José Juan Suárez Cabrera (Las Palmas de Gran Canaria, 4-12-1954), futbolísticamente conocido como Pepe Juan, y Santiago Lampón Pereyra (Las Palmas de Gran Canaria, 17-10-1072), Santi Lampón en el mundillo futbolístico, han sido dos profesionales que han vivido el fútbol con pasión. Las circunstancias de la vida hicieron que, sin coincidir en el tiempo, ambos vistieran las camisolas de los dos equipos que este fin de semana se enfrentan entre sí en el Coliseum Alfonso Pérez: Getafe y UD Las Palmas. Ambos tienen pasado amarillo y azul, por tanto, y se emocionan al evocar sus tiempos de militancia en ambos equipos. Sobre todo, porque tienen multitud de anécdotas de las que, algunas, se contaron entre sí estos días, cuando se juntaron a petición de LA PROVINCIA/DLP.
Lo primero que hace Pepe Juan tras saludar a Santi Lampón es señalar: "Aquí falta alguien: Carmelín". Y es que el tristemente fallecido hace unos cuatro años Carmelo Alvarez Concepción, Carmelín, (Las Palmas de Gran Canaria, 6-7-1952 y fallecido el 18-2-2011) es el tercer canario que defendió ambas camisetas.
Entretenida conversación
"Yo me fui a Getafe cedido por la UD Las Palmas en la temporada 78/79. Al poco de estar allí propuse que ficharan a Carmelín, que había quedado libre en la UD, y lo ficharon. Yo acepté irme porque Cortés, un compañero que había coincidido conmigo cuando Felipe y yo fuimos cedidos al Sant Andreu, propuso que allí me querían, y por eso fui", señala Pepe Juan Suárez, quien añade "al término de esa competición yo regresé a la UD Las Palmas y Carmelín se quedó dos o tres temporadas más en el Getafe".
Pepe Juan y Lampón entablan una entretenida conversación, y el exguardameta le pregunta: "¿Y cómo te fue?", a lo que el técnico centrocampista le responde, entre risas: "El primer partido lo perdimos 0-3 con el Málaga. Jugamos horrible y al final del partido yo me preguntaba '¿dónde me he metido?'. Pero al final, con la llegada de Carmelín, enderezamos el rumbo y realizamos un buena temporada. ¿Y a ti?, ¿jugaste en Las Margaritas? -pregunta a su vez el mayor de los hermanos Suárez a Lampón-".
El arquero se apresura a decir: "Estuve dos temporadas, ambas en el Coliseo, y la primera, de la que guardo más grato recuerdo, fue brutal, espectacular. Jugué muchísimo y realicé buenos partidos. Tenía el cariño de los aficionados. Al final del curso me llegaron varias ofertas, en especial una del Valladolid, pero seguí en Getafe un año más".
"Panasco era muy listo"
La conversación fluye y Pepe Juan añade otra anécdota, que relata con mucho cariño. "Te voy a contar, porque esta mañana estuve con Guillermo, uno de los hijos de Don Jesús García Panasco y me acordé, una anécdota con él precisamente con el Getafe como protagonista. Don Jesús era muy listo y un padre para nosotros. A las cinco o seis jornadas de estar jugando en el Getafe, varios directivos se desplazaron a Las Palmas para hablar con Don Jesús, porque querían comprarme. Ofrecían 25 millones de pesetas. Y Panasco, que repito que era muy listo, no se lo tragó", señala.
Y continúa: "Don Jesús les dijo: "¿cómo van a fichar ustedes a Pepe Juan por 25 millones, si no tienen dinero?, recuerden que la ficha del chico, que pidieron cedido, la paga la UD Las Palmas, ¿quién está detrás?"; y, efectivamente, tenía razón Don Jesús, porque terminaron por reconocer que quien me quería era el Atlético de Madrid".
Un bonito recuerdo
"Yo no jugué contra la UD estando en el Getafe, porque Las Palmas estaba en Primera División. ¿Y tú?", comenta acto seguido Pepe Juan a Santi Lampón, habida cuenta del enfrentamiento entre amarillos y azulones este próximo domingo. El exarquero recuerda con cierta emoción que "justamente la primera vez que me enfrenté contra la UD Las Palmas fue en mi primer año en el Getafe. Fue en el Coliseo y fue un partido muy especial para mi. Mi amigo y compañero Eloy Jiménez me batió y adelantó a la UD, pero luego nosotros, jugando con uno menos, remontamos. Nos quedamos con nueve sobre el campo y la UD puso asedio a nuestra área, pero nos defendimos bien, hice algunas paradas de mérito y acabamos ganando por 2-1. Al final, hay una foto en la que aparezco mirando al cielo y ofreciendo el triunfo a mi padre, fallecido un par de años antes. Los aficionados azulones coreaban mi nombre al final del partido y al dirigirme a vestuarios tenía que pasar justamente por donde veía frente a mi a una gran masa amarilla. Eran los aficionados de la UD, y me daba cierta cosa. Pero la marea amarilla, conforme me acercaba y llegaba a su altura, me dedicó una gran ovación y se me pusieron los pelos de punta, como ahora al recordarlo. Es un bonito recuerdo".
