Las finales están de moda. En una Liga no existen como tal, si acaso en la última jornada, pero la palabra no para de repetirse semana a semana. Técnicamente solo es correcto usarla en otras competiciones y sin embargo se pronuncia hasta la saciedad porque a los entrenadores les gusta. Es una manera de elevar la tensión competitiva de sus jugadores y de llamar la atención de los aficionados, que la reciben de buen agrado. Y lo cierto es que sí, que pese a tratarse de un torneo de la regularidad hay momentos más señalados que otros, momentos en los que pronunciar la palabra final no está fuera de contexto. Y la UD Las Palmas se enfrenta a una de esas finales este domingo (17.15 horas) en el campo del Getafe.
Porque el panorama indica que después de 7 jornadas la UD es penúltimo en la tabla, lo cual no es preocupante en sí mismo porque queda mucho camino por delante, pero sí por las formas y porque después el calendario empareja a Las Palmas con el Villarreal y el Real Madrid. El equipo amarillo, tras casi tres meses de trabajo, no sabe a lo que juega cuando tiene delante a rivales de su tamaño. Si le ataca un peso pesado ha aprendido a protegerse y sacar los puños cuando es debido, lo que tiene un mérito sobresaliente. Pero para lograr la salvación no vale solo con llevar al límite a los más poderosos o incluso mandar a uno de ellos a la lona de vez en cuando, como ocurrió contra el Sevilla. El objetivo de la permanencia se cumple ganando a los pesos pluma, a los de tu misma entidad. Y si es en su ring, mucho mejor.
Es lo que necesita la UD después de dejar escapar hasta ocho puntos en el Gran Canaria frente a Levante, Rayo Vallecano y Eibar. Ocho. Casi nada. Toca compensarlo en el Coliseum con una victoria que evite el estado de depresión, o al menos un punto que sirva de calmante antes de que llegue otro toro vestido de amarillo. Volver de Getafe con una derrota abriría definitivamente la primera crisis.
Incógnitas en el once
Sin Alcaraz pero con Hernán afronta Paco Herrera el envite. El entrenador, que no elude la palabra final, deja abiertas de nuevo las puertas de los dos esquemas, el debate ya habitual en la previa de cada encuentro. Repetir la defensa de tres centrales que ha funcionado mal en casa contra los de tu tamaño pero bien a domicilio contra los pesos pesados es todo un dilema.
Sea como fuere, todo apunta a que Hernán será de la partida, como otras piezas básicas: Varas, Simón, Aythami, Bigas, Dani Castellano, Roque, Viera y Araujo. La duda, además de la continuidad de David García que podría alterar el sistema para acumular más jugadores arriba, es a quién dejará fuera la entrada del de Zárate. El equilibrio que aporta se echó de menos ante el Eibar, pero ha acortado los plazos y dos semanas después está recuperado, por lo que podrá dar libertad al resto de integrantes en el centro del campo, que ha sido la línea más irregular de la temporada. Wakaso, que viene sin apenas entrenamientos con el equipo estas dos semanas por sus compromisos con Ghana, y Culio, que fue quien sustituyó a Hernán ante el Eibar, son los dos candidatos a caerse del once.
Por delante de ellos Roque Mesa, Jonathan Viera y Sergio Araujo tendrán de nuevo la responsabilidad ofensiva del equipo. En la convocatoria les acompañan otros recursos poco o nada utilizados que serían la sorpresa en el once si Herrera decide anticipar el retorno a una defensa de cuatro, algo que casi garantizó en la rueda de prensa del viernes para los partidos de casa. Así, El Zhar, Valerón, Nauzet y Willian cuentan con opciones de ser de la partida. Acompañar a Sergio Araujo sería su principal objetivo, pues el argentino ha estado demasiado solo en estas primeras jornadas. La calidad de Jonathan Viera y Roque no ha sido suficiente para enchufarle.
Enfrente la UD se encuentra a un equipo también en construcción que tiene en Fran Escribá a una garantía. El exentrenador del Elche se ha ganado continuar en la máxima categoría con un proyecto consolidado aunque con cada vez más lagunas económicas. La solidez en defensa y centro del campo ha sido siempre la seña de identidad del Elche de Escribá, que busca lo mismo en el Getafe.
Tras un inicio complicado en el que llegó a ser colista por encajar tres derrotas seguidas, el conjunto azulón ha despegado ganando a Málaga y Levante y empatando en Vigo. Llega con confianza el conjunto madrileño, que en cambio no podrá contar con dos piezas básicas en su once por lesión: Álvaro Medrán y Lafita. Son dos de los encargados de aportar fútbol y el Getafe les echará de menos. Para corregir la ausencia del mediocentro Escribá apostará por Lacen, jugador de un perfil totalmente distinto, más conservador y menos jugón.
Mientras, en la línea de mediapuntas cuenta con la garantía de Pedro León y los jóvenes Víctor Rodríguez y Pablo Sarabia, todos muy dinámicos y con libertad. La gran incógnita está delante, donde Scepovic es el fichaje estrella y necesita kilómetros, pero solo lleva una diana y Álvaro Vázquez, con dos tantos, está siendo más decisivo. Es una final en octubre para la UD Las Palmas.
