Barranco Seco, el cementerio del talento tropical. Hernán Santana, el último rostro de la maldición. El centrocampista amarillo, que ha sido titular en las seis primeras jornadas de la competición, abandonó ayer la sesión en Barranco Seco con molestias y es seria duda para el encuentro del sábado ante la SD Eibar en el Gran Canaria (21.00 horas, con las cámaras de Movistar Plus).
El centrocampista, que ha completado 448 minutos en su estreno en la liga de las estrellas, sufrió un pinchazo en el vasto interno del cuadríceps del muslo derecho. Hoy será sometido a más pruebas para determinar con precisión el alcance de la dolencia. Su concurso ante el cuadro armero del preparador Mendilibar se antoja complicado.
Este percance llega solo 48 horas después de la lesión del central Antolín Alcaraz. El defensa internacional y mundialista paraguayo se retiró en el ecuador de la sesión del pasado lunes con una sobrecarga en el gemelo. Ayer, no se entrenó con el grupo de Paco Herrera y solo pudo completar una suave sesión de bicicleta estática. Tanto el sudamericano y ex del Everton como Hernán, fueron titulares ante el FC Barcelona el pasado sábado en el Camp Nou y son piezas básicas en el engranaje amarillo. El zaguero de 33 años computa la totalidad de los 540 minutos de Liga y según los informes del cuerpo médico sí podrá estar ante el Eibar. De esta manera, repetiría junto a Pedro Bigas y Aythami Artiles en la retaguardia.
Nuevos inquilinos
A la delicada situación de Hernán, que podría dejar su sitio a Culio en la sala de máquinas, y el percance de Alcaraz, se suman dos nuevos contratiempos. El lateral zurdo Dani Castellano -otro mimbre que ha jugado la totalidad de los 540 minutos- tampoco pudo concluir la sesión preparatoria. En esta ocasión, el canterano presenta una sobrecarga en la zona de los isquiotibiales. A espera de su evolución -las dos próximas sesiones de hoy y mañana son a puerta cerrada para los medios de comunicación-, apunta al once ante los vascos.
El cuarto elemento víctima de la maldición es el genio Jonathan Viera. El mediapunta, goleador ante el Barça, tras tocar en Piqué su disparo cruzado, completó carrera continua al final del entrenamiento por precaución. Se trata de una medida preventiva para no cargar en exceso al jugador de La Feria.
Este desgaste muscular de 'Jony', el mimbre más en forma del plantel de Herrera, llega tras participar en 515 minutos, ya que fue sustituido ante el Levante UD (84'), Celta de Vigo (86') y Sevilla (78'). Abraza la mejor versión de su carrera, a sus 25 años, y su situación es idéntica a la de Alcaraz y Dani Castellano. La UD ha puesto en marcha su maquinaria médica para paliar las dolencias musculares. Los tres efectivos se perfilan protagonistas ante el Eibar en la primera gran final del curso.
Enemigo verde
Este plaga de lesiones, que se suma a la baja de Tana, que está trabajando al margen del grupo, junto al readaptador Jesús Suárez, se vincula desde el propio plantel de la UD al pésimo estado del césped del Gran Canaria. Además, el de Barranco Seco comienza a mostrar zonas muy desgastadas por el calor. "Estamos tiesos por los campos", advierte un peso pesado de la UD.
A pesar del trabajo excelso de los operarios del club y de la empresa Tecbinor (que ha reforzado el número de efectivos en el pasto de Siete Palmas), se busca una solución urgente. Ante el Eibar se espera una notable mejoría importante, según la UD y los especialistas de la empresa jardinera de Guía.
Cabe reseñar, que luego habrá un parón, con motivo de los compromisos de la selección y la UD no regresará a su estadio hasta el 25 de octubre (21 días sin tocar el césped del fortín). Un margen vital para poner fin a la maldición verde.
Para no desgastar el de Barranco Seco, que ha tenido una carga extra, ante el cuidado especial del Gran Canaria, la UD valora trasladarse la próxima semana al Sur de la Isla. Tanto el Campo Internacional de Golf de Maspalomas -en un estado inmaculado- como el Municipal de San Fernando (escenario habitual de las últimas pretemporadas) se presentan como alternativas.
Con Hernán casi descartado, y hasta tres tocados, la UD vela por sus héroes. Crece el pánico en una lucha cruenta contra el tapete.
