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Análisis de la primera crisis

El golpe de timón de Kresic

La UD, hace quince años, dejó la penúltima plaza con una revolución táctica con tres centrales y Guayre como perla

El ejemplo de la revolución táctica bendita. La historia de un golpe de timón que hizo de trampolín. En octubre del 2000, la UD respiraba en la penúltima plaza de Primera tras cuatro jornadas (misma posición que ahora). Con Sergio Kresic como entrenador -que subió al equipo y afrontó el reto de la permanencia como Paco Herrera quince años después-, los isleños fueron vapuleados en Mestalla por el Valencia (5-1). Con dos empates y dos derrotas (cuatro goles a favor y once en contra), los amarillos, en busca de su primera victoria, sufrieron una metamorfosis táctica para escapar del agujero.

Fue una jugada maestra que vino acompañada por el estallido de talento de los canteranos Jorge Larena, Ángel y Guayre. Bajo un clima de tensión -con las lesiones de Eloy y Jarni, los ecos de la pelea entre Samways y Oktay, el aplazamiento del debut de Álvaro por una negligencia del club...-, llegó un parón (como ahora) por los compromisos de la selección. Dos semanas para sentar las bases del resurgir. Para taponar la sangría, Kresic dilapidó el tradicional 4-4-2 de Mestalla y se abrazó a tres centrales con dos carrileros (3-5-2).

Igual que ahora, el debate de los centrales monopolizaba la agenda informativa. El sábado 14 de octubre pisaba el césped del Insular el Málaga de Movilla, Zárate y Dely Valdés en la disputa de la 5ª jornada. Y la UD, con los tantos de Oulare y Orlando Suárez firmó su primera victoria del curso. Debutaron Guayre y Baiano, Nacho González relegó a la suplencia a Cicovic en la meta y el rigor se impuso al talento. Una fecha que significó el inicio del despegue y una jornada para la ilusión con los platanitos Ángel (en la actual plantilla), Jorge y Guayre como diamantes.

La UD reforzó la zona de zagueros con Jaime, Schürrer y Paqui. Baiano y Ángel ejercieron de carrileros, con Vinny Samways y Jorge Larena como organizadores.En ataque, Lago -derecha-, Oulare y Guayre. La victoria ante el Málaga fue solo el inicio. Luego llegaría el (0-3) en La Catedral ante el Athletic con los tantos de Guayre, Álvaro y Josico. El del manchego llegó tras un rondo mágico que puso en pie a la afición del Athletic para premiar el gesto técnico.

Ante el Racing, en el Insular, se logró la tercera victoria consecutiva (2-1) -7ª jornada-. Los amarillos abandonaban la penúltima plaza y se instalaban en la zona tranquila. Acabaría el curso en la undécima tabla con 48 puntos y la salvación.

Paralelismos y debates

Kresic logró el ascenso para poner fin a 12 años de penumbras y tinieblas. La UD estuvo en el infierno, entre Segunda y Segunda B, para regresar a Primera como campeón en la 1999-00. Herrera clonó el salto a la gloria, pero con un 'playoff' de ascenso y tras 13 años de la UD entre la categoría de plata y de bronce. A esta circunstancia, había que añadir la puñalada del 22-J, una de las estampas más negras de la entidad en junio del 2014.

Un inicio dubitativo (derrota ante Alavés (0-3) y tablas ante Oviedo (2-2) y Valladolid (1-1) provocaron el primer cisma. En Mestalla llegó el hundimiento: 5-1. Con Herrera, los amarillos cayeron con dignidad ante el Atlético (1-0) y empataron ante Levante (0-0) y Celta (3-3). Luego se caería ante el Rayo (0-1) pero se sumaría la única victoria ante el Sevilla (2-0). En las dos últimas, ante Barça (2-1) y Eibar (0-2), no hubo premio.

También con una plaga de lesiones, como en el 2000, Herrera ha seguido los pasos de Kresic para reforzar la zaga con tres centrales pero desde el inicio. Una fórmula letal ante los ogros pero que fracasa ante los modestos. Y el debate gira en torno a recuperar la línea de cuatro, pero el estratega amarillo se mantiene firme, en el régimen táctico que dio a Kresic el pasaporte hacia la salvación -con tres marcadores y dos laterales de largo recorrido-. En la 2000-01 se presentaron en sociedad Ángel (debutó ante el Valladolid), Jorge (lo hizo con el ascenso) y Guayre. Y la nueva era la marcan Roque, Hernán, Simón, Dani...Quince años después, la UD está en el mismo sitio y busca otro golpe de timón mágico.

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