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Entrevista. Jugador de la UD Las Palmas

David Simón: "Mi familia se sacrificó por mí, es mi gran motivación en el césped"

"Hemos demostrado que podemos ganarle a cualquiera, pero también puedes caer ante cualquier rival", asegura el zaguero amarillo

David Simón: "Mi familia se sacrificó por mí, es mi gran motivación en el césped"

Renovó y ganó el pulso a la UD. ¿Qué aprendió del culebrón de su ampliación de contrato -se cerró el 14 de septiembre tras su portentosa actuación ante el Celta de Vigo en el estadio de Balaídos-?

Estuve tranquilo y solo me centré en jugar. Se encontró una solución que satisfacía a las dos partes. Estoy orgulloso de estar en la UD.

¿Qué fue lo peor?

Al inicio de pretemporada (julio del 2015) me desesperé y al inicio de Liga no estaba del todo a gusto. Me olvidé de todo, me centré en esta campaña tan especial. Me dediqué al fútbol en cuerpo y alma; es lo que tenía que hacer. Solo jugar.

Se dijo de usted que se quedaría sin ficha, que no jugaría...Pero no se amilanó. Y maravilló.

Se escuchó eso, que me quedaría sin competir. No hablé y solo me dediqué a luchar por el equipo.

¿Y si no marca en Balaídos?

Antes, ante Atlético de Madrid y Levante, ya el equipo había hecho buenos partidos. Se habían retomado los contactos, tras el partido del Celta, esa semana lo querían dejar cerrado (...) Mi gran y única prioridad era la UD. Me quería quedar y renovar. Estoy contento, el club también, y ahora a seguir creciendo.

A sus 26 años, debuta en Primera disputando los 540 minutos de estas seis jornadas a un gran nivel. Con tanto y asistencia incluida. Desvele el secreto.

El trabajo en el día a día y el saber lo que me ha costado llegar. El sacrificio siempre se ve recompensado. No puedo bajar los brazos, estar aquí es una motivación extra. Jugar en Primera es un sueño de niño y de amarillo, algo mágico. Medirte a los grandes con el escudo de tu tierra vale la pena. Aspiro a seguir creciendo y dar el 100% por la UD.

Su caso se un máster de padecimiento. La historia de una explosión tardía. Coleccionaba pretemporadas con el primer equipo hasta que con 25 años, por fin, Herrera le da la alternativa. Asciende, con un rendimiento sobresaliente. Y en julio, su renovación se convierte en un culebrón. Parte de la afición interpretó que el club no premiaba su entrega. ¿Se vende mal? ¿Está pagando los pecados de otra vida?

Hay otros que tienen más suerte. Yo tengo que trabajar el triple pero cuando llegas se saborea mejor. Creer en uno es la clave. En la renovación, sabía que en Primera sí podía demostrar mi valía, no fallaría. Algunos lo dudaban pero luchas. Las cosas me cuestan el triple. Pero aún puedo dar más.

Koke, Nolito, Neymar...No ha tenido un inicio plácido pero lo ha resuelto con dignidad. ¿A qué se agarra un novato cuando se cita con los gigantes del balón?

En Primera todas los bandas son rápidos y habilidosos. Los mejores están por los costados. Estoy muy centrado, máxima concentración en lo mental como en lo futbolístico. Y sumarme al ataque para que me persigan mis rivales un poco -sonríe-. Se resume en ser uno mismo y estar muy concentrado.

Una partida de ajedrez en la autopista derecha.

Prima la inteligencia. Ves a Nolito y puede meterse por cualquier hueco. Hay que vencer en lo físico y en lo mental. Controlarlo todo.

La UD acarició la gesta ante Atlético y Barça, arrinconó al Levante y tuteó al Celta en inferioridad. Campeones en dar buena imagen pero solo cuentan con una victoria. Y llega el Eibar, la mejor ocasión para convertir las sensaciones en puntos. ¿Es el duelo para el gran despegue?

Buscamos puntos y en esos momentos buenos de la Liga faltó pegada. Pero es el camino. Lo que estamos haciendo es positivo y hay que insistir. Hay que sumar de tres en tres, no vale dar buena imagen. Le podemos ganar a cualquiera pero podemos perder con cualquiera.

En mayo del 2014 jugaba en Segunda B con el filial. Ahora, un año y cuatro meses después es el jugador de moda en Primera. ¿En qué le ha cambiado la vida en el plano personal? ¿Liga más, se ha comprado un coche de alta gama o un chalet adosado?

No ligo más porque tengo novia -Berta-. Te cambia porque la gente te reconoce y te para. Notas el cariño y lo llevo 'superbien'. Hace un año y medio no me pasaba. No he cambiado de coche (un Opel Astra rojo), no es mi prioridad. Sigo en la misma casa con mi perro -Lucas-.

