El final de la cruzada del veterano Herrera. Game over, Paco. Adiós al héroe del 21-J. Francisco Herrera Lorenzo (Barcelona, 61 años) -el hasta ayer técnico más veterano de Primera División- escribió su último renglón como estratega isleño. Un cese fulminante que se convierte en el primer movimiento en los banquillos en la liga de las estrellas.
Deja un ascenso (el histórico 21-J ante el Real Zaragoza en el Gran Canaria, la mayor gesta amarilla en las últimas 13 campañas) y 58 duelos oficiales de amarillo. Luce un balance de 27 triunfos, 16 empates y 15 derrotas. En zurrón: 91 goles a favor y 68 en contra. Registros entre Segunda, Primera,Copa del Rey y una liguilla de ascenso de gloria. Con su segundo técnico Ángel Rodríguez, exjugador de la UD, Herrera encontró en la fórmula del 4-3-3 el reclamo bendito del éxito.
Supo pulir la mejor versión de Sergio Ezequiel Araujo (25 tantos en la pasada campaña) y de Nauzet Alemán (9), los dos máximos realizadores de la 2014-15. Fueron sus pistoleros para la gloria, junto al alfil de oro Momo, que terminó como tercer anotador con 7. Con el extremo zurdo de Las Torres vivió una historia entre la pasión y la indiferencia, ya que alineó en la pasada campaña hasta en 17 ocasiones de inicio al isleño (un total de 1470 minutos) para desaparecer (26') en la 'liga de las estrellas'.
Entró en la historia de la UD al conquistar el título honorífico de campeón de invierno de Segunda. Fue líder de la categoría de plata durante 22 jornadas para terminar en la cuarta plaza con 78 puntos. Selló de forma agónica el salto de categoría, para poner fin a un peregrinaje infernal de la UD de 13 años entre Segunda y Segunda B, remontando un (3-1). En la vuelta de la final, ante un Zaragoza despiadado, Herrera se encomendó a la pegada de Roque y Araujo -minuto 84- para hacer historia.
Asignatura pendiente
De amarillo conquistó su segundo ascenso a Primera. El primero fue con el Celta de Vigo, en la temporada 2011-12, con una propuesta barroca (se hizo con la segunda plaza tras 42 jornadas, 26 victorias y 83 tantos a favor) y un juego de seda. Pero en el siguiente curso, ya en la máxima categoría, fue destituido en la jornada 24 tras sucumbir precisamente ante el Getafe (3-1) en el Coliseum Alfonso Pérez. El mismo escenario donde firmó su último choque en el banquillo amarillo.
El preparador catalán, que reside en Badajoz, solo pudo resistir 24 choques de celeste en Primera, por los ocho de amarillo en este curso. Getafe fue su última estación. Además, cabe recordar que con el Numancia completó solo doce (en la 2000-01), lo que deja su periplo por la máxima categoría en una cifra de 46 participaciones. Herrera había reconocido que se planteaba como desafío personal demostrar que está cualificado para dejar un sendero de éxitos en Primera.
Con 385 encuentros en la categoría de plata -con Badajoz, Numancia, Mérida, Albacete, Poli Ejido, Recreativo, Castellón, Villarreal B, Celta de Vigo, Zaragoza y UD- se ha ganado un caché de caviar. Y tendrá novias de postín para el próximo curso en el planeta de plata.
Valentía con el talento
Herrera fue capital en la confirmación en la elite del lateral David Simón -le hizo debutar tras encadenar el canterano seis años a las puertas del primer equipo- o Roque Mesa -alcanzó matrícula de honor en una liguilla imperial-. Sin embargo se distanció del núcleo duro tras el a scenso, no dio continuidad a Nauzet Alemán -que se esfumó del mapa tras la lesión- y no supo apreciar la labor de vestuario de Juan Carlos Valerón -que al final fue entrando tras debutar en la sexta jornada en el Camp Nou-. A David García le brindó su estreno en la liga de las estrellas pero dejó caer en el olvido a valores como Asdrúbal o Vicente Gómez.
A pesar del último trago amargo, de un inicio dubitativo en el planeta de Messi y Cristiano Ronaldo, Herrera será recordado por su salto mágico a Primera. Superó un disparo mortal en Butarque y encadenó una racha bendita al cielo.
