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La UD salta por los aires

Los amarillos caen con estrépito frente al Eibar y evidencian una alarmante falta de definición en el Gran Canaria

La UD salta por los aires

El lienzo del hundimiento. Una UD angelical, carente de personalidad, sucumbió ante la propuesta alegre de la SD Eibar (0-2) en el Gran Canaria. Naufragio amarillo. Los tantos de Saúl Berjón -minuto 6- y Borja Bastón (61') liquidaron las esperanzas de victoria del conjunto de Herrera. El bloque isleño, impreciso en el jardín de Riesgo, acabó desquiciado, sin ideas, y preso de la impotencia. A pesar de gozar de hasta siete ocasiones de peligro, los locales se empeñaron una y otra vez en alimentar las esperanzas de victoria del conjunto de Mendilibar. Bastón, que estuvo en la órbita grancanaria, pero al final la dirección deportiva se decantó por Willian José, fusiló a un sello desconocido. Tercer revés en la Isla ante un enemigo de la misma alcurnia.

Levante UD (0-0) y Rayo Vallecano (0-1) también se llevaron toneladas de petróleo del partenón de Siete Palmas. Pero lo de anoche fue más que alarmante, las concesiones defensivas de David García, errático, y de un desconocido Pedro Bigas, en el peor partido con la elástica amarilla del curso, confirman los síntomas de una involución. Fútbol disparatado, con arte y fantasía en pequeñas dosis, solo cuando Jonathan Viera aparecía por el escenario, bastaron para mantener a los amarillos en un pulso de vértigo y sin criterio.

El de La Feria fue el mejor en una exhibición de impotencia que mete a la UD en apuros al contar únicamente con una victoria en las primeras siete jornadas. A los 24 segundos, tras un taconazo de Saúl Berjón, el Eibar dibujó la primera acción de peligro y el remate de Adrián se estrelló en el travesaño de la portería de Javi Varas.

Demasiadas concesiones. Era el primer misil de uranio de un bloque osado, con buen trato del esférico como credo religioso. La excusa del maltrecho césped no vale para el cuadro azulgrana, que jamás dilapidó su amor a las paredes y triangulaciones desde el primer segundo. Y lo hizo con suficiencia.

A remolque por un despiste

La UD respondió de forma urgente en un pulso a tumba abierta. Sergio Araujo controló el balón a unos 40 metros de la portería de Riesgo y completó un golpeo salvaje. Se fue rozando el palo y parte de la Tribuna festejó con champán el que parecía la primera alegría. Puro espejismo. Y primer bofetón.

En el minuto 6, un centro desde la banda izquierda terminó en pesadilla. Bigas y Dani Castellano no acertaron a despejar y Saúl Berjón, libre de marca, empujó el balón a la red. Varas fue una estatua.

Un tanto de chiste. El Eibar bajó la pelota y comenzó a disfrutar. El escenario deseado con Adrián, Saúl y el japonés Inui pendientes de ejecutar la guillotina a la contra. A la UD le temblaron las piernas, bienvenidos a la ruleta rusa.

Pero resurgió el bloque local con una gran jugada entre Aythami Artiles, Simón y Roque. Jonathan Viera finalizó la acción con un disparo que se marchó por un centímetro.

En la orilla, Bastón centró y la zaga despejó como pudo. Había que achicar y rezar. Era el retrato del sufrimiento eterno. Llegaba la primera falta a Viera y a balón parado la UD coqueteó con el empate (25'). En el siguiente fotograma, el de La Feria completó una acción de genio en la que se fue de hasta cuatro rivales. La finalizó Roque pero Riesgo firmó una gran parada. Insistían los amarillos por el carril zurdo con otra cabalgada de Dani Castellano y otro tiro del teldense.

Los de Herrera habían superado los minutos del desconcierto y se hicieron amos del encuentro. Pero sin pegada. En el último suspiro del primer acto Bastón desaprovechó una magnífica ocasión para sellar el segundo. Se alcanzaba el descanso, con una UD al alza, que no acertaba ante la meta de Riesgo.

El Flaco, al rescate

Wakaso terminó haciendo de todo. Cortando, jugándose la expulsión y hasta de francotirador (con un tiro en el 52'). Viera era parado una y otra vez por el juego brusco del Eibar que respiraba bien arropado con el trabajo de Dani García y Escalante en la medular. Pantic y Dos Santos se encargaban de echar más cemento a la factoría poética del Roque Nublo. En el minuto 55, Herrera retiró al lateral Dani Castellano y se decantó por la velocidad del marroquí El Zhar.

El equipo recuperaba la línea de cuatro defensas (Simón, David García, Aythami y Bigas) y resultó un movimiento táctico macabro. En el 61, Bastón aprovechaba un rechace tras un tiro de Adrián que se estrelló en el cuerpo de David García. El punta controló con el pecho y superó a Javi Varas en un ejercicio de precisión. Una volea de fuego que hacía saltar los plomos. Tocaba llamar a la épica.

Mendilibar retiraba al golea-dor visitante y entraba Enrich. Pieza por pieza. En esta fase crítica, la UD perdió la brújula. Inui, tras un contragolpe de libro, malogró el tercero al estrellar el disparo en el cuerpo de David García en el área. Valerón, ante la falta de profundidad y liderazgo de Wakaso, tomó la responsabilidad de portar el timón (65'). Entraba a escena ovacionado el Flaco u fue el único que encendió la luz. En el 70, Herrera agotó el último cartucho retirando a roque Mesa por Willian José.

En los últimos 20 minutos, a la desesperada, la UD pudo empatar. Araujo, de falta, Bigas, en el área pequeña, y Willian José, en dos ocasiones, buscaron la heroica. Varas, en este tramo, congeló un gran disparo de Enrich. Los amarillos lucieron desorden y una dramática carencia en la definición. El Eibar, con una insultante facilidad, se llevó el cofre del tesoro. No basta solo con Viera. La soledad del poeta es la condena de un sello en tinieblas que terminó en llamas.

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