El halago debilita. ¿Siente que todos se suben a su tren?

No sé si son de Simón o no. Cuando estás mal, nadie se acuerda de ti. La experiencia de jugadores del plantel me guía. Sigo trabajando con tranquilidad y paciencia.

Haga de consejero, ¿qué le diría a Asdrúbal, que aún no ha sido citado tras seis jornadas?

Paciencia. Es muy trabajador y tan buen 'chiquillo' que le llegará su oportunidad.Vas a entrenar y cualquiera puede jugar. No es fácil. Cuando no llegaba mi oportunidad no me desesperé. Tarde o temprano se recompensa el sacrificio.

Se ha producido un cambio de régimen. Veteranos como el capitán David García, Nauzet o Momo son carne de banquillo. Valerón y Culio fueron suplentes en el Camp Nou. Sin embargo usted, Roque, Viera y Araujo son estandartes. ¿En qué afecta este cambio de roles tras el ascenso?

No veo cambios. Ellos siguen ahí y aportan experiencia. Van a tener su momento. Los ves entrenar y ahí está su entrega. La temporada es muy larga y también aportan muchísimo por sus consejos y apoyo. Se nota su ayuda, es de gran valía.

Asunción, su madre, es una figura determinante en su vida y carrera. ¿Le brinda esta trayectoria meteórica en Primera?

La familia es crucial. Mi madre nos crió en Jinámar y nos llevaba a casa de los abuelos en La Feria (se inició en la cadena de fútbol del Barrio Atlántico). Entre Jinámar y La Feria no paraba de jugar. Mi madre me llevaba y traía de los entrenamientos. Se sacrificó mucho. Siempre que juego se lo brindo a ella y mi familia. Los momentos en los que te han sacado adelante es una motivación increíble para jugar en la UD.

¿Qué queda de ese niño de Jinámar y La Feria?

La suerte de jugar en la calle. De estar en el parque hasta las doce de la noche en Jinámar y La Feria. En las canchas con Jonathan Viera y otros, buenos, que no llegaron. Me quedo con ese recuerdo y el balón.

Una infancia de sueños y sacrificios. Y ahora: el éxito.

Mis padres estaban separados y me críe con mis abuelos Julián -ya fallecido- y Marisol. Me encantaba ir a entrenar, ahora son otros tiempos. Antes había más gente en los parques, era más saludable.

El título de su película sería 'Simón, de Jinámar al cielo'.

De Jinámar y La Feria.

¿Se considera un ejemplo?

Jinámar es el único barrio donde hay niños jugando en las calles. Así salen muchos deportistas. El deporte lo cura todo.

¿Y si no hubiese sido futbolista, a qué se hubiese dedicado?

Estaba cursando un Ciclo Superior de Actividades Deportivas. Estaría vinculado al deporte.

¿No se siente diminuto ante Messi, Neymar o Griezmann?

Trato de no obsesionarme. Vives tu partido, tu momento y a disfrutar. Ir sin miedo, es más la UD sorprende porque sale sin complejos. Y si nos lo hubiésemos creído un poco más, estaríamos mejor en la tabla.

¿Graba los partidos y analiza sus actuaciones por televisión?

El segundo entrenador -Ángel Rodríguez- nos pasa por correo electrónico las jugadas cortadas por vídeo. Lo hace con algunos futbolistas y lo veo muy útil con un sistema informático especializado. Así sabes lo que debes corregir. Pero también he visto partidos míos con el filial de la UD enteros. Me gusta.

¿El gol en Balaídos es el mejor fotograma de su carrera?

Uno de ellos, fue empezando la Liga y con un jugador menos. El equipo lució personalidad y para mí fue especial. Les sorprendimos.

¿Qué le debe a Herrera? ¿Habría Simón sin la fe del técnico?

Me dio la oportunidad, que era lo que me faltaba. Por eso hay que estar agradecidos. Al final las he aprovechado, pero si no lo haces bien, al banquillo. Ha confiado en mí, que era lo único que precisaba.

¿Intercambia camisetas con los jugadores rivales?

No, soy más pasota en eso. Me voy directo al vestuario tras los partidos pero a veces me arrepiento.

¿Alguna anécdota en este aterrizaje en la mejor liga del planeta vestido de amarillo?

Con Nolito (atacante internacional del Celta de Vigo), me ha caído muy bien. En los partidos en Copa del Rey (diciembre del 2014) y el pasado de Liga (septiembre del 2015), hablamos mucho. Fue un pique sano en el césped. Es un crack, uno de los mejores de la Liga. Ese uno contra uno ya es algo especial.

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