Blanca, donde se le hizo una resonancia magnética y se le detectó la rotura que, según el Barcelona, le tendrá apartado de la competición entre siete y ocho semanas.

La lesión de Messi es un contratiempo de primera magnitud para el Barcelona, que confía en contar con él para el clásico contra el Real Madrid si se cumple la duración del periodo de baja estimado para la recuperación.

El 21 de noviembre, fecha fijada para el partido contra el Real Madrid en el Bernabéu, se cumplirán ocho semanas de la lesión del argentino y ése es el tiempo previsto para su recuperación.

La madera y Luis Enrique

El entrenador del Barcelona, Luis Enrique, ha dicho que en esta situación "es en la que se verá la madera de la que está hecho" el equipo. Luis Enrique está convencido de que el Barcelona "no jugará de forma diferente a lo que lo hace con Messi" en ausencia del argentino, aunque ha reconocido: "Messi nos libera de muchos aspectos y nos da soluciones, pero nos tendremos que conformar. Tenemos muchos jugadores de calidad".

"Siempre que hay una baja, es el equipo el que tiene que reaccionar. No me gusta cargar la responsabilidad sobre un jugador. Hay calidad y un trabajo que llevamos hecho", ha señalado cuando se le ha preguntado si otro jugador se echará al equipo a la espalda.

No cree que el Barcelona deba marcarse enero como punto de inflexión, ya que entonces podrán entrar en acción Aleix Vidal y Arda Turan, y con Messi ya recuperado. "Esta es una prueba y una motivación que tenemos para superar. Aceptamos el reto y lo que tenemos que hacer es mejorar el rendimiento, que eso sí que está en nuestras manos", ha señalado.

Del partido y victoria contra Las Palmas, Luis Enrique se ha mostrado disgustado por la complicación que ha tenido su equipo en el tramo final, cuando ha encajado el tanto "por un error (de Mascherano) y por un rebote (de Piqué)".

"Los cinco minutos últimos los tendríamos que haber gastado moviendo el balón y buscando alguna acción", ha afirmado.