El pasado martes fallecía en la capital grancanaria, a los 64 años de edad y después de una galopante enfermedad, el que hasta el pasado 21 de junio fuera delegado de la UD Las Palmas, el exolegiado de Primera División José Merino González.

Por ese motivo, los jugadores de la entidad de Pío XII lucieron ayer brazaletes negros y, antes de comenzar el encuentro, guardaron junto a los jugadores del cuadro armero y los aficionados asistentes al choque un más que emotivo minuto de silencio, habida cuenta el cariño que la totalidad del plantel, en especial los más veteranos, profesaban a Merino.

Y es que además de delegado y jefe de instalaciones y material de la UD Las Palmas, José Merino hizo, en multitud de ocasiones, de consejero, confidente y amigo al que acudir para resolver cualquier tipo de problema que estuviera al alcance de su mano para no sólo con los jugadores de la primera plantilla, sino también para los componentes del cuerpo técnico e incluso de los dirigentes del club grancanario. Descanse en paz, José Merino González.