"Por cierto", señala Lampón a Pepe Juan, "hace un par de años, creo, me encontré con algunos amigos de Getafe y me dijeron que te habían elegido los aficionados como el mejor jugador que habían tenido", a lo que el fino centrocampista de La Isleta le indica: "sí, eso me dijeron. Y eso que por allí estuvo mucho tiempo Craioveanu, al que querían un montón. La verdad es que a mi también me querían. Con el paso del tiempo fui a jugar contra el Getafe cuando estaba en el Telde, en Segunda B. La afición me aclamaba. Jugué bien, pero fue mi hermano Mario (qepd) el que se salió en ese partido. Y algunos decían... "si el bueno es ése", y señalaban a Mario".
Sin rencores con la UD
Después de trece temporadas perteneciendo a la disciplina de la UD Las Palmas, dos de ellas cedido al Sant Andreu y Getafe, Pepe Juan es un pozo de anécdotas, aunque Lampón también tiene alguna que otra.
"Yo siempre digo que me tomo como anécdota que un día me acosté siendo jugador de la UD Las Palmas y me levanté al siguiente día sin serlo", señala Santi Lampón sobre su salida del equipo amarillo, aunque lo hace sin un solo atisbo de rencor y ni una sola palabra en contra del equipo de sus amores.
Porque, pese a tener que marcharse de la UD Las Palmas para no regresar nunca más como jugador, Santi Lampón no pronuncia una sola letra en contra de la entidad amarilla. "Ya te digo que aquello me lo tomo como una anécdota. Dolorosa, porque ya no vestí nunca más la camiseta de la UD Las Palmas, pero anécdota al fin y al cabo. Me fui a casa pensando en que iba a seguir como jugador de la UD, porque era la promesa que tenía, en firme, sin nombrar a nadie. Y al día siguiente me despierto con un montón de llamadas que me decían que a qué equipo me iba a ir después de que decidieran que no seguiría en la UD. Para mi fue una sorpresa, pero las interioridades quedan para nosotros. Tuve que irme y ya está. No pasa nada".
Pepe Juan mete baza e indica: "La UD Las Palmas, para los que hemos sido jugadores, es un sentimiento que se lleva aquí -y señala su corazón-. Hayas pasado o no malos momentos, todos queremos a la UD Las Palmas".
Y entonces, narra otra anécdota para corroborar el cariño hacia la entidad amarilla. "Mira, la UD pudo fichar a un gran amigo mío cuando tenía tan sólo 17 años. Con dos muletas llegó un día a Gran Canaria Juan Gómez, Juanito (qepd) para fichar por la UD, pero le dijeron que no. Entonces fichó por el Burgos y mira quien fue luego, en el Real Madrid e internacional. Yo se lo dije a la UD, pero no lo quisieron".
"Botones, súbame la maleta"
Y añade: "A Juan lo conocí en una concentración de juveniles con la selección española. Nos habían llamado a Felipe, Miguel Ángel, Leocadio y a mí. Iba yo con un traje y estaba a la puerta del hotel, y llega Juanito y me dice: "Botones, súbame la maleta"; y ya te podrás imaginar el cachondeo que se armó. Desde entonces fue mi amigo del alma. Lo quise como a un hermano. Iba a verme jugar a Las Margaritas, pero no se esperaba a que terminara el partido. Un día mi mujer -ya fallecida-, me dijo que por qué Juan nunca se quedaba para verme, que si estaba enfadado conmigo. Y se lo preguntó días más tarde. Entonces Juan le dijo que no podía quedarse porque él era "jugador del Real Madrid y Pepe, que es mucho mejor jugador que yo, está jugando en Segunda". La verdad que Juan era un monstruo y años después, y por eso soy madridista hasta la médula, movió todos los hilos habidos y por haber, junto con el Real Madrid, para que los mejores médicos atendiesen a mi mujer de su enfermedad, antes de fallecer. Nunca se lo pude agradecer bastante".
