"No me imagino a la UD de Setién yendo al Bernabéu a encerrarse", resume Juan Peón, segundo entrenador del Lugo en las seis temporadas que estuvo el actual técnico amarillo en el equipo gallego. Allí ambos se cruzaron por primera vez y ahora, con Peón ejerciendo otra labor profesional, Setién ha llegado a la UD con Eder Sarabia como ayudante.
La apuesta por la posesión de balón es su filosofía. Centrales y laterales abiertos, extremos regateadores que bordeen el fuera de juego y centrocampistas que siempre se ofrezcan y busquen los espacios son algunos de los conceptos que definen su estilo. Y Juan Peón tiene claro que lo va a repetir en Gran Canaria. "Por el perfil de jugador canario y la filosofía de la afición su forma de jugar va a encajar y a gustar", considera.
"Cree en su idea y va con ella a muerte. Y su idea es jugar en torno al balón, quiere ser dueño del partido a través del balón. Jugando bien es la forma más fácil de llegar a la victoria y encima el aficionado, que es quien manda, va a estar más agradecido", asegura Peón.
Riesgos que dan beneficios
Esa filosofía conlleva una salida de balón desde atrás que en ocasiones tiene el peligro de encajar goles por pérdidas de balón. Pero su exayudante explica que "los goles que nos metieron por ese motivo en seis temporadas fueron contados, eran más beneficios que inconvenientes lo que conseguíamos". "Si un central falla haciendo algo que él pide es algo que Quique asume", concreta.
"Prefiere que un futbolista pierda el balón a que lo regale. Un futbolista con Quique debe de tener la personalidad suficiente para aguantar el balón, protegerlo, meter el cuerpo y jugarlo antes que regalarlo", añade.
Otra de las claves es "jugar a muy pocos toques cada jugador" y continúa detallando que "los extremos no tienen que centrar por centrar, no hay problemas en jugar para atrás porque mientras el rival bascula siempre se van a encontrar espacios por dentro".
Sin ascenso pero manteado
En esos seis años en Lugo plantearon dos variantes en cuanto al dibujo, del 4-2-3-1 al 4-1-4-1. "Normalmente jugábamos con un doble pivote pero el sistema no es inamovible. Los futbolistas marcan el dibujo", indica. "Luego hay matices, cuando toca sufrir hay que juntarse, agruparse y esperar momentos mejores, no hay otra. Y en Madrid y en otros partidos de Primera seguramente pasará eso, pero cuando el equipo tenga el balón les va a pedir que sean valientes", indica.
Con esas premisas lograron que en las tres temporadas en Segunda el Lugo no estuviera ni una jornada en zona de puestos de descenso. Todo ello lo formaron durante tres años en Segunda B. En el segundo fueron campeones de grupo pero se quedaron a las puertas y, pese a todo, Setién fue manteado en el Ángel Carro al final del encuentro. "El fútbol que hizo el Lugo aquella temporada fue tremendo, el mejor que se había visto en la categoría", recuerda Peón.
