La nueva piel del pistolero. Sergio Ezequiel Araujo, el ejecutor que cambió el rumbo de la historia de la UD, con un torpedo delicioso el 21-J ante el Real Zaragoza, sufre una metamorfosis. Sus cifras en Primera se alejan del terremoto de pólvora de hace justo un año (se analizan las seis primeras jornadas). En la categoría de plata firmó un estreno récord, con siete tantos y dos asistencias. Completó 506 minutos y fue titular en todos los encuentros de la franja inicial del campeonato, que acabó en fiesta.
En la liga de las estrellas, se da la circunstancia de que ha disputado casi los mismos minutos (507), pero su cifra anotadora se reduce al tanto logrado ante el Celta de Vigo en Balaídos -3ª jornada-. También participó en la acción del 3-2 ante el conjunto del 'Toto' Berizzo, pero el acto del colegiado le otorga el tanto a Pablo Hernández en propia meta. En ambas campañas, Araujo ha sido titular en las seis primeras batallas. Su rol de protagonista se mantiene de forma intratable. Pero en Primera solo ha sido sustituido en dos ocasiones -las últimas fechas ante el Sevilla (82') y FC Barcelona (67')-. En Segunda, dejó el campo en tres enfrentamientos: Llagostera (81'), Lugo (79') y Alcorcón (76').
La explosión del Chino comenzó de forma magistral ante el Llagostera con un zarpazo a la red. Ante el Mallorca, en la segunda jornada, volvió a mojar. Pero fue ante el Lugo y Alcorcón cuando lo hizo por partido doble. Cuatro misiles de uranio. Y también dejó su sello atómico de estilete ante el Racing en el Sardinero. Acabó la campaña con 26 tantos como segundo máximo realizador de Segunda y solo superado por el grancanario del Betis Rubén Castro.
Y en el 'play-off' de ascenso abrazó la gloria ante el Valladolid -en semifinales- y dinamitó la resistencia del Zaragoza en la gran final en un Gran Canaria que explotó de júbilo. Era el minuto 84 y escribía el mejor poema de la última década. Rematador y con un olfato de acero, en el sistema táctico 4-3-3 de Herrera el pistolero albiceleste se convirtió en la gran figura de la competición.
Nuevo orden táctico
El salto de categoría y el estreno ante el Atlético de Simeone en el Calderón han fundamentado las bases de una revolución. Respirar entre los ogros exige mutar. El técnico refuerza la zona central de la zaga con tres marcadores -Alcaraz, Aythami y Bigas-. Con dos laterales de largo recorrido, David Simón y Dani Castellano, en la zona de creación, tras la grave lesión de Javi Castellano, figuran Hernán, Roque y Wakaso. En la zona de ataque, Jonathan Viera y Sergio Araujo tratan de buscar petróleo. Con seis goles a favor y siete en contra, la UD luce equilibrio y respira fuera del descenso.
El Chino refuerza su participación en labores de presión y de un combate extremo con los centrales rivales en estas seis primeras jornadas. Se sentía más arropado en las catacumbas de plata pero ahora es un soldado que dispara su entrega. Ante el Levante dejó una chilena brutal y en Balaídos tuvo matrícula de honor. Es un camaleón, como Herrera, en busca de la salvación. El baile de roles afecta a los goleadores que se reparten entre Viera, Roque, Simón y el central Alcaraz.
