Un punto de inflexión obligado. Paco Herrera, en la sala de prensa del Coliseum, sacaba la lectura positiva del batacazo recibido ante el Getafe y lo catalogó como "el peor encuentro" desde que llegó a la dirección del equipo amarillo -julio del 2014-. "Este partido te marca. Días atrás hemos hecho un partido extraordinario contra el Sevilla, y ante el Eibar el resultado fue injusto. Pero perder este partido sí que marca un camino que no podemos seguir. De ninguna manera, a veces es bueno meterte una hostia como esta para despertar".
Cuestionado por si consideraba que su puesto corría peligro, si no lograba reconducir la situación, fue categórico: "No me lo planteo. Lo que me planteo es cómo vamos a salir el martes -en la vuelta al trabajo en el Municipal de San Fernando en Maspalomas- (...) Vamos a tener dificultades tremendas en algunas posiciones -en relación a las bajas de Culio y Wakaso para el Villarreal- y que me doy cuenta que no estaba equivocado cuando tomo ciertas decisiones y jugar de cierta manera. Y que tenía absolutamente razón porque soy yo el que conoce a mi equipo. Y el equipo para tirar adelante necesita jugar de otra manera. Creo que hemos hecho cosas tan buenas ante Barça, Atlético, Sevilla? para que yo valore otras cosas que no sea seguir trabajando y darle la vuelta".
Herrera resalta que "fue un partido con la misma tónica: blandos atrás y excesivamente previsibles de medio campo hacia arriba". E insiste que erró en el cambio de sistema: "Tenemos una dificultad que yo conozco y hay que taparla. Pero vale la pena ver otras opciones".
